La Región de Murcia está a la cola del país en la capacidad de adaptación a los terremotos

Los costes derivados de las catástrofes naturales en España ascendieron el año pasado a más de 2.320 millones de euros, siendo las indemnizaciones abonadas por este tipo de sucesos un 63% superiores a las de 2020 y un 29% con respecto a las de 2019. Además, las catástrofes naturales provocaron que las empresas de todo el país dejaran de ingresar alrededor de 1.500 millones de euros de manera directa. El 99% de esa pérdida de facturación se concentró en las actividades agrícolas y ganaderas, vitales para la Región de Murcia y que son «con diferencia el sector más expuesto a los fenómenos meteorológicos». Sin embargo, alrededor de un tercio de los daños causados por desastres naturales no estaría protegido por un seguro, destaca el Barómetro.

El estudio revela también que, en términos de coste humano, el año 2021 fue el de menor número de fallecimientos por desastres naturales (19), lo que supone el dato más bajo de la serie de veintisiete años analizados. Pese a todo, y según el mismo informe, la Región de Murcia es la quinta comunidad del país con mayor porcentaje de fallecidos por catástrofes naturales, con un total de dos muertes en 2021 que suponen el 10% del total. Andalucía, Cataluña y Asturias encabezan esta luctuosa clasificación.

Asimismo, el impacto económico sobre infraestructuras críticas de los desastres más significativos en 2021 fue de más de 522 millones de euros en total. El estudio considera que el pedrisco y las lluvias ocurridas entre mayo y junio del año pasado fueron los eventos que mayor impacto económico generaron en las infraestructuras críticas, seguidos por las heladas en abril.

Respecto al tipo de infraestructura crítica, la alimentación fue el sector más afectado, seguido por el transporte, ambos sectores fundamentales para la actividad económica de la Región de Murcia. Finalmente, las heladas y la nevada 'Filomena' de principios de año fueron los eventos cuyos impactos afectaron a un mayor número de infraestructuras críticas y que provocaron los mayores daños durante el año 2021. Por encima incluso de la erupción del volcán de La Palma. De hecho, solo las heladas de marzo y abril del año pasado tuvieron un impacto económico de más de 137 millones de euros en el sector agroalimentario nacional, con su evidente repercusión en el sector regional. El estudio deja claro que, en el caso de las heladas y las tormentas y lluvias, la alimentación es el sector que más daños sufre «debido a la pérdida de los cultivos». En el caso de las heladas, el transporte también fue afectado, «pero en menor medida».

El Barómetro identifica el nivel de vulnerabilidad de la población española ante diferentes catástrofes además de los terremotos, como las olas de calor, las nevadas y las fuertes lluvias, «para así responder ante las mismas del modo más adecuado. Esto significa minimizar las consecuencias optimizando los recursos invertidos», explica el documento.

En este sentido, la Región de Murcia se sitúa en un nivel intermedio (2 de 3) respecto a la vulnerabilidad social frente a las olas de calor y también frente a las lluvias muy fuertes. Precisamente, los dos fenómenos naturales con mayor impacto sobre el territorio de manera recurrente. El barómetro explica que, en relación al calor, alrededor de 2.000 muertes en España serían atribuibles en 2021 a las altas temperaturas, en su mayoría, durante el periodo estival. Son diez las provincias más vulnerables, entre las que no está la Región de Murcia, y Toledo se sitúa a la cabeza. «La presencia de Lérida, Segovia y Ávila puede resultar sorprendente por no ser poblaciones que se caractericen por una alta exposición, sin embargo, son territorios con una elevada sensibilidad», justifica el Barómetro elaborado por la Fundación AON.

Este grado de vulnerabilidad intermedio frente a las olas de calor es el mismo que el estudio aplica en la Región para las nevadas y para episodios de lluvias torrenciales, como sucede con cada DANA. La variable utilizada para evaluar el grado de exposición en este caso es el número de días con precipitaciones muy fuertes, no la intensidad de las mismas. Y quizá por eso las zonas más vulnerables están situadas en el norte del país, siendo las cuatro provincias gallegas las más vulnerables, y unas pocas en el centro de la península (Madrid, Soria y Segovia). La Región de Murcia se sitúa en el mismo escalón que provincias como Valladolid, Zamora, Córdoba y Jaén, a pesar de los estragos provocados por las lluvias torrenciales en la Comunidad el año pasado.