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Reme, Antonio Martínez, el alcalde José Vélez, Antonio Huertas, Eva, Lola y Javier Jiménez, ayer, tras las reunión celebrada en la sede del Info. Nacho García / AGM
Antiguos empleados de Conservas Fernández tras el sueño de recuperar La Diosa

Antiguos empleados de Conservas Fernández tras el sueño de recuperar La Diosa

Los trabajadores que han adquirido la maquinaria de Conservas Fernández confían en el Info para abrir la fábrica

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Martes, 9 de octubre 2018, 02:28

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«Se me caía el alma al suelo de pensar que alguna vez tuviera que desmontar las líneas de producción de mi empresa, a la que llegué cuando acabé la mili, tal como he tenido que hacer en otras industrias emblemáticas de la Región. Por eso estamos muy esperanzados con el reto de volver a poner en marcha Conservas Fernández», resaltó ayer a 'La Verdad' Antonio Martínez, 60 años, encargado de producción de la histórica fábrica calasparreña. Una aventura mercantil a la que se ha lanzado junto a un grupo de soñadores, entre los que están vecinos suyos como Juanjo, Reme, Eva, Lola, Mariana, antiguos trabajadores también de la planta que se fueron al paro con un ERE en 2009, tras el cierre.

La plantilla espera la mediación del Instituto de Fomento con los bancos que poseen las instalaciones, además de poder acceder a las ayudas a la industria

Aunque todos ellos son solo las cabezas visibles de un proyecto que aspira a incorporar a casi 400 personas que se quedaron sin trabajo entonces, bajo el liderazgo de Antonio Huertas, al frente de la consultora Alternativas, el asesoramiento de Javier Jiménez (UGT) y el espíritu combativo del muñidor de la operación, el primer edil, José Vélez, «quien ha luchado como nadie para hacer esto una realidad», reconoce Martínez.

Sin olvidar que detrás estaba empujando todo el pueblo de Calasparra, que se ha implicado siempre para no dejar morir La Diosa, tal como se conoce a la emblemática marca creada por la familia Fernández, originaria de la pedanía de La Copa de Bullas. De hecho, esta industria llegó a ser el motor económico de la localidad y daba empleo a personas procedentes de otros municipios de la comarca del Noroeste.

De ahí el enorme impacto que se ha generado tras conocerse que un grupo de extrabajadores se habían adjudicado la maquinaria de la planta por un importe de 132.100 euros, en la subasta judicial que se celebró el pasado 1 de octubre, con el objetivo de volver a producir. Y, además, de que su pretensión es hacerlo de forma inminente, ya que se han marcado el primer trimestre de 2019 para poder comenzar a fabricar.

Respaldo regional

Los impulsores de la iniciativa se reunieron ayer, precisamente, en la sede del Instituto de Fomento (Info), con su director, Joaquín Gómez, en un primer encuentro de trabajo en el que además de pedir el apoyo para acceder a ayudas a la industria, solicitaron su mediación para contar con el apoyo de las entidades financieras dueñas de las instalaciones, tras los préstamos concedidos con el aval de la Comunidad, así como para tratar de recuperar la vieja marca La Diosa para tratar de volver a ponerla en valor con el nuevo proyecto.

Antonio Martínez, testigo director de los buenos y malos momentos, tras casi cuatro décadas vinculado a la planta calasparreña, está convencido de la viabilidad del reto y de que «beneficiará a toda la Región». Igualmente, el consultor Antonio Huertas, que pilota la estrategia en marcha, asume la función de administrador de Great Market Excelence SL, sociedad, con sede en Valencia, adquirida para formalizar la operación por parte de los antiguos trabajadores de Conservas Fernández. Según él, «es un proyecto ilusionante, y estamos muy felices de ser partícipes del mismo, porque llevamos mucho tiempo trabajando para que pueda hacerse realidad».

Por ello, «se vivió con mucha emoción la asamblea del viernes en la que comunicamos la noticia, tras tener que ir dando pasos con discreción para que todo acabara bien», añadió.

Desde el Info dejan claro su total predisposición para ayudar a reabrir la conservera y generar empleo, ofreciendo el asesoramiento y apoyo necesario. Eso sí, el departamento jurídico han solicitado que uno de los primeros pasos que deben dar los promotores es fijar su domicilio social en la Región, así como clarificar el reparto accionarial tras su creación, con un capital social de 3.000 euros en junio, y el cambio de objeto social.

«Es un primer paso para poder acceder a los programas de apoyo que gestionamos desde del Instituto de Fomento y desde el SEF. Y nos han indicado que lo ejecutarán en la mayor brevedad posible», indicó Joaquín Gómez. Otro punto fue la necesidad de conocer el proyecto industrial, así como el plan de viabilidad y de negocio, además de las necesidades que tienen «para asignarles un 'facilitador' o 'gestor de cuenta' que les asesore para acceder a las ayudas que más se adapten y mejores condiciones aporten al proyecto», concluyó.

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