«Cuando queremos sabemos unirnos»
#CuandoTodoEstoAcabe... ·
Óscar Molina. Presidente de la Asociación Murcia a EscenaLa primera vez que la palabra 'microteatro' se dejó escuchar entre el público lo hizo tras una crisis. Fue la respuesta del sector de las ... artes escénicas a las dificultades de creación y exhibición que entonces había impuesto la recesión económica de 2008. Aquella propuesta de teatro en pequeño formato con piezas breves en espacios alternativos y público reducido fue un modo de reinventarse. Una fórmula. «Ahora nos tocará darle una nueva vuelta de tuerca al imaginario», apunta el presidente de la Asociación Murcia a Escena y también director de la compañía JO! Producciones, Óscar Molina, ante el incierto escenario que dejará la Covid-19. «Fuimos –recuerda– los primeros en cerrar, y ya sabíamos que íbamos a ser los últimos en volver, lo que no sabemos es hasta cuándo», explica el creador blanqueño, preocupado por que esta situación se alargue demasiado. La recuperación, vaticina, «va a ser lenta» y «no será fácil meter a la gente en un teatro, nos va a dar miedo relacionarnos como antes», y en este contexto la crisis generada por el coronavirus puede hacer que el sector, advierte Molina, «desaparezca», simplemente porque «los creadores tengan que buscar otra forma de vivir».
Cree Molina que la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha mostrado «todas las carencias que tenemos», pero también una gran capacidad de respuesta por parte de toda la sociedad. «Cuando queremos sabemos unirnos» y ahora, dice, «es tiempo de remar hacia una única dirección». «Todos los sectores se han volcado; desde empresas que han cambiado su modo de producción para fabricar geles y mascarillas, a restaurantes que reparten comida a los más vulnerables», así como el mundo de la cultura, «ofreciendo conciertos gratuitos y obras de teatro en redes sociales para que los ciudadanos puedan llevar mejor el confinamiento... Esta cuarentena ha puesto de relieve muchas cosas positivas y espero que cuando acabe seamos un poco mejores», afirma Molina, consciente de que el sector tendrá que volver a reinventarse.
Para él los días de encierro pasan extremadamente rápidos, entre reuniones con compañeros de profesión y responsables políticos con el fin de trasladar a estos últimos los problemas con los que el virus ha sacudido al sector y tratar de buscar soluciones. «Además de los fallecidos, desgraciadamente esta crisis va a dejar damnificados colaterales y hay que hacer que su número sea el menor posible», añade.
En el terreno que le atañe, afirma, «las medidas tienen que ser realistas y en forma de dinero. La cultura es también un bien esencial», defiende.
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