El Ministerio tramita una macroplanta solar de 400 MW al norte de Abanilla

La planta solar entró a formar parte recientemente del listado de proyectos a los que el Ministerio debe someter a una evaluación de impacto ambiental ordinaria, es decir, el procedimiento más exahustivo dada la envergadura de esta fotovoltaica. Por el momento, Transición Ecológica ha remitido el documento del proyecto para su consulta a diversas direcciones generales tanto del Gobierno central como de la Comunidad Autónoma, a organizaciones ecologistas y a varios ayuntamientos, ya que la instalación de las placas se llevaría a cabo justo en el límite fronterizo con Jumilla y los municipios alicantinos de Pinoso y La Algueña. La obra también contempla la construcción de una línea de evacuación de la energía.

El proyecto se ubicaría al norte de la Sierra de Quibas, sobre terreno agrícola destinado en gran parte al cultivo de leñosos, como la almendra o la vid. Rodearía las pequeñas aldeas de Los Gabrieles y el caserío de los Frailes, y estaría próxima a varias bodegas. El estudio ambiental encargado por la promotora incluía otras dos posibles ubicaciones cercanas de la planta solar, pero que fueron descartadas por presentar más desventajas que esta zona de Abanilla. Sin embargo, la edificación de esta planta de energía renovable estaría condicionada a la construcción de una subestación con una tensión de 400 kilovoltios en el mismo municipio. El proyecto está siendo impulsado por la empresa estatal Red Eléctrica Española, que ya tiene avanzados los trámites y la ejecución de las obras podría darse en un plazo de dos años. La Región ya cuenta con cinco subestaciones de evacuación de grandes dimensiones y la nueva daría soporte a los futuros huertos solares que podrían levantarse en la comarca oriental y en el Altiplano de la Región de Murcia.

La empresa Gestiona defiende que la planta de 400 MW permitiría generar empleo en el municipio, ingresos locales, nuevos equipamientos e infraestructuras y la producción de energía limpia. La promotora lleva operando en el sector de las renovables desde 2009 con el diseño y tramitación de proyectos de energía solar térmica, fotovolcaica y eólica.

Fuentes consultadas por este periódico señalan que esta sociedad está especializada en promover e iniciar los primeros pasos administrativos de plantas solares en terrenos en alquiler para, más tarde, vender o ceder el control de los proyectos a otros grupos empresariales interesados en gestionar grandes instalaciones de energías renovables. Por lo pronto, la tramitación en el Ministerio se alargará en el tiempo, como es habitual en plantas de estas dimensiones.

El alcalde de Abanilla, José Antonio Blasco, señala a este periódico que el Ayuntamiento desconoce por el momento los detalles de este proyecto de energía renovable que ha comenzado a estudiar el Ministerio para la Transición Ecológica. Sin embargo, reconoce que la futura subestación de 400 kV que contruirá Red Eléctrica Española podría atraer nuevas plantas solares al municipio, interesadas en volcar la energía producida en estas instalaciones.

Al margen de esta planificación, el sector de las renovables no pasa por su mejor etapa. En un momento crucial donde la energía solar debe acelerar su desarrollo en España, los bajos precios –a veces negativos– han generado una crisis energética en un mercado de la electricidad que ha pasado a ser muy volátil. Esto ha conllevado que los bancos corten el grifo a la financiación de nuevas renovables, lo que podría derivar en un frenazo importante al desarrollo de grandes plantas solares previstas en la Región de Murcia, según las fuentes consultadas.

Los proyectos que han logrado cerrar un contrato de venta de electricidad a largo plazo a un precio fijo se pueden librar de los problemas de financiación, pero aquellas que que pretendían vender los megavatios producidos en el mercado mayorista se están llevando la peor parte.

Las patronales del sector reclaman al Gobierno más subastas energética que garanticen una retibución para los promotores y ampliar el tiempo permitido para poder fijar un precio de la energía.