El PP sube impuestos y tasas en 20 de los ayuntamientos de la Región de Murcia en los que gobierna

En 20 de los 30 municipios con alcaldes del PP, los contribuyentes están pagando más, bien sea por el recibo de la contribución el sello del coche, la factura del agua o la utilización de instalaciones municipales. Una circunstancia que causa cierto desconcierto entre los vecinos, pues contradice los postulados fiscales del partido a nivel estatal y regional.

Así, el principal tributo que gestionan los ayuntamientos, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), ha subido desde las últimas elecciones de 2023 en Murcia, Molina, Alcantarilla, Archena, Caravaca de la Cruz, Fortuna, Moratalla y San Javier. En todos estos consistorios gobierna el PP con mayoría absoluta, con excepción de Molina de Segura, donde mantiene una coalición con Vox.

A este club se puede sumar próximamente Abanilla, cuyo equipo de gobierno llevará al Pleno de noviembre una modificación de la ordenanza del IBI y solo necesita los votos de los ediles populares para aprobarlas. En principio, solo se plantea una leve subida a los bienes inmuebles de carácter especial (Bices).

No obstante, estos ejecutivos populares han intentado paliar los incrementos en estos impuestos estableciendo nuevas bonificaciones y rebajando o congelando otras tasas. Murcia, por ejemplo, exonerará a los ciudadanos de la capital de abonar dinero en el caso de que tengan que llamar a los bomberos ante cualquier emergencia que sufran.

Otro tributo local que ha aumentado en varios municipios es el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que en los últimos tiempos se aplica principalmente a huertos solares. Desde 2023, los recibos se han revisado al alza en Blanca, Santomera, Fuente Álamo y San Javier. En el caso de los dos primeros consistorios, fuentes municipales matizan que no se eleva el tipo, sino que se aplican nuevas bases imponibles más acordes a los precios actuales.

Capítulo aparte merece la tasa de basuras, que se dispara en prácticamente todas las localidades, ya gobiernen PP o PSOE. Esto se debe a la aplicación del nuevo impuesto de residuos, que el Gobierno de España transfirió a las comunidades para que los ayuntamientos asuman la gestión y el reciclaje de los desechos.

Cartagena (PP y Vox), que en este primer año y medio de mandato se caracterizó por mantener una política de baja presión tributaria, en línea con la visión liberal, aprobó el pasado verano una subida del 17% en esta tasa de residuos, a la que hay que sumar un incremento de 2 euros por contador para la mejora de la red de saneamiento de agua. Asimismo, en Lorca, donde también gobierna una alianza entre los populares y Vox, se actualizó al IPC la tarifa del agua, con la justificación de que se acometerán actuaciones en la red.

Por su parte, se han registrado incrementos de diferentes tasas y precios públicos por distintos servicios (utilización de piscinas y pabellones, vados, zona azul, terrazas, escuelas infantiles, expedición de documentos, tenencia de animales) en Pliego, Puerto Lumbreras, Las Torres de Cotillas, Jumilla y Yecla. En Alhama lo que se hizo fue recuperar la tasa de terrazas suspendida durante los años de la pandemia.

Hasta ahora, no consta que se haya aplicado ninguna subida de impuestos, tasas municipales o precios públicos en Albudeite, Cehegín, Cieza, Ojós, La Unión, Ricote, San Pedro del Pinatar, Torre Pacheco, Totana y Ulea.

Por su parte, el vicesecretario de Economía del PP regional, Luis Alberto Marín, declaró a LA VERDAD que el partido respeta la autonomía fiscal de los municipios y reconoce la mayoría de ayuntamientos tienen problemas en sus cuentas. Y señala como causa del problema el modelo de financiación autonómica. «Mientras seamos la comunidad peor financiada de España, no podremos abordar una mejora de la financiación local, ambas van concatenadas», afirmó Marín.

En algunos casos, dice el también consejero de Hacienda, la maltrecha situación de las arcas locales viene motivada «por anteriores gobiernos del PSOE, algo que están solucionando nuestros alcaldes con buena gestión, como en el caso de Molina, que ha reducido a cero su deuda».