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Lunes, 13 de agosto 2018, 08:00
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La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), sociedad anónima de capital privado y público más conocida como 'banco malo', abrirá en octubre, después de muchos años de espera, su hotel de cinco estrellas, buque insignia del complejo residencial y turístico de Hacienda del Álamo. De esta forma, confía en que crezca el atractivo del resort y pueda dar salida a corto y medio plazo tanto a esta instalación como al más de medio millar de apartamentos que posee en el complejo.
La Sareb, propietario mayoritario del resort, confirmó a 'La Verdad', a través de un portavoz oficial, que «aunque el hotel está funcionando desde el 1 de agosto en fase de pruebas (lo que técnicamente se denomina una 'preapertura'), será inaugurado oficialmente en octubre y comenzará entonces a prestar sus servicios de manera normalizada».
En esta fase de 'preapertura', explicaron desde Sareb, que «se ofrece a los clientes unas tarifas especiales y el funcionamiento del hotel se va ajustando a los estándares de calidad necesarios para el momento de su puesta en marcha definitiva, el próximo octubre».
La denominación del hotel será Sheraton Hacienda del Álamo Golf & Spa Resort, al frente del cual, la empresa encargada de su gestión y explotación, Adh Hoteles (filial de Grupo Avintia), ha nombrado como director a Javier Rufino, un profesional con más de veinte años de experiencia en este sector. Para optimizar la calidad del servicio de la instalación, Adh Hoteles cuenta con Marriot. Se trata de una marca de prestigio internacional en el sector del alojamiento.
El nuevo hotel, cuya obra civil concluyó en 2007 a falta del equipamiento, se encuentra ubicado sobre una parcela de 38.500 metros cuadrados y cuenta con un total de 154 habitaciones y suites. Como oferta adicional, el complejo oferta cien apartamentos vacacionales de dos y tres dormitorios, diversos locales de restauración y comercio de proximidad y una lujosa piscina en el área de 'Pueblo Español'. El hotel dispone, asimismo, de «un acceso directo al campo de golf del resort, de 18 + 6 hoyos; a pistas de pádel y tenis, campo de fútbol, un centro 'wellness' con spa, salas de congresos y numerosas zonas verdes», anuncian desde el Sareb.
En el momento de su apertura, la estimación prevista de creación de puestos de trabajo es de medio centenar, entre directos e indirectos, cifra que se podrá incrementar «conforme vaya creciendo el número de clientes». En los últimos cinco años, Sareb ha invertido un total de 8,6 millones de euros para la puesta a punto del resort.
El complejo hotelero, promovido desde el año 2000 por Cataluña Caixa y el ente societario de su filial inmobiliaria, Procam, se vio paralizado por la crisis y generó un agujero estimado, según el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), de 110 millones de euros entre los años 2005, fecha de colocación de la primera piedra, y 2010.
El objetivo era tener construidos en 2012, según la información corporativa de aquella época, «entre 3.500 y 4.500 viviendas, un hotel de lujo y dos campos de golf, sobre un total de 550 hectáreas, con una inversión total de 900 millones de euros».
Pero en 2010 se detuvo la maquinaria. En aquel entonces se llevaban invertidos, aproximadamente, unos 300 millones de euros y se habían terminado de construir 2.400 viviendas. Actualmente, 800 de ellas están sin vender -la mayoría en manos de la Sareb (unas 500) y el BBVA, que adquirió Caixa Catalunya (CX) al FROB-, y alrededor de 1.000 deshabitadas en manos de inversores privados.
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