Los jóvenes murcianos apuestan por el autoempleo para hacer frente a la crisis

Cuando algunas puertas se cierran no queda más remedio que abrir otras, aunque sea a empellones. La crisis de la Covid-19 ha vuelto a golpear con fuerza a una generación de jóvenes que ya ha aprendido a convivir con la falta de expectativas laborales y los contratos basura. Con el horizonte de una tasa de paro juvenil que sobrepasa el 37% y una pandemia global que ha sacudido el mundo empresarial, la idea del autoempleo se perfila en la mente de muchos veinteañeros como una opción atractiva. Un salvavidas al que aferrarse para capear el temporal.

Algunas organizaciones, como Acción contra el Hambre, ya han percibido un incremento del interés en sus programas de emprendimiento juvenil y lo vinculan con el cataclismo que el coronavirus ha desatado en el mercado laboral. El número de inscritos en la formación para emprendedores de la ONG se ha disparado un 40% en la Región desde que se desatase la pandemia. «Esto nos da una idea de cómo disminuyen las expectativas de empleo por cuenta ajena en un mercado laboral mermado por la crisis y abre interés por las posibilidades de emprender por cuenta propia y buscar opciones locales», sostiene Ana Alarcón, responsable de los programas de emprendimiento de la organización. Los que superan los 30 se acuerdan de la crisis de 2008, que llevó al paro a una gran parte de la generación más preparada de la historia de España. Ahora, con la crisis sanitaria de la Covid-19 su futuro laboral y sus proyectos de vida, crear una familia o comprarse una casa, vuelven a estancarse.

La ONG desarrolla en la Región el programa Generación IN que asesora, forma y acompaña a jóvenes de entre 16 y 30 años en situación de desempleo o en situación laboral precaria para que puedan cumplir el sueño de lanzar su propio negocio. «Hay personas que ya estaban en precario o que se han visto directamente sin trabajo», explica Santiago Ros, técnico de emprendimiento juvenil de la ONG. «Muchos han aprovechado este tiempo para formarse y adquirir competencias transversales».

A Patricia Magali Cumbicus la idea de su propia empresa le vino rodada. Esta ecuatoriana, de 29 años y vecina de Totana, ha intercalado en los últimos años sus trabajos en la hostelería con los jornales en el sector agrícola. «La gente en el campo hace jornadas de ocho horas en adelante. Madrugan y tardan mucho en llegar a casa», explica. «Hay una necesidad muy grande de sitios donde encontrar nuestra comida». Con ese punto de partida, esta joven ha estado perfilando, en las semanas de confinamiento, un proyecto empresarial que la llevará en breve a ofrecer cocina latina a los temporeros agrícolas de la zona. «Estoy haciendo números», confiesa. Una oferta en la que, además, tratará de evitar al máximo la utilización de plásticos de un solo uso para poner su «granito de arena» en la conservación del medio ambiente. «Desde hace años ya existían esas ganas de autoempleo y de superación», explica. «Y se han hecho más necesarias con la crisis». Patricia, que ha estado formándose en el programa de Acción contra el Hambre, sostiene que además de una forma de ganarse el pan, «emprender es para mí una forma de realización».

Pedro Salvador también ha encontrado en el programa de Acción contra el Hambre un apoyo en su decidido impulso de emprender. Este lorquino, de 28 años, ultima el lanzamiento de su empresa DeSea, un proyecto de acompañamiento a personas con trastorno del espectro autista centrado en satisfacer sus propios ritmos e intereses. «Mi idea parte de la necesidad que tienen esas personas y de que no encuentro un lugar ya establecido que permita esa atención», explica. Pedro, tras culminar sus estudios de Educación Primaria, realizó unas prácticas en un barrio de Almería con familiar en situación de exclusión y descubrió que «había una acción más allá de las aulas». Ese convencimiento le llevó a iniciar varios voluntariados y a un periplo laboral en algunas entidades de atención a personas con discapacidad de Madrid, cuyos pasos le condujeron a su proyecto actual. «Busco que esas personas puedan transmitir sus intereses», incide.

