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Jueves, 21 de marzo 2019, 03:15
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Un nuevo registro policial en la residencia de ancianos Club ILE (Institución López y Espejo), cuyos propietarios están siendo investigados por presuntos tratos vejatorios a los ancianos y un buen puñado de supuestos delitos más, permitió encontrar ayer tarde unos 100.000 euros en metálico en el interior de una caja fuerte, que estaba camuflada en la cocina del inmueble y que hasta el momento había pasado desapercibida para los investigadores de la Jefatura de Policía.
Los agentes de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) y de Delitos Económicos (UDEF) de la Policía Nacional se presentaron a primera hora de la tarde en la residencia de la calle San Antonio de Murcia para practicar un nuevo registro, el tercero o el cuarto que se efectúa en los últimos días y que el juzgado había ordenado después de que algunos datos apuntaran a la existencia de una caja acorazada oculta en el mobiliario de la cocina.
Todos los datos indican que esa información ha podido surgir de fuentes muy próximas a los sospechosos; esto es, del matrimonio arrestado, formado por Julián Ramón L. y Manuela F., y de su hijo, Julián L., quienes permanecen en dependencias policiales a la espera de ser puestos a disposición judicial a lo largo de la mañana de hoy. El letrado defensor de la familia, Fermín Guerrero Faura, permaneció nuevamente toda la tarde en el interior de las instalaciones, siguiendo la evolución de las indagaciones policiales y pendiente de garantizar el respeto a los derechos de sus clientes.
Fuentes próximas a la investigación indicaron que la Policía podría haber recibido en las últimas horas un mensaje de una persona muy próxima a la familia arrestada, en la que se señalaba que la residencia de ancianos contaba con unas medidas de seguridad excepcionales y que existían varias cajas fuertes, perfectamente escondidas. Incluso apuntaba a que una de ellas estaría oculta en el techo de la cocina y otra, detrás de algún electrodoméstico, del tipo de un microondas o similar.
Esta última es la que en apariencia habría sido hallada ayer tarde por los integrantes de la comisión judicial que intervino en el registro. Además de la mencionada cantidad de dinero, los investigadores intervinieron en esa caja fuerte diversa documentación y algunas escrituras y poderes notariales, que se confía en que puedan resultar de gran importancia a la hora de hallar pruebas de la supuesta apropiación ilícita de dinero y bienes de algunos residentes.
La Policía Nacional imputa a los tres responsables de ese establecimiento una larga retahíla de delitos, desde presuntas coacciones, detención ilegal, apropiación indebida, estafa e intrusismo, hasta lesiones, trato degradante, organización criminal, delito contra la salud pública, contra los derechos de los trabajadores y robo con violencia.
Ya en un primer registro del centro, tal y como avanzó 'La Verdad', los agentes hallaron al menos un revólver y dos pistolas Taser, que producen descargas eléctricas de gran potencia y cuya posesión está prohibida por la legislación española, así como dos escopetas de caza.
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