Un panel de expertos plantea veinte grandes medidas para prevenir nuevas inundaciones
Representantes de la UE, Aemet, el Instituto Euromediterráneo del Agua, universidades y colegios profesionales perfilan un plan para actuar en las tres zonas más vulnerables de la Región
Las zonas de la Región más vulnerables a las inundaciones y los efectos devastadores de la DANA, cada vez más frecuente, deben fortalecer sus defensas ... a corto y medio plazo con 22 obras y actuaciones que han sido propuestas por el panel de expertos que ha trabajado en el último año en la búsqueda de soluciones de amplio espectro. El documento estratégico se presentará el mes que viene, coincidiendo con el primer y triste aniversario de la DANA que arrasó la Región, la cual dio pie a la creación de este grupo de trabajo para la prevención de inundaciones, coordinado por la Consejería de Fomento.
Las medidas planteadas tienen un largo alcance y se complementan con las obras de emergencia que ha ejecutado la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para reparar los numerosos daños causados por la DANA. El panel apuesta por acometer infraestructuras previstas desde hace años y pendientes de ejecución, como la construcción de presas, obras de encauzamiento y laminación y sistemas de drenaje; además de actuaciones sobre la corteza vegetal, el fomento de las buenas prácticas agrícolas y una adecuada disciplina urbanística. Esta se considera esencial para favorecer la evacuación de las aguas y reducir el impacto de las avenidas.
Las obras propuestas, pendientes de ser cuantificadas, deben contar con el respaldo de los ayuntamientos afectados, y sobre todo del Ministerio para la Transición Ecológica, ya que diez actuaciones dependen de la CHS. De hecho, algunas están recogidas en su plan contra las inundaciones. La Comunidad Autónoma se haría cargo de otros ocho proyectos, y el resto sería responsabilidad de los municipios.
El documento estratégico se presentará el mes que viene y propone nuevas presas que proyectó la CHS pero que no se construyen por falta de dinero
Las actuaciones para minimizar el impacto de las lluvias torrenciales están focalizadas en las áreas geográficas más castigadas tradicionalmente por las inundaciones, como el Mar Menor, la zona del Campillo de Lorca y el eje Alquerías-Beniel-El Raal, en el cauce del Segura. «La anticipación movió al Gobierno regional a crear este panel. No queremos que nada de lo sucedido caiga en el olvido y pretendemos volver a tomar ventaja y diseñar medidas de corto, medio y largo plazo que minimicen los daños futuros», señalan fuentes del Gobierno regional.
Fenómenos en aumento
El documento estratégico pone de manifiesto que, aunque los procesos de lluvias torrenciales han sido comunes en el Mediterráneo Occidental, su intensidad y frecuencia, sin embargo, están aumentado, y todos los estudios científicos concluyen que este proceso seguirá creciendo en los próximos años debido al cambio climático. El Ejecutivo regional indica que muchas actuaciones han sido analizadas y se encuentran proyectadas en el vigente Plan de Gestión de Riesgo de Inundaciones, elaborado por la Confederación Hidrográfica del Segura en 2015. «Solo falta la voluntad política y la disponibilidad presupuestaria para ponerlas en marcha», apunta.
Además de las obras hidráulicas, es necesario poner en marcha soluciones basadas en la naturaleza, que actúan a favor del medio en lugar de enfrentarse a él para mejorar la infiltración de las aguas. Para ello, proponen parques inundables, pavimentos filtrantes, sistemas urbanos de drenaje sostenibles y cubiertas bioclimáticas. En esta línea ya está trabajando la Consejería de Fomento de la mano de la Universidad Politécnica de Cartagena. «Estas actuaciones, junto con las obras públicas de regulación y laminación en los cauces, son imprescindibles para que las inundaciones no vuelvan a repetirse, con un colaboración leal y efectiva entre el Estado, las entidades locales y la Comunidad Autónoma», añaden fuentes de la Consejería de Fomento.
