Las Posadas de Librilla celebra este viernes una jornada de puertas abiertas

Con una invitación abierta a todo aquel interesado en visitar la que fue una de las mejores casas de postas del territorio peninsular –«un cinco estrellas de la época», lo define el cronista oficial de Librilla Fernando Barquero–, la plataforma aprovechará la jornada de este viernes para hacer partícipes a los asistentes de los planes que permitirán por fin a la localidad recuperar el edificio neoclásico y evitar su ruina.

«Estos días, vamos a tapiar todos los agujeros para evitar que se pueda acceder al interior y se puedan cometer actos vandálicos que deterioren aún más Las Posadas, pero, sobre todo, impedir que se pueda producir algún accidente trágico», avanza Huertas, que recuerda que hay cubiertas y zonas con riesgo de colapso, pues ahora, como propietarios, son responsables de su mantenimiento. Y, también, cuenta que están llevando a cabo la limpieza del patio interior, desde donde los asistentes a la jornada de puertas abiertas –viernes 12, a las 19 horas– podrán admirar la singular construcción: «Con 3.000 metros cuadrados construidos, 224 pesebres, 2 puertas de carruajes (de entrada y salida), dos aljibes y un depósito de agua, un enorme patio de casi 1.400 m2, once habitaciones principales que daban al Camino Real entre el Reino de Murcia y Andalucía y otras tantas de categoría inferior que daban al patio, recepción, cocinas, residencia del posadero y comedores, cocheras y caballerizas, y hasta una almazara de tipología andaluza», detalla Barquero, dejando clara la importancia del alojamiento y el volumen del tránsito de viajeros de que era objeto en la época.

Finalmente, reconocen desde la plataforma, ha sido imposible ajustarse a los plazos que les permitían acceder a la subvención del Ministerio de Turismo para su restauración –concluía precisamente este viernes–, admiten decepcionados pero sin rastro de desánimo. Ahora, se han marcado como objetivo optar al 2% Cultural, que debería convocarse en junio próximo. «Al final, la Dirección General de Bienes Culturales aún no ha elevado el expediente al Consejo de Gobierno para la declaración de Las Posadas como bien de interés cultural (BIC), lo que nos impide hacer la cesión formal del edificio al Ayuntamiento, que por plazos hubiera sido también complicado, y, por tanto, optar a esta ayuda y que los propietarios se acojan a los consiguientes beneficios fiscales», detalla Huertas.

Sin embargo, inasequibles al desaliento, los integrantes de la Plataforma en Defensa de Las Posadas del Duque de Alba, en la que también están integrados los 30 propietarios, tiene marcado un nuevo objetivo a corto plazo: «Elaborar el plan director para la reconstrucción del edificio, para poder trasladárselo al próximo equipo de gobierno municipal –el que salga de las elecciones del 28-M–», detalla Huertas. Y, además, para que todo esté a punto para optar a la subvención del 2% Cultural.

Del tapiado de los muros y la limpieza del patio se está haciendo cargo la plataforma, porque precisamente será desde este patio interior desde donde se apreciará el edificio este viernes «para evitar cualquier riesgo a los asistentes». Igualmente, se aseguran los accesos para evitar que los visitantes puedan ponerse en situación de peligro, pues la mayor parte de las techumbres, de vigas de madera y cañizo cubiertos de teja, están muy deterioradas.

Precisamente, apuntan desde la plataforma, la intervención más urgente es su reparación, para tratar de evitar que la estructura colapse y lograr que el edificio, construido de 1765 a 1779 por el marqués de los Vélez, Antonio Álvarez de Toledo, y concluido por su hijo José Álvarez de Toledo, marqués de Villafranca, duque de Medina Sidonia y duque de Alba, recupere la función para la que fue construido: el hospedaje, ahora del turismo asociado a Sierra Espuña.