La Región de Murcia acogerá en octubre la primera Convención Mundial de Ciudades Santas para la Cristiandad
Este primer encuentro, que se desarrollará en Caravaca y el Monasterio de los Jerónimos de la UCAM, en Murcia, permitirá el hermanamiento y alianza de las cinco ciudades santas
Benito Maestre
Miércoles, 24 de enero 2024, 15:41
La Región de Murcia acogerá, con motivo del Año Jubilar de Caravaca de la Cruz, la primera Convención Mundial de Ciudades Santas para la Cristiandad en octubre, tal y como desveló este miércoles el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, durante la presentación de este encuentro, de carácter bienal, en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), en Madrid.
La celebración de la primera edición se llevará a cabo tanto en Caravaca como en el Monasterio de los Jerónimos de la UCAM, en Murcia, y persigue, entre sus principales objetivos, el hermanamiento y la alianza de las otras cuatro ciudades santas (Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Potes, donde se encuentra el monasterio de Santo Toribio de Liébana).
Esta cita se suma al calendario de acciones de promoción que se llevarán a cabo a lo largo de este Año Jubilar, «el gran acontecimiento religioso de España en 2024, con atractivo dentro y fuera del país», remarcó López Miras. Estimó que un millón de visitantes, tanto nacionales como internacionales, acudirán a Caravaca de la Cruz, lo que supone una «oportunidad para la transformación económica, turística y social de la Región».
Durante el acto, en el que se hizo público el logo de la Convención Mundial de Ciudades Santas para la Cristiandad, también intervino la consejera de Turismo cántabra, Eva Guillermina Fernández, en representación de Santo Toribio de Liébana, ubicado en el corazón de los Picos de Europa. «Creemos que el patrimonio espiritual y cultural es un recurso vivo y en constante evolución, por lo que debe ser cuidado y compartido. Asimismo, la alianza de las Ciudades Santas representa una oportunidad excepcional para la promoción del turismo religioso y cultural», incidió, al tiempo que recordó que Cantabria sigue inmersa en la celebración de la edición número 74 del Año Santo Lebaniego, que se extenderá hasta mediados de abril.
«Es importante conservar la experiencia transformadora de la peregrinación, así como la hospitalidad y acogida por parte de los pueblos por donde pasan los peregrinos», aconsejó Ildefonso de la Campa, director de la Sociedad de Gestión del Plan Xacobeo, para a continuación desear a la Región de Murcia que tenga el Año Jubilar que se merece y que Caravaca de la Cruz alcance el prestigio y posicionamiento que se merece dentro de las ciudades santas europeas. Al respecto, Fray Luis Quintana Giménez, representante legal del Custodio de Tierra Santa en España, pidió por el éxito del Año Jubilar de Caravaca de la Cruz y por la paz en Tierra Santa, «para que Jerusalén siga siendo destino de peregrinación», y alabó la «bendita alianza» de las cinco ciudades santas, cuyo denominador común consiste en que «las personas se encuentren con Cristo en el camino».
El monseñor Roman Walczak, primer conseller de la Nunciatura Apostólica, remarcó que la Convención Mundial de Ciudades Santas para la Cristiandad nace con vocación de continuidad y tiene como horizonte la promoción de los lugares de peregrinación más importantes del mundo, «donde tiene cabida la rica herencia espiritual acumulada a lo largo de los siglos junto a los mayores avances en I+D+i, lo que favorecerá un turismo religioso sostenible y abierto a las nuevas generaciones, con proyección internacional y grandes perspectivas de futuro».
Por su parte, el alcalde de Caravaca, José Francisco Martínez, destacó que esta primera convención fomentará el apoyo mutuo de las cinco ciudades santas, el intercambio de conocimientos acerca de la espiritualidad religiosa, promoción y gestión de la celebración de los años jubilares, el valor de los recursos patrimoniales y culturales, y el impulso de iniciativas sostenibles y medioambientales. «Os invito a venir a Caravaca de la Cruz y vivir la experiencia jubilar», se despidió.