Operación: salvar Las Posadas de Librilla
El Ayuntamiento negocia la compra del inmueble del siglo XVIII con el propietario y sus acreedores, Hacienda y dos particulares, para evitar que las lluvias lo acaben echando abajo
Cada gota fría, DANA o lluvias intensas que se pronostican en la Región hacen temblar a los responsables del Ayuntamiento de Librilla y a ... los amantes del patrimonio cultural en general por la integridad de la Casa de Postas o Las Posadas de Librilla, un edificio neoclásico que, en sus cerca de 250 años y pese a sus innumerables usos posteriores, ha conservado prácticamente intacta su estructura.
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Sin embargo, sus techumbres, de cañizo y vigas de madera, cubiertas por tejas, están desvencijadas en muchos tramos del edificio y cada tormenta amenaza la integridad del inmueble. No en vano, el abandono de Las Posadas de Librilla, un grandioso edificio proyectado y construido entre 1765 y 1779 por el marqués de los Vélez, Antonio Álvarez de Toledo, que concluyó su hijo José Álvarez de Toledo, marqués de Villafranca, duque de Medina Sidonia y duque de Alba, ha causado daños estructurales severos que suponen un riesgo de colapso del singular edificio; una amenaza que ha llevado a proponer su inclusión en la Lista Roja de Hispania Nostra.
«Sin un mantenimiento adecuado desde mediados del siglo pasado», denuncia el cronista oficial de Librilla, Fernando Barquero, «urge una actuación que permita la consolidación del edificio para protegerlo de la ruina», alertan desde el equipo de gobierno municipal.
A pocos meses de ser declarado definitivamente Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento –el Ayuntamiento lo solicitó en noviembre de 2019 y el expediente se incoó el 19 de octubre de 2021–, la Casa de Postas o La Posada de Librilla representa «un ejemplo no solo regional, sino probablemente nacional , de la tipología de alojamientos y casas de postas que se desarrollaron en España a finales del siglo XVIII en España, con la llegada de la Ilustración», reza el expediente del BIC. De hecho, el director general de Patrimonio Cultural, Pablo Braquehais, asegura que «el apoyo y la voluntad de la Dirección para su protección definitiva y puesta en valor son absolutos».
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Un cinco estrellas secular
«Con 3.000 metros cuadrados de edificio, 224 pesebres, 2 puertas de carruajes (de entrada y salida), dos aljibes y un depósito de agua, un enorme patio de casi 1.400 m2), once habitaciones principales que daban al Camino Real entre el Reino de Murcia y Andalucía y otras tantas de categoría inferior que daban al patio, recepción, cocinas, residencia del posadero y comedores, cocheras y caballerizas, y hasta una almazara de tipología andaluza», detalla Fernando Barquero, queda clara la importancia del alojamiento y el volumen del tránsito de viajeros de que era objeto en la época. «Era como un cinco estrellas de ahora. En 1809, el viajero inglés John Carr comenta que era la más bonita de España, con mantel limpio y buena comida», ilustra el cronista oficial de Librilla.
Para evitar que todo eso se pierda irremediablemente, el Ayuntamiento de Librilla ha iniciado las gestiones para la municipalización del edificio con el fin de salvarlo y ponerlo en valor. Propiedad de Pedro Díaz Construcciones, que proyectó levantar en él un geriátrico antes de que estallara la burbuja inmobiliaria y que ha hecho caso omiso a los expedientes y requerimientos de la Dirección General de Patrimonio, el edificio cuenta desde hace décadas con cargas de Hacienda y de dos particulares. «De momento, ya hay un acuerdo con el propietario, con Hacienda y con un inversor particular para la compra y cesión del inmueble; y se han iniciado las negociaciones con los otros dos acreedores para hacer viable la compra y protección del edificio», aseguran desde el Ayuntamiento, que advierten que luego deberá haber una segunda fase, de rehabilitación, que al ser público podría contar con el 1,5% Cultural.
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La idea, una vez se rehabilite, sería dedicar una parte de la Casa de Postas a su función original de alojamiento y el resto a usos culturales, con el fin de dar servicio turístico a toda el área del Parque Regional de Sierra Espuña.
La remodelación de la plaza del Lavador está a punto de adjudicarse
A escasos metros de la fachada principal de Las Posadas y al otro lado del Camino Real, está el Lavador, una infraestructura conectada a la acequia que surtía agua al edificio del siglo XVIII. Precisamente esta infraestructura, en la plaza a la que da nombre –popularmente se conoce como la plaza del Olmo–, va a ser remodelada para rehabilitar el lavadero y la plaza, haciéndolos accesibles y de uso peatonal.
A punto de adjudicarse las obras que recuperarán el lavadero original, aseguran desde el Ayuntamiento de Librilla, la recuperación de este espacio garantiza una mejor interpretación de la singular Casa de Postas, a la que se suma la Casa de Chico de Guzmán (s. XVIII), de estilo barroco civil murciano, justo frente a ella.
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