Laminar avenidas en Lorca
En la zona del Campillo de Lorca es necesaria la conexión de los canales de riego con la rambla de Biznaga para que estos actúen como red capilar de desagüe de toda la llanura de inundación.
También urge la construcción de un colector para trasladar las aguas residuales y pluviales del polígono industrial de Lorca a la depuradora. Plantean además el encauzamiento de la rambla de Biznaga aguas arriba de su intersección con la carretera que conecta Lorca con Purias.
La obra más destacada es la construcción de presas de laminación por parte de la CHS en las ramblas de Béjar, La Torrecilla y Nogalte, para suavizar las avenidas en las zonas altas de la cuenca.
Los expertos también plantean soluciones basadas en la naturaleza, buenas prácticas agrícolas y una adecuada planificación urbanística
El acuífero y el Albujón
En el Campo de Cartagena, el panel de expertos considera urgente rebajar el nivel del acuífero, actualmente rebosante. Es la primera medida que debería llevar a cabo la Confederación Hidrográfica para detener las inundaciones en los municipios del Mar Menor. Argumentan que la situación del acuífero puede provocar que unas lluvias más o menos ordinarias estén produciendo inundaciones extraordinarias.
«No es normal que se produzcan estas inundaciones con avisos de nivel amarillo» explica el consejero Díez de Revenga. «De nada sirve adoptar medidas que favorezcan la infiltración si no hay espacio disponible en el subsuelo para esas aguas». El documento se centra en el cauce principal de la llanura, la rambla del Albujón, que no es permanente y tiene una longitud de dominio público hidráulico registrada por la CHS de 42 kilómetros, con una amplia cuenca de 746 kilómetros cuadrados. «Fuera de este cauce, el drenaje natural se organiza a base de ramblas y ramblizos que, en muchos casos, carecen de cursos regulares y permanentes», indica el consejero. «No es extraño que haya tramos que desaparecen, lo que provoca inundaciones cuando hay lluvias torrenciales».
Las actuaciones propuestas se centran en las ramblas de la Maraña, Cobatillas, La Higuera, El Albujón, el Miedo y la Carrasquilla, lo cual impediría inundaciones en los municipios de Los Alcázares, San Pedro del Pinatar, San Javier, Cartagena, y de las pedanías de San Cayetano, El Mirador, Lo Romero y Los Sáez.
Presa de Tabala
En la margen derecha de la Vega Media es imprescindible la construcción de la presa de la rambla de Tabala para prevenir las riadas que padecen frecuentemente Alquerías, El Raal, Zeneta y el municipio de Beniel. Esta presa está incluida en el Plan de Riesgos de Inundaciones de la CHS, por lo que la Comunidad ha reclamado al Estado que retome el proyecto que se redactó en 1996. Esta obra se complementará con reforestaciones que restablezcan la cubierta vegetal en la parte alta de la cuenca, disminuyendo la erosión.
Igualmente, hay que establecer sistemas de retención, con soluciones basadas en la naturaleza que reduzcan las escorrentías en las zonas urbanizadas.
Un equipo técnico multidisciplinar para buscar soluciones
El panel de expertos está formado por un representante de la Comisión Europea, Peter Salomon; el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología, Juan Esteban Palenzuela; el director del Instituto Euromediterráneo del Agua, Francisco Cabezas; los profesores universitarios Encarna Gil, Luis Altarejos y Juan Senent; dirigentes de la Federación Regional de Empresarios de la Construcción (Frecom) y del Colegio de Ingenieros de Caminos; así como los técnicos de los departamentos de Agua, de Territorio y Arquitectura de la Comunidad Autónoma. También de de Seguridad Ciudadana y Emergencias. El consejero de Fomento dijo que estos expertos han planteado «posibles soluciones de carácter general para mejorar la gestión del riesgo de inundación desde una perspectiva técnica abordando el problema en su integridad, independientemente de a qué administración corresponde desarrollar las soluciones sugeridas». La CHS asistió a las primeras reuniones.
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