La rumana que retenía a su hija en La Manga entrega la niña a su padre
La mujer accede a devolver a la menor, de 6 años, después de que la Justicia de su país concediese la patria potestad al progenitor
Ha sido un proceso largo, pero Toni finalmente ha conseguido volver a abrazar a su hija. Este policía rumano emprendió hace cerca de dos años una dura batalla en los tribunales contra su exmujer, a la que acusó de retener ilegalmente a la hija de ambos en La Manga. Este domingo, después de que la Justicia murciana y de su país le diesen la razón, la mujer accedió a entregarle a la pequeña, que regresará junto a él a su país tras meses de separación.
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El padre de la menor y exmarido de la mujer -representado por los letrados Sergio Marco y Verónica Ene, del despacho MMB abogados- vivió este domingo un emotivo reencuentro con su hija, de seis años. Tras unos días de vacaciones en Tenerife, ambos regresarán a Calarasi, una pequeña ciudad cerca de Bucarest, donde la niña vivía hasta hace unos años. Fue en el verano de 2017 cuando la madre de la pequeña, aprovechando unas supuestas vacaciones estivales, retuvo a la pequeña en La Manga. El padre, entonces, inició el proceso de sustracción internacional de menores regulado en el Convenio de La Haya de 1980.
Casi dos años separados
La madre aseguró haberse refugiado en la Región por ser víctima de malos tratos, pero esa violencia no se consideró probada
La pareja mantuvo una relación sentimental durante 18 años de la que surgieron dos hijos: un adolescente que entonces tenía 17 años y la niña, en ese momento de cuatro. En 2016 el matrimonio se divorció y el hijo quedó bajo la custodia del padre mientras que la niña quedó al cuidado de la madre. El acuerdo de divorcio incluía, no obstante, un régimen de visitas para que ni uno ni otro perdiesen el contacto con su otro vástago.
Según consta en la demanda, en mayo de 2017 la mujer pidió el consentimiento del padre para trasladar a la niña a España durante los tres meses de verano. El padre se opuso a una separación tan prolongada y entonces se autorizó la salida del país durante un mes, concretamente hasta el 16 de julio. Transcurrido ese tiempo, sin embargo, ambas no regresaron a Rumanía, lo que llevó al padre a reclamar la intervención de los tribunales.
La mujer, según explicaron fuentes judiciales, sostuvo ante el magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 9 de Murcia, que se hizo cargo del caso, que se refugió en la Región con la pequeña tras haber sido víctima de malos tratos por parte de su expareja. La mujer, al parecer, reclamó en su país una orden de protección que inicialmente le fue concedida pero que, más tarde, se levantó al no quedar probados esos hechos. En marzo del pasado año, el juzgado murciano ordenó la restitución de la niña a su país, una decisión que la madre recurrió. Recientemente, la Justicia rumana concedió, de manera provisional, la patria potestad de la niña al padre. Una decisión que precipitó esta entrega voluntaria.
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