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Madres de alumnos del colegio de Roldán (Torre Pacheco) acuden a recoger a sus hijos a la salida de clase. antonio gil / AGM
Reclaman aulas de acogida para atender al creciente alumnado que no habla castellano

Reclaman aulas de acogida para atender al creciente alumnado que no habla castellano

La Consejería, que solo mantiene tres en Mazarrón y Torre Pacheco, está dispuesta a crear más donde sean requeridas

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Lunes, 8 de octubre 2018, 07:18

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La impotencia de los docentes que tienen ante sí el reto de enseñar a decenas de alumnos que a duras penas entienden y hablan castellano, sin más recursos que su profesionalidad y el esfuerzo de los chicos, va en aumento. El repunte de estudiantes de origen extranjero en las aulas de colegios e institutos murcianos ha incrementado este curso la presión de los docentes, que reclaman la creación de más aulas de acogida para atender a los alumnos «como merecen», exigencia a la que la Consejería de Educación está dispuesta a responder con la extensión de ese recurso a los centros que lo reclamen.

Este curso son más de 34.000 los estudiantes matriculados procedentes de otros países, un 12,7% del total, cuatro puntos por encima de la media nacional (del 8,8%), y solo por detrás de Cataluña, Baleares y La Rioja. Aunque la mayoría habla castellano, «el problema principal lo plantea el desconocimiento del idioma, que en colegios de zonas como la Vega Media, el Campo de Cartagena, Mazarrón y el Guadalentín es muy alto. En muchos casos, se añade, además, el desfase curricular, lo que hace imposible atenderles como necesitan para avanzar en sus estudios», denuncia la presidenta de la Asociación de Directivos de Colegios Públicos de la Región, Mariola Sanz, quien reivindica la recuperación de las aulas de acogida y el refuerzo de profesorado de compensatoria.

Las aulas de acogida, donde los estudiantes dedican unas horas de su jornada lectiva diaria a mejorar su destreza con el idioma y a ponerse al día en los contenidos con docentes de apoyo, fueron un recurso muy utilizado en la Región y pionero en España hace 15 años, en pleno 'boom' de la inmigración, pero con los años terminó reduciéndose su uso. De hecho, este curso solo funcionan tres: las habilitadas en los institutos Antonio Hellín, de Puerto de Mazarrón; Gerardo Molina, de Torre Pacheco; y en el colegio Hernández Ardieta de Roldán.

El 12,7% de los estudiantes murcianos proceden de otros países, la cuarta tasa más alta de España, que tiene una media del 8,8%

La Consejería de Educación insistió en que los centros que consideren apropiado ese recurso pueden demandarlo cuando quieran. «Cualquier centro puede solicitar la autorización de un aula de acogida si cumple los requisitos, que pasan por escolarizar un mínimo de 10 alumnos con distintos niveles de desconocimiento del idioma, y que podrán recibir hasta 21 horas semanales de Español», destacó la consejera de Educación, Adela Martínez-Cachá. Aseguró ser consciente de las nuevas necesidades que el repunte de alumnos procedentes de otros países ha generado en las aulas.

Para Clemente Hernández, presidente del sindicato de docentes ANPE, un reparto más equitativo de los estudiantes extranjeros aliviaría la presión. «Hay centros públicos que escolarizan a estudiantes de cien nacionalidades distintas, y en esas condiciones no se puede trabajar con los alumnos de forma individualizada, ya que no hay recursos ni docentes de apoyo y de compensatoria para atenderles», denunció.

Dos cifras

  • 10% de los alumnos extranjeros escolarizados en la Región proceden de la UE La mayoría son originarios de África, América y Asia.

  • 10,3% de los estudiantes extranjeros estudian en centros concertados El 87,8% lo hacen en la pública, y el 1,8% restante, en centros privados.

La comparativa contenida en el informe 'Datos y cifras del curso escolar 2018-2019', publicado por el Ministerio de Educación, le da la razón: los centros concertados murcianos apenas escolarizan al 10,8% del alumnado extranjero, frente al 87,8% que concentra la red pública. El reparto es más homogéneo en España (la media), con casi un 15% de estudiantes procedentes de otros países en colegios privados sostenidos con fondos públicos. «En la Región, el esfuerzo recae casi en exclusiva sobre la escuela pública, que no recibe apoyos para hacerle frente», coincide el secretario de Política Educativa de Comisiones Obreras, Diego Fernández, quien también aboga por la recuperación y generalización de las aulas de acogida en los centros educativos murcianos. «El recurso funcionó muy bien en su momento, y era muy valorado por docentes y familias porque permitía a los alumnos ponerse al nivel con refuerzo y sin perder la referencia de su grupo», argumenta.

