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Alberto Castillo Baños, en el Patio de los Ayuntamientos de la Asamblea Regional, ayer al mediodía. José María Rodríguez / AGM
Alberto Castillo: «No voy a permitir una palabra más alta que otra»

Alberto Castillo: «No voy a permitir una palabra más alta que otra»

«No voy a permitir que la Cámara sea un guirigay. Estoy dispuesto a expulsar al diputado que no se comporte», afirma el presidente de la Asamblea Regional

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Sábado, 15 de junio 2019, 02:14

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La elección del diputado de Ciudadanos Alberto Castillo (Murcia, 1955) como presidente de la Asamblea Regional, gracias al acuerdo entre el PP y Cs, ha despertado el interés en la política y la sociedad civil por ver cómo alguien sin experiencia política se desenvuelve en el papel de segunda autoridad regional y responsable del Parlamento autónomo en la que se presenta como la legislatura más compleja. Periodista con más de treinta años de trayectoria en la radio, y apasionado de las tradiciones y el folclore murcianos, Castillo se lo toma con tranquilidad, buena voluntad y mucho esfuerzo.

-¿Por qué Ciudadanos le escogió a usted para el cargo, siendo el diputado con menos experiencia política de su grupo? ¿Quizás por su condición de independiente?

-No lo sé. Son cosas ajenas a mí. Me llaman a las siete o las ocho de la tarde del día antes de la constitución de la Asamblea y me lo sueltan, tal cual. Yo me quedo a cuadros...

«Me llamó Fran Hervías para proponérmelo el día antes y me quedé sin habla, descompuesto»

-¿Quién es el que le llama?

-Me llama Fran Hervías [secretario de Organización de la dirección nacional de Ciudadanos] y me dice que soy el candidato del partido para presidir la Asamblea. Yo me quedo absolutamente descolocado, e inmediatamente después se publicó la noticia. ¿Por qué yo? No lo sé.

-¿En ningún momento dudó en aceptarlo?

-Me puse muy nervioso, le dije que me diera un par de horas para pensarlo, pero me contestó que no me podía dar ni media hora. Yo, sinceramente, me quedé sin habla, me quedé descompuesto. Con lo cual, lo que le dije es: 'que Dios me ayude y hacer lo que tengáis que hacer'. Y, respondiendo a su pregunta, a mí no me dicen motivos ni razones. Quizás, a lo mejor, por el hecho de ser independiente. Yo me debo a un partido, pero no llevo el carné en el bolsillo. Y también, esto es cosa mía, como soy conocido en la sociedad murciana... y, además, mi amor a Murcia no tengo que demostrarlo. A lo mejor todo eso también influyó, pero eso son hipótesis mías.

«El presidente de la Asamblea quiere diálogo y unión entre todos, incluido Vox»

-¿Cree que puede pesarle esa inexperiencia en un cargo de tanta importancia política e institucional y en una legislatura tan complicada como esta?

-Procuraré que no.

-¿Cómo piensa compensar esa falta de experiencia política?

-Con lo que he estado haciendo estas 72 horas que llevo en el cargo. No voy a quedar bien, pero tengo que reconocer que no duermo, apenas tengo ganas de comer, soy un esclavo del despacho. Con Encarna, la directora jurídica de la Asamblea, estoy viendo leyes sin parar. Estoy haciendo un rodaje en estos tres días que equivale a tres meses. Me he entregado por completo. Primero porque la idea efectivamente me gustó; segundo porque para mí la responsabilidad es inmensa, y aún no ha empezado. Soy de los que echan toda la carne en el asador. Por mí no va a quedar. El aprendizaje es contra reloj, estoy con esto las 24 horas.

«Si todo lo malo que se vaya a decir de mí es mi lengua suelta en Twitter, pues que sigan»

-Usted ha sido muy tuitero y se ha metido en muchas polémicas. ¿Ha borrado muchos tuits de su cuenta en los últimos días para que no le creen problemas ahora?

-No. Si todo lo malo que se vaya a decir de mí es mi lengua suelta en Twitter, pues que sigan. No he tocado nada de eso. Todo el mundo tiene un pasado y yo no voy a renunciar al mío. Todo el mundo, en algún momento, se ha expresado libremente. Y yo siempre me he expresado como soy. También le digo que hoy no lo haría, porque yo ya soy otra cosa, pero hasta ayer era un hombre particular para el que la libertad de expresión estaba por encima de cualquier otra cosa. Es más, le digo una cosa... no es que yo me compare ni muchísimo menos, pero San Pablo empezó matando cristianos y luego fue padre de la Iglesia actual. Podía haber cerrado mi página de Twitter, pero no lo voy a hacer. Ahora, ya le digo, desde el Pleno de mi elección hasta hoy no he abierto Twitter.

-¿Cuánta autonomía tuvo la dirección regional de Cs para negociar el acuerdo con el PP que le llevó a la presidencia de la Asamblea?

-No tengo ni idea. He sido ajeno a la mesa de negociación y no me he enterado de nada. Ni he preguntado por ello porque como no era cosa mía, no me inmiscuía.

«Es una etapa pasada. A mí no me gustan los políticos dando pregones. Zapatero a tus zapatos»

-¿Y cree que el acuerdo para la gobernabilidad de la Región es ya irreversible, como todo parece indicar?

-No lo sé, palabra de honor, no tengo ni repajolera idea. Lo que sí sé es que las conversaciones siguen, pero de ahí no paso. Porque, además, el presidente de la Asamblea está por encima de todo eso, que se entiendan y se aclaren ellos.

