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Un bebé, en brazos de su madre. /Archivo
El poder del 'piel con piel'
maternidad

El poder del 'piel con piel'

El doctor Papí presenta las múltiples ventajas del denominado 'Método canguro', que defiende que la mejor incubadora para el bebé prematuro son los brazos de su madre

LUCÍA PALACIOS

Domingo, 19 de mayo 2013, 11:53

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En estos tiempos difíciles, una de las frases que más impera es la de que de las crisis también se aprende y se sacan beneficios. Así fue como surgió el denominado 'método canguro', de la falta de incubadoras y medios que había en los hospitales de Colombia y la cantidad de partos prematuros que se producían.

Corría el año 1978 cuando Edgar Rey Sanabria y Héctor Martínez, pediatras del Instituto Materno Infantil de Bogotá, pensaron que la mejor respuesta al hacinamiento en el Servicio de Neonatología que obligaba a colocar a más de un bebé por incubadora y ocasionaba la transmisión de infecciones era que la propia madre se ocupara de su recién nacido. Ella era la responsable de mantenerlos calientes y amamantarlos cuando fuera necesario. Las consignas fueron "amor, calor y leche materna" y así es cómo se redescubrió la importancia del vínculo temprano para el desarrollo de los prematuros. El método canguro salvó muchas vidas y hoy es un programa utilizado en muchos hospitales de todo el mundo. Concretamente, en España se lleva a cabo en un 40% de las unidades neonatales y, sin ser rutinario, en un 60%.

Uno de los más fervientes defensores de este programa es el Doctor Adolfo Gómez Papí, quien ha liderado un estudio en el hospital Joan XXIII de Tarragona que demuestra que con él se reduce hasta en 17 días de media la estancia hospitalaria de los recién nacidos prematuros. Y haciendo cálculos económicos, señala que esto supondría un ahorro de alrededor de 7.600 euros por niño, es decir, entre 100 y 200 millones de euros si se llevara a cabo de forma generalizada en los hospitales del país.

Los beneficios

"Cada vez somos más los que lo hacemos y más los que lo recomendamos", señala el doctor Papí. El método canguro, con experiencias contrastadas en niños nacidos en la semana 28 de gestación, aunque desde la 25 se puede empezar, tiene múltiples ventajas y ningún perjuicio: los bebés tienen menos infecciones y enfermedades, engordan más rápidamente y, como consecuencia, se reduce la estancia hospitalaria. A largo plazo -indica el pediatra catalán- tienen menos mortalidad. Pero, el beneficio más importante es que permite que la madre se vincule con su hijo desde el primer momento y facilita la lactancia materna.

Esta familiaridad que adquieren las madres en el cuidado de estos seres tan diminutos hace que pierdan el miedo a cuidarlo ellas mismas y pidan el alta voluntaria. Se puede mandar a un prematuro a casa cuando adquiera un peso de a partir de 1.800 kilogramos, siempre y cuando se alimente sin problemas, resalta este neonatólogo. Esto contrasta con los 2,5 kilos necesarios para lograr el alta en el año 1994, el límite impuesto también en los centros en los que no se desarrolla este programa.

La única condición que se impone a las madres que quieran llevar a cabo el programa 'piel a piel' es que como mínimo tienen que estar una hora con su bebé, "porque menos no merece la pena", resalta Papí. A partir de ahí, cuantas más horas, mejor. Y es que está también comprobado que cuando están en los brazos maternos necesitan menos oxígeno que cuando están en la incubadora.

Lo que no cabe duda es que el bebé necesita a su madre para sentirse protegido. Y en sus brazos, todo se supera antes.

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