El desabastecimiento en las farmacias alcanza a medio millar de medicamentos

Las farmacias de la Región y del resto de España afrontan desde principios del año pasado crecientes problemas de suministro que han afectado ya a 1.332 presentaciones de fármacos, lo que representa un incremento del 44% con respecto a 2017. Así se recoge en el último informe de la Agencia Española del Medicamento (Aemps), publicado esta semana. En algunos casos, el desabastecimiento ha sido solucionado a corto o medio plazo, pero en otros muchos los problemas continúan. A día de hoy, y según datos actualizados de la Aemps, es difícil, y en algunos casos imposible, localizar hasta 502 presentaciones en las oficinas de farmacia.

En su mayor parte, hay genéricos u otras alternativas terapéuticas disponibles. Sin embargo, en un 10% de los casos el impacto asistencial es potencialmente alto por la dificultad de encontrar tratamientos equivalentes. Las alertas se han activado ante el prolongado desabastecimiento de antiarrítmicos como el Apocard o antineoplásicos como el BCG intravesical (para cáncer de vejiga) y la Fludarabina (indicada para la leucemia linfocítica crónica). La Agencia Española del Medicamento ha tenido que tomar medidas, como la importación de fármacos o la paralización de las exportaciones, para garantizar el suministro a los pacientes. El Ministerio de Sanidad reunió ayer en Madrid a representantes de todas las comunidades para abordar el problema. Entre otras medidas, se ha puesto sobre la mesa el endurecimiento de las sanciones a las compañía farmacéuticas en función del impacto clínico y la gravedad del desabastecimiento generado.

La Aemps ya emitió un primer informe a mediados de 2018 advirtiendo del creciente problema de suministro en las farmacias. Ahora, ha publicado un segundo documento en el que se señala que a lo largo de todo el año se han recibido 1.332 notificaciones, lo que supone un 44% más que en 2017. En total, en España hay autorizados 14.189 fármacos, con 31.439 presentaciones. Esto significa que el problema ha afectado, en mayor o menor medida, al 4,2% de las presentaciones que hay en el mercado.

El informe de la Aemps subraya que durante 2018 «se observa un incremento muy importante de problemas de suministro». Una parte de este aumento se debe a la retirada de diferentes presentaciones de Valsartán -un medicamento antihipertensivo- tras haberse detectado impurezas en el producto, explican los técnicos de la Agencia. Sin embargo, este hecho puntual está lejos de explicar el problema global de los desabastecimientos, que afecta a otros muchos fármacos.

'La Verdad' ya informó el pasado mes de enero de las dificultades para encontrar en las farmacias de la Región más de 400 medicamentos, desde el Nolotil al Dalsy, pasando por otros tan comunes como el Primperan o el Adiro. Desde entonces, el problema se ha agravado porque, a día de hoy, la cifra supera los 500, según los datos actualizados de la Aemps. Siguen los obstáculos para encontrar, por ejemplo, Kreon, un fármaco indicado para facilitar la digestión y favorecer la absorción de alimentos en casos de insuficiencia pancreática. 'La Verdad' recogió las quejas de familiares de pacientes con cáncer de páncreas a los que les resultaba imposible acceder al Kreon. El Colegio de Farmacéuticos envió una circular para explicar que las oficinas deben solicitar directamente al fabricante los envases necesarios.

Los fallos de suministro afectan a todo tipo de medicamentos, pero fundamentalmente a aquellos que se dispensan con receta. En concreto, más del 70% de los desabastecimientos se refieren a estos fármacos. Por el contrario, los problemas son mucho menores para los productos que se venden sin prescripción, y que están por tanto libres de las limitaciones de precios que impone el Sistema Nacional de Salud. El último informe de la Aemps refleja con claridad esta situación, algo que para muchos resulta cuanto menos sospechoso. Por ejemplo, nadie encontrará dificultades para comprar Frenadol o cualquier otro antigripal, pero sí ha habido escasez de Stopcold, el único descongestivo financiado por el sistema público.

Tampoco hay problema alguno de suministro con el Fortasec, un antidiarreico que ha visto triplicarse su precio en seis años, de 2,81 euros a 8,95 por un envase de 20 cápsulas. El Ministerio de Sanidad ha decidido, de hecho, vetar un nuevo aumento de precio en este medicamento, según informó ayer 'El País'. Se trata de la primera vez que la Administración impide una subida del coste de un fármaco no financiado.

Para la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública (ADSP), los desabastecimientos están sacando a la luz los fallos de regulación en el mercado. «Este problema afecta a medicamentos en los que hay genéricos y que ya no son rentables para la industria», advierte Abel Novoa, vicepresidente de la ADSP. «Por ejemplo, hay problemas de suministro con los antineoplásicos más baratos, aunque sigan siendo esenciales, mientras que no los hay con los nuevos, porque la industria quiere imponer nuevas moléculas mucho más caras», señala Novoa.

Farmaindustria, sin embargo, niega la relación entre intereses económicos y los fallos de suministro, y señala que el problema obedece «a diversas causas», algunas de ellas inevitables, como problemas técnicos en las plantas de fabricación, retrasos en la provisión de las materias primas o aumentos inesperados de la demanda. La patronal apunta también a factores económicos y a prácticas poco éticas de las distribuidoras. Así, «la existencia de un diferencial de precios en distintos países europeos a veces provoca que comercializadores ajenos a las compañías farmacéuticas titulares del fármaco lo adquieran en un país de precio bajo para venderlo en un país de precio superior y obtener así un beneficio; es una práctica legal, pero la realidad es que puede generar desabastecimientos». El hecho de que España sea uno de los países con precios más bajos hace que «algunos medicamentos se vean afectados por estas prácticas».

Farmaindustria cuestiona también el modelo de precios de referencia en el Sistema Nacional de Salud, porque «pueden llegar a hacer inviable la comercialización de algunas presentaciones». Para combatir este problema, «y evitar que esos productos erosionados por los precios de referencia lleguen a desaparecer del mercado, o no sean atractivos para que otras empresas los produzcan, habría que proteger estas presentaciones con una normativa adecuada».

Según el informe de la Aemps, el 26% de los problemas de suministro están relacionados con la falta de capacidad para hacer frente a aumentos de la demanda. En otro 23% de los casos, se producen problemas de fabricación. La rotura del 'stock' por incrementos no previstos en las ventas está detrás del 15% de los casos. Hay también fallos en la calidad que obligan a retirar el producto, como ocurrió en el 19% de los desabastecimientos. Entre ellos, destaca el Valsartán.

La Aemps subraya que los problemas de suministro no solo se producen en España. En Francia, el porcentaje de medicamentos afectados creció un 30% en 2017, y en Reino Unido se ha producido un aumento del 130% en los últimos cinco años.