Reclaman a Interior 297.500 euros por la muerte de un reo por un error en la dosis de metadona

La funcionaria comenzó a las ocho de la mañana con el recuento de presos del módulo de aislamiento del centro penitenciario Castellón II (Albocàsser). Al llegar a la celda número 37, en la cuarta galería, el preso no respondió. Volvió a dirigirse al reo y, al seguir sin escuchar nada, abrió la trampilla: a Manuel le salía espuma por la boca. Llamó al médico de guardia, pero cuando este llegó nada se podía hacer por este joven murciano, de 28 años, que yacía sin vida sobre su cama. Desde aquel 22 de octubre de 2017, Antonia y Manuel, los padres del fallecido, están luchando para que se esclarezcan las causas de la muerte de su hijo.

Un año después empiezan a obtener respuestas: los informes del Instituto de Medicina Legal de Castellón y de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias apuntan a que su hijo pudo sufrir una sobredosis de metadona por un supuesto error del personal médico que se ocupa de repartir este opiáceo a los reclusos. En base a esos documentos, Jorge Novella, el abogado de los padres, ha interpuesto una reclamación patrimonial contra el Ministerio del Interior por importe de 297.500 euros, «en concepto de reparación del daño que ha causado a esta familia la negligente actuación del personal sanitario del centro penitenciario Castellón II».

El letrado apoya su acción legal en los revelamientos que hace la médico forense que aquel trágico día acudió a la prisión. «Según relata la médico de guardia, el ahora fallecido fue atendido en enfermería al haber tomado más metadona de la que tenía prescrita», expone el informe del instituto castellonense.

El preso murciano era consumidor de heroína, metadona, THC y cocaína, y desde el 11 de octubre estaba sometido a un tratamiento de deshabituación. «Manuel tenía prescritos 20 miligramos al día de metadona». Sin embargo, el informe subraya que «se le administró la metadona de otro interno del módulo de aislamiento». Así lo corroboró el propio personal de la enfermería del penal a la forense: «Según el relato de la auxiliar, se le facilitó una dosis de 85 miligramos, al confundir el nombre del interno. Esta dosis es cuatro veces superior a la prescrita». Manuel fue trasladado a la enfermería y allí le prescribieron un tratamiento para una semana, a base de amoxicilina y clavulánico. No llegó a completarlo porque al día siguiente lo hallaron muerto en su celda.

La forense indica que la causa del deceso fue un edema agudo de pulmón, pero no tiene claro qué factor desencadenó tan luctuoso final: «No es posible establecer con el suficiente grado de certeza que exige la Justicia si se trata de una muerte violenta, de origen tóxico o de una muerte natural, por patología cardiaca o pulmonar». De hecho, en su informe enumera que al fallecido se le han detectado lesiones microscópicas cardiacas y pulmonares y restos de metadona en sangre, orina, bilis...

«Lo cierto es que en la muerte muy probablemente han participado factores externos (metadona) y factores internos individuales». La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias también apunta en su informe a una posible sobredosis como la causa de la muerte de Manuel: «Previsiblemente, el interno ha fallecido de una intoxicación». Este documento detalla que la auxiliar de enfermería se percató de que se había confundido de dosis a las 8.30 horas, pero el preso no fue trasladado a la enfermería hasta las 10.15 horas. Una vez allí, no permaneció en observación ni se le derivó a un hospital. El reo se fue al patio como si nada.

La médico admitió ante la inspección penitenciaria que no lo dejó en observación en la enfermería: «No lo ordené». También confirmó que no lo derivó a un hospital. «No lo consideré necesario». El letrado Jorge Novella destaca en su escrito de reclamación patrimonial contra el Ministerio que la Subdirección General de Coordinación de Sanidad Penitenciaria, en relación a este caso, criticó la actuación del personal médico de la prisión. «La actitud correcta, de acuerdo a la 'lex artis', como con las instrucciones vigentes, debería haber sido el ingreso en enfermería del interno para llevar a cabo una vigilancia exhaustiva», tal y como refleja la respuesta que la Subdirección emitió en abril sobre el protocolo seguido con Manuel.

«Ha quedado acreditado que murió de sobredosis», zanja Novella. La batalla legal que están protagonizando los padres y los hermanos del preso para esclarecer las circunstancias de su muerte también se está librando en el Juzgado de Instrucción número 2 de Castellón, donde impulsan un proceso por un supuesto homicidio imprudente.