Como Patricia y Pedro, son muchos los jóvenes que, pese a la crisis -o precisamente impulsados por ella-, buscan en el emprendimiento una oportunidad laboral o una forma de realización. El presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Murcia, Ginés Ángel García, sostiene que «el joven, al tener menos cargas sociales, tiene menos que perder y arriesga más». Pone sobre la mesa, además, ese repetido lema que vincula crisis con oportunidad. «Es un buen momento para buscar nichos de negocio», sostiene. García hace hincapié, además, en que los jóvenes cuentan con la ventaja de ser nativos tecnológicos. Una característica crucial en un momento en el que gran parte de los negocios que surgen escapan de la concepción física tradicional.

La Región cuenta con una tasa de actividad emprendedora del 4,8% -se calcula en base a las iniciativas de entre 0 y 3,5 años en el mercado, sobre población de entre 18 y 64 años-, de acuerdo con los datos recogidos en el último informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2018. La tasa, pese a seguir por debajo de la media nacional (6,4%), marca una tendencia de mejora con respecto a la del ejercicio anterior. El Ejecutivo regional asegura que se encuentra al nivel de países como Japón, Francia e Italia y que las iniciativas lideradas por mujeres llevan tres años aumentando.

En los últimos años, el incremento del emprendimiento en la Región ha sido constante, aunque en los últimos ejercicios el ascenso ha sido más contenido. Los coordinadores de la obra, Alicia Rubio y Antonio Aragón, tienen claro el motivo y así lo expusieron en su presentación. «La intención de emprender, por parte de las personas que buscaban alternativas de ocupación en plena crisis, se estanca como consecuencia de la mejora de la economía y la mayor facilidad para el trabajo por cuenta ajena». Una circunstancia que puede variar en los próximos meses a raíz de la crisis de la Covid-19, como algunas organizaciones ya están percibiendo.

El Instituto de Fomento (Info) cuenta también con un informe realizado, con la intervención de la Universidad de Murcia (UMU), sobre el impacto del coronavirus en el emprendimiento en el marco de la Estrategia C(i*EMP), enfocada al impulso y apoyo del emprendimiento en la Región. En lo relativo a las dificultades que afrontarán los emprendedores en los próximos meses, este análisis destaca el no atreverse a asumir riesgos (57,2%), el pensar que no habrá suficientes fondos públicos (53,4%), seguidos, aunque en menor medida, del desánimo y la falta de interés personal (35,2%).

Guillermo Martínez y su socio Gerardo Verdú también aprovecharon los meses de confinamiento para dar forma a su proyecto de una academia 'online' para entrenadores y preparadores físicos de fútbol. Formados en Ciencias del Deporte, a estos dos jóvenes, de 28 años, ya les había picado el gusanillo del emprendimiento y fue precisamente ese camino el que les llevó a cruzar sus pasos. Coincidieron en la plataforma de apoyo colaborativo Murcia Emprendedora, que Guillermo creó hace un año y que ya aglutina a casi 400 personas que pretenden dar el paso de crear su propio negocio. «Un día de esos, hablando por videollamada y ante la incertidumbre que nos generaba esta situación, decidimos hacer algo», explica Guillermo. «Por el auge que está teniendo la formación 'online' pensamos que aquí había una oportunidad».

De esa unión surgió Elcuerpotecnico.com, una iniciativa aún en ciernes que esta semana afronta su primera prueba, la organización de un congreso gratuito con especialistas en la materia, y que, de aquí en adelante, pretende ofrecer formación 'online' de pago con algunas figuras señaladas del deporte regional. Estos dos jóvenes no se arrugan ante los malos presagios y las nubes negras que se ciernen sobre el panorama económico. «El emprendedor, por naturaleza, aprende a vivir con la incertidumbre», subraya Guillermo.

A través de la plataforma de apoyo colaborativo que lidera, este joven conoce cientos de casos de personas que han tropezado con la idea del emprendimiento buscando una alternativa ante la ausencia de puertas a las que tocar. «En épocas de crisis la gente acaba emprendiendo», subraya. «Si no tiene empleo, la gente tiene que vivir de algo».

