Reconoce que mató de una puñalada a su vecino en Archena: «No sabía lo que hacía»
El autor confeso del 'crimen de la casa cueva' se muestra arrepentido. «Yo no soy ningún asesino», remarca
José Antonio Rodríguez reconoció este lunes, ante un jurado popular, haber acabado con la vida de su vecino y amigo, Luis Peralta. Lo hizo de una única puñalada en el vientre el sábado 30 de abril de 2022 en el poblado archenero de La Serretilla.
«Tuvimos una discusión y fue a más, a más...», relató durante la primera vista del juicio ante la Audiencia Provincial. «Estaba bebido, drogado y no sabía lo que hacía».
El procesado explicó que ya había tenido conflictos previos con la víctima. «Me acerqué a la casa de los vecinos y les dije lo que había pasado», explicó. «Me arrepiento mucho. Yo no soy ningún asesino. Quiero que mi familia me perdone. Pido también perdón a su familia porque sé que es una cosa grave».
El reconocimiento de hechos por parte del acusado era el requisito indispensable para sellar el acuerdo que la fiscal ha cerrado con el abogado de la defensa, Valentín Fernández. Un pacto que agilizó el juicio y que acabará rebajando la pena de 14 años que inicialmente afrontaba el procesado.
La fiscal, a la hora de sellar este acuerdo y rebajar la condena que inicialmente pedía para el procesado, tuvo en cuenta el reconocimiento de hechos por parte del acusado, que ayuda a esclarecer lo ocurrido aquella noche en el poblado archenero. «Vamos a poder ofrecer justicia a la familia de Luis Peralta», incidió la representante del Ministerio Público. Valentín Fernández, el abogado defensor del homicida confeso, recalcó que su cliente ha mostrado su arrepentimiento tras el crimen.
Un agente de la Policía Local descartó, a lo largo de su declaración, que José Antonio Rodríguez fuese ebrio en la noche en que cometió el crimen. «Él nos dijo que había estado bebiendo, pero no notamos nada», recalcó. «Él solo nos dijo que lo había asesinado. Estaba muy tranquilo».
Los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) explicaron al jurado que la víctima falleció rápidamente después de que el procesado le asestase una única puñalada que le seccionó la aorta.
