Los promotores reclaman las obras antirriadas y no limitar «más» las normas para urbanizar en la Región de Murcia

Todo ello, para proteger a las personas, las casas, las carreteras y los equipamientos públicos pero también permitir la construcción segura de nuevas viviendas. Apirm pide que los mapas de riesgos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) sean «rigurosos» y recojan el efecto positivo que tendrán las infraestructuras antirriadas. Y recuerdan el escudo que han supuesto para la ciudad de Murcia «las obras de defensa del último siglo».

«Lamentablemente, las administraciones van a tener la tentación de endurecer aún más las condiciones de desarrollo de los nuevos proyectos, para así evadir cualquier tipo de responsabilidad en episodios futuros. Pero nos estaremos engañando; el riesgo para nuestras ciudades seguirá muy alto mientras no acometamos las obras contra avenidas», indicó a LA VERDAD el presidente de Apirm, José Ramón Blázquez. Y dijo que «la normativa actual es ya extremadamente severa».

Los promotores apuntan que «nuestro clima nos sitúa como una de las zonas con más riesgo de inundaciones de toda Europa; que la Región de Murcia es muy poblada, puesto que la habitan más de un millón y medio de personas, muchas de ellas en zonas identificadas como inundables; y que la necesidad de vivienda está asfixiando a la población», lo que exige construir más casas. Por eso, piden construir «presas de laminación, encauzamientos, correcciones hidrológicas, colectores interceptores y cuencas de retención», con prioridad para las tres zonas con más riesgo, según los expertos: Campillo en Lorca, la cuenca del Mar Menor y el Campo de Cartagena y la margen derecha de la Vega Media del Segura.