El Raal empieza a salir del barro a golpe de fregona y cubos de agua

Cubos, trapos, botas de agua, ropas mojadas, trozos de barro adheridos a la piel y el sonido constante de las mangueras de alta presión arrancando el lodo del suelo y de las paredes. Vecinos de la pedanía murciana de El Raal comenzaron ayer a limpiar el lodazal en el que se convirtió todo el entorno de la calle Mayor, la 'zona zero' de la catástrofe, próxima a Los Tres Puentes, donde el sábado se rompió la mota de contención del río Segura y dejó calles anegadas con más de un metro de altura.

«El agua nos vino de frente con una fuerza enorme. Entró por el garaje de mi casa y salió por detrás, donde se juntó con el azarbe del Merancho, que estaba desbordado. Las dos aguas nos pillaron en medio y lo inundaron todo», explica Roque Pérez, empuñando una lanza de agua a presión. Su familia se marchó el viernes por la alerta de evacuación y regresó a su casa ayer por la mañana. Durante todo el día estuvieron limpiando el barro que entró por el garaje y destrozó muebles y electrodomésticos. «Hoy es el día grande del pueblo, la fiesta de Nuestra Señora de Los Dolores, y fíjate cómo lo estamos celebrando, a golpe de fregona», zanja. Enfrente de su vivienda, Esperanza Muñoz, de 81 años de edad, trata de desatascar un sumidero embozado a golpe de azada. Se empeña en retirar restos de broza que impiden que el agua se vaya por el agujero. El terreno está medio inundado, y amenaza con volver a ganar altura y entrar de nuevo en su casa. «Esto es la ruina. Hemos tirado todo a la basura y a nuestra edad, tenemos que volver a empezar casi de nuevo. Me fui el jueves con mi marido a casa de mi hijo, y allí lo hemos pasado muy mal porque sabíamos que el río no iba a aguantar y se iba a llevar todo por delante», lamenta la mujer.

Quien no se fue de su casa, a pesar del aviso de evacuación, fue Andrés Aparicio. Él y su familia se quedaron dentro, en la planta superior, esperando a que pasara la riada. «Estuvimos aislados dos días y hoy, por fin, hemos podido bajar y ver los destrozos. Tengo seis coches en el garaje con barro hasta en el techo y la planta de abajo con medio metro de agua. Pero lo importante es que estamos bien. Ahora toca remangarse y limpiar todo este desastre», asume.

Las imágenes de los destrozos de la DANA en varias pedanías, y, muy especialmente, en El Raal, han provocado una ola de solidaridad por parte de los ciudadanos. Muchos de ellos se han puesto en contacto con el Ayuntamiento ofreciéndose para colaborar en las tareas de limpieza, al igual que ha ocurrido en San Javier y Los Alcázares.

El Consistorio ha puesto en marcha un dispositivo para coordinar a los voluntarios, y los interesados pueden hacerlo llamando al teléfono 968358740 y se les indicará el punto de encuentro, el material que tendrán que llevar y en qué consistirá el trabajo. El párroco de El Raal y la presidenta de la asociación de vecinos han abierto una cuenta para ayudar a los vecinos. El número es ES97 0049 6823 92 2010009596 y ya se pueden hacer aportaciones.

Por su parte, el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, visitó varias zonas afectadas en la Región, entre ellas El Raal, donde reivindicó la necesidad de poner en marcha planes de coordinación nacional en materia hidráulica que eviten episodios como este.