El CES reclama al Gobierno un plan de rescate para salvar el comercio tradicional

La Memoria consensuada por los agentes sociales, principalmente empresarios y sindicatos, y aprobada por la Comisión Permanente del CES, a la cual ha tenido acceso 'La Verdad', destaca que la economía regional atraviesa una etapa de fortalecimiento, con la expansión más dinámica de las comunidades autónomas. En la parte negativa, critica la «atonía salarial», la fragilidad del mercado laboral, el exceso de contratos temporales, la precariedad y el desfase de productividad. Para corregir esta desventaja propone mejoras en la educación y en la cualificación de trabajadores y empresarios, así como intensificar el uso de las nuevas tecnologías, potenciar la investigación e innovación e impulsar la internacionalización. «Son intangibles que a veces quedan postergados en la planificación y asignación de recursos públicos ante los efectos que a corto plazo puede proporcionar la dotación de infraestructuras, que también son necesarias», indica.

El CES llama igualmente la atención sobre la «sobresaliente pujanza de las exportaciones», que se han convertido en un activo fundamental de la economía murciana debido a la «encomiable robustez» de las ventas al exterior. La evolución del comercio ofrece una de cal y otra de arena. Por un lado destaca que se recupera con vigor, pero su comportamiento no es homogéneo, ya que el deterioro del comercio minorista «es todavía acentuado». Recalca que «el impacto regresivo es particularmente intenso en la tienda tradicional, en el denominado comercio de proximidad» que pierde progresivamente cuota de mercado debido al avance de las grandes cadenas de distribución y la irrupción del comercio electrónico.

El CES apuesta por el comercio tradicional «porque genera valor en su entorno más inmediato, facilita la accesibilidad y reduce costes energéticos y de contaminación; aporta iluminación y seguridad por el tráfico de individuos, permite la sociabilidad y reduce la marginación de colectivos con dificultades de acceder a centros comerciales alejados». El Consejo Económico y Social reclama que haya un apoyo más decidido por parte de las administraciones públicas para impulsarlo. Propone que se ponga en marcha un plan para fortalecer el comercio tradicional, de tal forma que se puedan implementar medidas para que sirva como «eje de la vertebración urbana».

El turismo no alcanza la relevancia necesaria en el tejido productivo regional con el mismo empuje que en otras comunidades. «Se requieren actuaciones adicionales de mejora del saneamiento y limpieza de playas y calles, así como la ordenación del tráfico de vehículos en las localidades turísticas. También se debe acrecentar la oferta hotelera y modernizar las instalaciones actuales, intensificar la formación de los trabajadores, combatir el intrusismo y promover empleos más estables».

En relación al Mar Menor, insiste, como hizo el año pasado, en que las medidas deben salir del Comité de Asesoramiento Científico. La prioridad es regenerar la laguna, aunque procurando el uso compatible de la actividad agraria y turística. Califica de «trabajo excelente» el estudio de impacto ambiental para el vertido cero elaborado por el equipo ministerial saliente. Subraya que las prácticas agrícolas deben ser compatibles con la protección del medio ambiente, y propone que se ponga fin a la «perenne incertidumbre» por la falta de agua.

La Memoria considera «inaplazable» abordar con urgencia la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica, pero al mismo tiempo no se extraña de que se posponga, «como ocurre con otros graves problemas de la sociedad española, a la espera de un marco político más estable». El CES advierte sobre la difícil situación de la hacienda regional, lastrada por un déficit estructural que sobrepasa el objetivo de estabilidad presupuestaria, incluso en estos últimos años en los que han aumentado los ingresos.

Alerta de que existe una «grave situación de vulnerabilidad por el excepcional volumen de deuda pública acumulada», que se aproxima a los 9.000 millones de euros. El problema se debe resolver con el nuevo modelo de financiación, «cuyo retraso sobrepasa los límites de lo razonable», apunta. Recuerda que el gasto en sanidad, educación y dependencia se mantiene gracias al FLA.

El capítulo dedicado por el CES a la situación sociolaboral de la mujer ofrece conclusiones que revelan notables desigualdades. Como la ocupación, en el que la mujer presenta una tasa de empleo unos 15 puntos porcentuales inferior a la masculina, las actividades que desempeña son mayoritariamente de escasa calidad (el 56% de baja o nula cualificación), y además están muy concentradas en papeles asociados a su género. «Las condiciones laborales de la mujer son más adversas, con tasas de trabajo a tiempo parcial y temporal mayores que las del hombre. La participación de las mujeres en mercados de trabajo secundarios -en mayor medida que los varones- se refleja en los niveles salariales. La brecha salarial casi no ha dejado de crecer desde 2008, y asciendía al 24,7% en 2016, adelantando por 2,4 puntos la existente en España».