Los primeros pacientes con el 'síndrome Covid' llegan a la consultas de la Región de Murcia
Hay un consenso general entre los profesionales de que la 'segunda ola' derivada de la pandemia será de corte psicológico
Psicólogos y psiquiatras tienen ante sí un nuevo reto en el tratamiento de los efectos de la pandemia, una enfermedad que ha dejado tocadas a muchas personas, contagiadas o no, y que sufren ya o sufrirán lo que se considera como un síndrome post-Covid de corte psicológico. Ya empiezan a llegar a las consultas de la Región de Murcia o han pasado por los teléfonos de atención psicológica activados durante el confinamiento.
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El jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Morales Meseguer de Murcia, Mateo Campillo, explica cómo han vivido la pandemia tanto los pacientes psiquiátricos como el personal sanitario y otros grupos de primera línea; las personas que han sufrido la Covid y quienes no han llevado bien el confinamiento y el riesgo de contagio.
Desde el punto de vista de los pacientes psiquiátricos de largo recorrido, estos «han tolerado la situación mucho mejor de lo esperado a pesar de estar recibiendo un menor soporte sociosanitario» durante semanas, comenta el doctor. «Da la sensación de que hay un mecanismo tipo de 'ahora no me puedo poner malo', que es bien conocido en la población general en situaciones de estrés agudo, y que ahora hemos observado en toda su extensión y de forma inesperada en la patología psiquiátrica».
En cuanto al segundo grupo, el personal sanitario y otros grupos de primera línea desarrollaron en los primeros momentos un «estrés de combate», en el que predomina una reacción adrenalínica, una hiperactivación fisiológica mediada por el sistema simpático, que disminuye la sensación de cansancio y peligro, y produce un estado de hiperalerta.
Cuando el peligro disminuye se da paso al llamado en psicología 'desgaste por empatía', «en el que el profesional siente que no puede hacer más y vive como propias las penalidades de los pacientes», y que puede acompañarse de una percepción distorsionada de lo cotidiano (desapego o indiferencia)».
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En una tercera fase, en la que se estaría entrando ahora, aparecen otros síntomas: ansiedad, insomnio, sentimientos de desesperanza o depresión, y una sensación de irrealidad denominada disociación (sensación de sorpresa de ver que el mundo sigue funcionando), explica el doctor.
«Por lo general será algo leve y transitorio, con una vuelta progresiva a la normalidad, si bien aparecerán algunos casos que produzcan un daño psicológico más duradero, y que suele catalogarse como trastorno por estrés postraumático», señala. No duda de que pronto se describirá un 'síndrome psicológico post-Covid', tanto para los pacientes que lo han sufrido como para los profesionales que lo ha afrontado «sin la protección personal suficiente».
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Hay un tercer grupo de ciudadanos en los que han aparecido patologías psiquiátricas a causa de la pandemia y el confinamiento. En este caso, el psiquiatra destaca que hay un consenso general de que la 'segunda ola' de la pandemia será de corte psicológico
«Ya empezamos a atender casos nuevos y esperamos más para cuando los pacientes se armen de valor y acudan a nosotros», afirma. Y explica el caso de la primera paciente con fobia a contagiarse de la Covid. Tras varias semanas enclaustrada, toda su actividad se reducía a desinfectar las partes accesibles de su cuerpo cada pocos minutos y a buscar información sobre la enfermedad y sus formas de contagio. «Además del sufrimiento personal, su conducta ha hecho impracticable la convivencia, comprometiendo incluso su alimentación. Consiguió un EPI completo para acudir a la consulta, para susto de todo el personal».
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Los síntomas más repetidos entre los afectados por el confinamiento son el insomnio, las pesadillas, la ansiedad y la depresión.
Un cuarto grupo lo compondrían las personas que han padecido el virus. «Es quizá pronto para describir la patología psiquiátrica que a buen seguro acompañará a la convalecencia de supervivientes de la Covid», destaca Campillo, quien explica que en el Morales Meseguer se ha desarrollado un protocolo para evaluar y tratar desde el punto de vista psicopatológico y cognitivo a todos los pacientes que han sobrevivido a la UCI.
«Imaginen estar confinados en el domicilio o en un hospital, recién diagnosticados de una enfermedad potencialmente mortal, mientras ven en televisión las escalofriantes cifras de muertos diarios y todo tipo de informaciones sobre ausencia de tratamientos, empeoramientos inesperados, colapso de tanatorios, etc».
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Mujer de mediana edad
El Colegio Oficial de Psicólogos de la Región de Murcia puso en marcha, desde finales de marzo hasta el 6 de junio, un teléfono asistencial gratuito al que acudieron en su mayoría mujeres (un 75%), en un 50% de entre 30 y 50 años. La mayor parte de las consultas en un primer momento tenían que ver con situaciones de ansiedad y estrés por confinamiento y miedo al contagio, y en menor grado por angustia, tristeza y desesperación. «También hubo casos de sentimiento de culpa por no haber podido atender a familiares que finalmente murieron», señala la decana del Colegio, María José Catalán.
Al comenzar la desescalada, las consultas se centraban en el miedo a salir, porque aún estaba el 'bicho' (en el caso de los niños), o en el de los mayores, por temor al contagio y a morir, siendo población de riesgo. Empezó a haber consultas por ansiedad hacia la nueva normalidad y a cómo afrontarla, y por la angustia ante la crisis económica. «Ahora viene un periodo de adaptación a la nueva situación que no sabemos cómo va a afectar a los ciudadanos, por lo que creemos que es necesario reforzar al personal de los servicios de Psicología Clínica, porque seguramente se necesitará», subraya Catalán. Indica que ya hay estudios que hablan de que uno de cada cuatro españoles tendrá problemas de ansiedad y depresión por la pandemia, lo que se reduce a uno de cada tres entre los que han sufrido la enfermedad.
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Reclaman la presencia de psicólogos en Atención Primaria
Está demostrado: cuanto antes se detecte un problema psicológico en un paciente, antes puede tratarse y evitar que se convierta en un problema crónico que, entre otras cuestiones, eleve los costes sanitarios. Por eso, desde el Colegio Oficial de Psicólogos de la Región de Murcia, su decana, María José Catalán, reivindica la puesta en marcha de un servicio de Psicología en los centros de Atención Primaria de la Comunidad. «Ya hay dos experiencias en Lorca y Cartagena, pero pretendemos que se extienda por el resto de la Región y así se lo hemos comunicado a la Consejería de Salud», indica. Este modelo preventivo, en el que se trabajaría en grupos de terapia, abordaría los problemas desde los primeros síntomas.
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