El recuerdo a los tres pilotos fallecidos marca la festividad del Ejército del Aire

El Ejército del Aire celebró este martes en la Región la festividad de su patrona, Nuestra Señora de Loreto, con sendos actos en la Academia General del Aire de San Javier (AGA) y en la Base Aérea de Alcantarilla. Salió el sol, por fin y con fuerza, en la AGA para celebrar el acto de Juramento a la Bandera después de tres meses en los que no han faltado las adversidades. Los dos accidentes aéreos, con el fallecimiento de los comandantes Francisco Marín y Daniel Melero, más la alférez alumna Rosa Almirón, se encadenaron al inicio del curso de la 75 promoción con las dos peores inundaciones que se recuerdan en la Región, de las que la AGA no se libró. Y la crisis del Mar Menor a los pies del recinto militar.

Para remontar la cordillera de obstáculos, hizo falta «entrega y tesón, que nos sobran», como dijo el coronel director Manuel de la Chica en su primer discurso en la plaza de Armas. Destacó «el trabajo incansable del personal» para mantener la base abierta al vuelo, sin cancelar la actividad del Centro Universitario de la Defensa, y hacer frente al arreglo de los daños. «Venga lo que venga, saldremos adelante», alentó De la Chica a su plantilla.

A pesar de todo, la AGA llegó a tiempo a su cita con la historia para cumplir con el ritual del beso a la bandera de los alumnos de nuevo ingreso en la festividad de la patrona del Ejército del Aire. Son 118 caballeros y damas cadetes, de los que 67 cursan ya como aspirantes a pilotos. La presencia de mujeres no resiste el propósito de igualdad: solo tres en el Cuerpo General y otras 5 entre los de Intendencia e Ingenieros.

El coronel De la Chica se esforzó por mantener la voz al hablarle a la más recordada, la alférez Almirón, fallecida el 18 de septiembre al caer el avión que pilotaba en el Mar Menor. Era su segunda clase de vuelo. «Rosa, mi alférez, gracias a ti hay una promoción más fuerte y unida, que nunca te olvidará», le dijo ante el silencio respetuoso del público. El coronel recordó que sus compañeros del tercer curso «volaron con una rosa en su uniforme y una doble T en sus cabezas en tu honor» en su primer despegue, según la tradición de los alumnos de rasurarse la nuca con una T en la 'suelta', como guiño a la antigua señal que desde la cabecera de la pista indicaba a los pilotos dónde aterrizar contra el viento.

«Paco, Dani, mis comandantes, os gritamos desde aquí que os echamos de menos. No solo os recordamos, sino que os honramos con nuestro trabajo y sacrificio por el que vosotros dísteis la vida, por eso nos hemos puesto el mono de vuelo y nos hemos ido de nuevo al cielo», dijo el coronel.

A los nuevos alumnos les remarcó «el compromiso con España, que nos convierte en generosos, solidarios, valientes, abnegados, austeros, honrados y creíbles». «Estamos orgullosos de ser aviadores, de la misión que realizamos y del equipo que formamos, donde no sobra nadie», dijo el coronel. El almirante de Acción Marítima, Juan Luis Sobrino, le acompañó a depositar la corona a los caídos en la ofrenda a los caídos, más sentida que nunca en la base costera. Como cada año, los nuevos alumnos se reencontraron con sus familias en un día que no olvidarán a lo largo de sus futuras misiones.

El acto de la AGA, además, con la participación de la Patrulla Águila, de la que formó parte el comandante Marí, que llevó a cabo una exhibición para felicitar a los cadetes de la 75 promoción.

El acto castrense en la Base Aérea de Alcantarilla fue presidido por el coronel jefe de la Base Aérea y director de la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada, Francisco Javier Fernández Fernández. Durante el acto se vivieron varios momentos de «gran emotividad», resaltando el acto de reconocimiento al personal que, por pase a la reserva, retiro o jubilación, se despide de esta Unidad, pasando por última vez ante la Enseña Nacional. También se produjo la imposición de diversas recompensas y condecoraciones militares, entre los cuales se encontraban el doctor Honoris Causa de la Universidad de Murcia y presidente del Grupo Fuertes, Tomás Fuertes Fernández.

Las palabras del coronel Fernández fueron de agradecimiento a todo el personal de su Unidad por el compromiso fiel de servir a España, recordando especialmente las actuaciones de las dos unidades hospedadas en la Base Aérea de Alcantarilla durante la DANA del pasado mes de septiembre.

También hizo público el orgullo que siente por el diploma olímpico logrado por la PAPEA en los Juegos Mundiales Militares de China 2019, pero sin duda, lo más emotivo de su discurso fueron las palabras de reconocimiento cargadas de afecto y cariño hacia los tres pilotos de la Academia General del Aire que perdieron su vida en dos accidentes de aviación hace apenas unos meses.

Como broche de oro a un día tan emotivo, se realizó un desfile aero-terrestre y una exhibición paracaidista a cargo de la PAPEA que cerró el acto de homenaje a la Patrona de todos los aviadores de España, la Virgen de Loreto.