En el año 2004, cuando se registraban llegadas masivas de estudiantes extranjeros, llegaron a funcionar 88 aulas de acogida que atendían a cerca de un millar de alumnos que no conocían el idioma. En ese contexto, la situación era más complicada, ya que los alumnos llegaban con los cursos ya iniciados y no eran nacidos en la Región, como ocurre en la actualidad en la mayoría de los casos. En los años de crisis, la llegada de extranjeros se mantuvo en cifras más contenidas, pero en los tres últimos años se han ido anotando ligeros repuntes consecutivos de un punto.

Las tablas del Ministerio clasifican también la distribución porcentual del alumnado extranjero en base a su procedencia geográfica. Según esos datos, más de la mitad de los estudiantes escolarizados en la Región proceden de África, y poco más de un 10% de la Unión Europea. Otro grupo abultado lo integran los alumnos de América, que suponen uno de cada cuatro. Educación, que recuerda que los estudiantes que presentan desconocimiento del idioma y no disponen de aula de acogida en su centro sí reciben clases de refuerzo de español y comunicación lingüística, insistió en su voluntad de ampliarlas a «cualquier centro que demande este recurso durante el curso escolar, en base a necesidades de los alumnos o de la incorporación tardía». Para ello se tendrá en cuenta el nivel de competencia lingüística en español y de competencia curricular y su proceso de escolarización anterior.

Los alumnos que se integren en aulas de acogida, que tendrán un tope de quince estudiantes, se repartirán en tres niveles: en el uno (para los recién llegados) tendrán hasta 21 horas semanales de clase de lenguaje oral en español, y el resto de la jornada lo pasarán con su grupo de referencia. En el dos, las sesiones de español se rebajarán a un máximo de 18, y en el tres se avanzará más en competencia lingüística curricular.

Cuando el primer contacto con el idioma español se produce en la escuela

Han nacido en España pero, a sus tres años, algunos apenas entienden y hablan el castellano, y su primer contacto con la lengua del país en el que viven se produce cuando inician su vida escolar. De los 75 niños escolarizados este año en primero de Infantil en el colegio de la pedanía pachequera de Roldán Hernández Ardieta, apenas una docena habla castellano. Los niños se han criado con sus madres, procedentes del norte de Marruecos en su mayoría, en zonas rurales del campo de Cartagena y su contacto con otros hispanohablantes ha sido muy limitado. «Es un reto impresionante que te lleva a exprimir recursos e imaginación», cuenta Rafael Pérez, docente del centro público.

Los maestros lo resuelven con mucho esfuerzo. «Disponemos de un aula de acogida y dos de compensatoria, pero los recursos se quedan cortos», admite este maestro. Con tres décadas de experiencia a sus espaldas, Pérez y su compañera Carmen Montoya trabajan con los alumnos de los últimos cursos de Primaria en un proyecto de innovación educativa que ha convertido a sus estudiantes, grandes consumidores de todo tipo de información audiovisual 'online', en creadores y generadores de contenidos digitales.

Los chicos realizan 'películas' con las tabletas sobre los temas que abordan en clase, un sistema inclusivo que ha enganchado a los chavales, incluso a quienes tienen dificultades con el idioma. Que no son pocos: al menos el 70% tienen otra lengua materna, y aunque los desfases se van corrigiendo según avanzan los cursos, el esfuerzo es doble. También la satisfacción que sintieron Montoya y Pérez en junio, cuando dos de sus antiguas alumnas de origen marroquí les invitaron a su graduación de Bachillerato y compartieron con sus maestros la ilusión por matricularse en Administración de Empresas y Derecho en la Universidad de Murcia.

En la escuela de Torre Pacheco están escolarizados al menos un 70% de chavales procedentes de otros países o hijos de padres extranjeros. Una situación que no es excepcional, y que comparten en otros centros de Lorca, Fuente Álamo, diputaciones de Cartagena y Beniel, entre otros municipios murcianos.

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