-En su discurso, tras su elección, apostó de forma vehemente por el diálogo y el consenso...

-Eso es lo que yo quiero.

-¿Teme que no sea así en una Cámara tan fragmentada, con cinco grupos, y con algunos tan dispares como Podemos y Vox? ¿Le preocupa que la Asamblea se convierta en un guirigay?

-No lo voy a permitir. En el momento en que haya una palabra más alta que otra o haya una descalificación, estoy dispuesto a cortar el Pleno, llamar al orden, y si el diputado o diputada que fuera no se comporta, expulsarle de la Cámara. No voy a permitir ni una falta de respeto. Con educación, con respeto, todo lo que sea, pero sacar los pies del tiesto y convertir aquello en un patio de colegio no lo voy a permitir. Eso se lo garantizo. Yo soy un enamorado de la Transición, que es una época que viví. Se consiguió diálogo y consenso entre fuerzas extremas, además, en un clima de violencia tremenda, por qué ahora no se puede hacer igual.

-¿Cómo encaja su apuesta por el diálogo con el hecho de que su partido se niegue a negociar con Vox?

-Una cosa es el partido, y ya no me refiero a Ciudadanos, sino a cualquiera, y otra cosa es el presidente de la Asamblea. Y el presidente de la Asamblea, y esto quiero que quede muy claro, quiere diálogo y consenso y unión...

-¿Incluido con Vox?

-Con todos, con todos. Quiero acuerdos porque será por el bien de la Región de Murcia. Yo estoy aquí por amor a Murcia, puede quedar muy tópico y lírico, pero así. Yo no tenía ninguna necesidad, ya tenía mi hipoteca pagada, era un pensionista hasta la víspera del Pleno -ahora ya he tenido que renunciar- y gracias a Dios tengo todas mis necesidades cubiertas. Cuando me propusieron ser diputado, me dije, pues sí, voy a trabajar por Murcia. Estoy aquí por amor a mi tierra, y lo saben los que me conocen. Y los ciudadanos nos han puesto aquí para que nos entendamos. Si hubieran querido los viejos clichés del bipartidismo, ahora no estaríamos hablando usted y yo. Estamos en una sociedad abierta y democrática y Vox ha tenido sus votantes para que ese partido les represente. Por eso, allí dentro hay que hablar entre todos, entre los cinco grupos.

-Comentó en su discurso que su elección rompía el bipartidismo, porque es el primer presidente del Parlamento que no es del PP ni del PSOE, pero en realidad estos partidos siguen siendo los que dominan la escena política. En realidad parece que más bien han salido rearmados en las últimas elecciones.

-La noche del 26-M esa es una de las lecturas que yo hice. Con algo más de fragmentación, pero sí parece que salieron reforzados. No soy antropólogo ni politólogo ni me voy a pasar de listo, por lo que explicaciones no tengo. Pero, fíjese, en las generales no pasó eso, aunque en las municipales sí.

-Aparte del diálogo y el consenso, ¿se ha planteado algún otro objetivo durante su mandato?

-Me gustaría, si fuera posible, que dentro de cuatro años dijeran de mí eso precisamente: 'fue un hombre que buscó el diálogo'. No quiero más. Se ha referido al discurso tras mi elección, que se criticó mucho, pero, y con esto no me estoy disculpando, que alguien se dé cuenta de lo que es sentarse ante el ordenador con la pantalla en blanco, a la una de la madrugada, para hacer un discurso que tienes que dar en la Asamblea por primera vez en tu vida. Menos mal que algunos tenemos cierta facilidad. Tampoco era un discurso de investidura, pero tenía que aludir a la importancia de aprobar unos presupuestos, fundamentales para que la Región avance. También hay que luchar con las uñas, los dientes y el alma, si hace falta, porque no nos toquen una gota del Tajo. Hay que mejorar la sanidad, eso no es un secreto para nadie. Y cómo no me voy a acordar del problema del Mar Menor cuando estoy en el atril de la Asamblea, hay que luchar por él casi con el mismo empeño que por el Tajo, porque también es un motor económico para la Región. Y, además, creo que la inmensa mayoría de los murcianos están hasta las narices de que los políticos se estén matando entre ellos. Vamos a arreglar las cosas, señores, y a darle nosotros mismos dignidad a este trabajo. A todo eso es a lo que quería referirme en mi discurso.

-¿Va a echar de menos su faceta de pregonero?

-Bueno, esa ya es una etapa que ha pasado.

-Pero podría seguir dándolos, hay políticos que lo hacen.

-Claro que podría. Pero aquí te da su opinión Alberto Castillo, no el presidente de la Asamblea: a mí no me gustan los políticos dando pregones. Zapatero a sus zapatos.

-¿No le gustó entonces el pregón del presidente regional, Fernando López Miras, en la Semana Santa de Lorca, o el del secretario general del PP, Teodoro García Egea, en la de Murcia?

-No, una cosa es el pregón, y otra que el que lo dé sea un político. El pregón de López Miras me gustó, y el de Teodoro García Egea, también. Lo que yo no veo es al político quemándose dando pregones.

La próxima semana iniciará las consultas para proponer un candidato a presidente

El presidente de la Asamblea, Alberto Castillo, tiene previsto iniciar a finales de la próxima semana las consultas con los cinco grupos parlamentarios para proponer posteriormente un candidato a presidente en el debate de investidura, previsto para finales de este mes o inicios de julio, y para el que el favorito es el candidato popular, Fernando López Miras. Este lunes está prevista la primera reunión de la Mesa de la Asamblea para tomar decisiones sobre los medios y dotación de los grupos parlamentarios.

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