Peñalver no se conforma con la prescripción y pide que se le declare inocente

Joaquín Peñalver, antiguo jefe de Planeamiento de la Gerencia de Urbanismo de Murcia, tuvo ayer una clara oportunidad de poder levantarse del banquillo de los acusados, desearles suerte a Miguel Ángel Cámara y a Pedro Morillas y marcharse a tomar unas cañas, con las que celebrar merecidamente que había salido absuelto del 'caso Nueva Condomina'. Pero no lo hizo. Renunció a hacerlo, lo cual constituye probablemente un hecho inédito en la historia reciente de los tribunales murcianos y, quién sabe, quizás de toda España.

Sus abogados, José Pardo-Geijo y Raúl Pardo-Geijo Ruiz, aprovecharon el turno de las cuestiones previas al juicio propiamente dicho para dejar constancia de que los hechos que se atribuían a su cliente estaban prescritos. Y ello en virtud de que, cuando fue imputado en el año 2010, ya habrían transcurrido de largo los diez años de plazo máximo legal existentes para perseguir el delito de prevaricación, del que Peñalver viene siendo acusado por un par de informes técnicos que redactó sobre el proyecto Nueva Condomina.

El fiscal, Juan Pablo Lozano, vino a aceptar que tal circunstancia podría efectivamente haberse producido, por lo que bastaba con que la magistrada Navarro Abolafio así lo declarara para quedar exculpado. Pero, lejos de aceptarlo como el regalo que era, sus letrados defensores expresaron la voluntad del acusado de someterse al juicio con el único propósito de intentar demostrar su inocencia. «No quiere que se publique que ha quedado absuelto porque el delito ha prescrito», explicó el letrado José Pardo-Geijo a la magistrada: «De forma que si usted considera que no cometió delito, mi cliente quiere que entre al fondo de la cuestión y que así lo refleje en la sentencia, porque ya es la única satisfacción que puede obtener».