Uno de cada cuatro emprendedores de la Región inicia su propio proyecto por la falta de alternativas de empleo. Conforme a los datos del informe GEM, el porcentaje de emprendimiento por necesidad es en la Región de un 27,1%, levemente inferior al de un año antes. El presidente de AJE reconoce la existencia de esta realidad que, asegura, vivió en sus propias carnes. «Yo monté mi empresa en 2010 en plena crisis», subraya. «Tenía dos opciones: o irme fuera o emprender». Aunque la crisis derivada de la Covid-19 podría volver a impulsar este fenómeno, a día de hoy la mayoría de los emprendedores -hasta un 68%- se lanzan al autoempleo al encontrar lo que creen es una oportunidad de negocio.

Ese el caso de Mayte Marín, que también está dispuesta a capear el temporal con grandes dosis de arrojo. Esta murciana de 31 años, que estudió Traducción e Interpretación y Periodismo, ha formalizado esta misma semana su proyecto, Sra. Kraut, una empresa volcada en revolucionar la alimentación con la introducción de alimentos fermentados, como la kombucha o el kimchi. Tras ocho años viviendo en Alemania y trabajando en el sector de la alimentación y el marketing, Mayte regresó recientemente a Murcia con la firme convicción de montar una empresa que ayude a la población a llevar una alimentación más saludable.

La crisis derivada de la Covid-19 no la ha hecho vacilar en sus planes. «Es una espina que tengo clavada desde hace tiempo y, aunque sean tiempos difíciles, creo que es lo que tengo que hacer», remarca. «El virus puede ser un obstáculo, pero también es una oportunidad. Creo que ha servido para que la gente se conciencie más sobre su salud». Mayte dará vida a su proyecto en un local propio en la capital. Aun así, reconoce que «es un desembolso muy grande para empezar» y asegura que «voy a empezar con lo mínimo». Esta joven insiste, no obstante, en que lleva años ahorrando para que Sra. Kraut pueda ser una realidad.

La falta de financiación es el principal problema con el que deben batallar los jóvenes que optan por ser sus propios jefes. El 74,2% de los encuestados en el informe GEM lo citan como el principal lastre, seguido de las políticas gubernamentales y las normas sociales y culturales. Al tratarse de proyectos nacientes que aún están lejos de consolidarse, las alternativas de financiación pueden verse reducidas por el propio riesgo. El fundador de la plataforma Murcia Emprendedora asegura que en la Región hay «muchísimas iniciativas por parte de la Administración pública», pero lamenta que éstas «no se dan a conocer lo suficiente». A su entender, el abanico de programas, ayudas y concursos es muy amplio, pero «al final nadie se entera de nada».

«La realidad de los jóvenes de hoy en día es muy difícil», recuerda el técnico de emprendimiento juvenil de Acción contra el Hambre. «No tienen ahorros y no quieren implicar a la familia». La ONG ofrece cuatro ayudas anuales de 2.200 euros para impulsar los proyectos empresariales de jóvenes.

En la Región, el Instituto de Fomento (Info) también ofrece una mano tendida a los jóvenes con aspiraciones empresariales. La Estrategia C(i*EMP), con una dotación de 175 millones de euros entre 2018 y 2021, recoge multitud de programas y ayudas. «Murcia es un lugar muy bueno para emprender», subraya el presidente de AJE. «Existen numerosas ayudas tanto del Info como, por ejemplo, del Ayuntamiento de Murcia». García reivindica, a nivel nacional, la tradicional demanda de cuota cero para los autónomos que afrontan sus primeros años. «Cuando empiezas no tienes ni para pagar el móvil», recalca.

Esther Pina tuvo muy claro desde bien joven que lo suyo era la música. Ahora, con solo 22 años, ultima los detalles de una empresa denominada Secret Sound. Esta firma está volcada en generar experiencias musicales y contenidos inclusivos y accesibles para personas con problemas de audición a través de implantes cocleares, intérpretes de signos, vibraciones... La originalidad de su iniciativa llevó a esta joven a alzarse con el último premio de proyectos empresariales de la Región. Esta veinteañera hace hincapié en que, pese a las incertidumbres, lo mejor de emprender es «que eres tu propio jefe y tú marcas el rumbo».

«A nivel personal, subraya, «crear tu propia empresa aporta mucho», aunque reconoce que «aún me tiemblan las piernas». Un miedo que, sin embargo, no es tan fuerte como su arrojo.