Borrar
El personal del Restaurante Bar Colina, en el bien surtido expositor del establecimiento.
Tradición y brasas
GASTRONOMÍA

Tradición y brasas

Colina reúne cuatro espacios diferenciados -bar, comedor diario, de carta y eventos- con una carta de platos clásicos y carne a la brasa

SERGIO GALLEGO

Viernes, 24 de febrero 2017, 23:54

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Si haces algo, hazlo bien. Aunque no sea original, novedoso, único, el más bonito o el primero en hacerlo, hazlo bien. Porque hagas lo que hagas, aunque sea un huevo frito, si eres el mejor o de los mejores, venderás tantos huevos fritos que te faltará sitio en el restaurante». Algo así, más o menos, debe de ser el lema del Restaurante Bar Colina, donde, aunque hay detalles, platos, con capacidad de mejora, en líneas generales encontramos un local del todo recomendable.

Evidentemente, en Colina no podemos ir buscando la originalidad, creatividad y demás historias que buscamos de vez en cuando para evadirnos de la rutina gastronómica, pero siendo un restaurante tradicional, y que Adrià me perdone, es un local a tener muy en cuenta para nuestros homenajes a base de marineras, calamares, pulpo al horno y carne a la brasa.

El local cuenta con cuatro zonas bien diferenciadas: bar, comedor para menú del día, comedor con mantel de tela y zona para eventos. De hecho, el precio del menú del día cambia literalmente porque «en aquel comedor el mantel es de papel». Sea donde fuere, en Colina se puede comer cualquier cosa que esté en la carta o en el menú, aunque, obviamente, haya un suplemento por gastos de lavandería, vajilla y demás historias.

La oferta, como digo, es típica del restaurante murciano. Quizás una buena selección de mariscos más apropiada para el fin de semana intenta erguirse entre las páginas de la carta, pero en líneas generales encontramos lo de siempre: croquetas, marineras, matrimonios, pimientos rellenos, almendras con hueva, entremeses, verduras a la plancha, etc. Después encontramos diferentes carnes para hacer a la plancha, incluida la rubia gallega, varios pescados a la plancha y asado de cordero y paellas por encargo.

La parte de los aperitivos me da una cal y otra de arena. La croqueta de marisco está rebozada con pasta kataifi -unos fideos muy finos- y la textura crujiente del exterior hace una combinación perfecta con la sedosidad del relleno o bechamel, aunque el sabor a mar no lo encuentro por lado alguno. El pulpo -a 1,90 euros el trozo- se presenta firme y un tanto reseco por la parte de los tentáculos, pero correcto de sabor. Más completo encuentro el caballito, que presenta un delicioso rebozado de masa orly y, aunque la gamba no sea la mejor que te vayas a comer de aquí a Semana Santa, el resultado en su conjunto es más que satisfactorio.

Entre la carne a la brasa que embaularme me plantean serias dudas el chuletón y las costillas de cabrito a la brasa. Después de casi una reflexión a la altura de la que tuvo en su día Luis Aragonés cuando dejó a Raúl en su casa para ganar la primera Eurocopa, me decanto por las chuletas. A diferencia del Sabio de Hortaleza, quien se trajo el trofeo, yo casi diría que me equivoco en la elección. No me malinterpreten, la carne está perfectamente cocinada, el sabor es limpio y elegante, pero el tamaño del bicho es un poco mayor de lo que esperaba y la textura no termina de enamorarme. Las costillas vienen acompañadas de unas patatas panaderas confitadas para quienes comemos dos veces antes de dar explicaciones. Me queda la duda del chuletón y de la calidad de las costillas de cordero, que me dejo para una pronta visita.

Para terminar, una decena de postres caseros. Ya sabéis: pan de calatrava, tarta de la abuela, etc, y tocino de cielo. Cremoso, suculento y con cuerpo, la desorbitada cantidad de la ración es ideal para dos o tres personas. El café, 100% arábica y la cara del camarero ante mi rechazo de la gentileza de la casa del chupito de licor de hierbas, la decepción personificada. No hay costumbre.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios