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El Ministerio insiste en «confinar» los residuos de Portmán en lugar de retirarlos

El Miteco señala, no obstante, que no quiere «imponer» la solución definitiva

P. S.

La Unión

Martes, 1 de septiembre 2020, 08:27

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El Ministerio para la Transición Ecológica, como anunciara tras la última reunión de la comisión de seguimiento de la regeneración de la bahía de Portmán el pasado 8 de julio, ha remitido a los representantes vecinales de Portmán, a la Fundación Sierra Minera, y al alcalde de La Unión, un resumen de las tres alternativas existentes para reanudar las obras de regeneración de la bahía. Y la que contempla «confinar» con una capa de arcilla las decenas de millones de toneladas de estériles mineros que anegaron la ensenada desde 1957 a 1990, dice el documento, al que ha tenido acceso LV, «es la más ambientalmente sostenible». Esta opción, la de mantener la línea de playa actual, y construir sobre la gran explanada sellada paseos, zonas recreativas y deportivas y espacios verdes, ya fue enunciada verbalmente por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en aquella reunión, y a renglón seguido rechazada frontalmente por el líder vecinal, Daniel Portero, quien le replicó que no iba a perder «ni un minuto» en discutir esa propuesta, que calificó de «disparatada e inasumible».

En su escrito, el Ministerio expone las alternativas posibles «para dar una solución definitiva a los problemas de la bahía», y subraya que la opción que se elija deberá solventar «las deficiencias de seguridad ambiental y de salud que fueron detectadas durante la ejecución del proyecto», que fue paralizado en abril de 2019.

Y es que, según razonan desde el Ministerio para la Transición Ecológica, en el transcurso de los trabajos han surgido problemas «a los que debe darse solución», puesto que los residuos que deben extraerse «no son inertes como se pensaba inicialmente». De ahí, dicen, que «pudiera producirse contaminación de la columna de agua durante las operaciones de dragado». Asimismo, otra dificultad analizada es «la probable falta de estabilidad de la corta minera» en la que se pretende depositar los estériles retirados de la bahía.

En cualquier caso, desde el Ministerio que dirige Teresa Ribera, quieren que la decisión que se adopte sea consecuencia «no de la imposición, sino de una cooperación proactiva», entre todos los agentes. Si bien, advierten, «estos condicionantes deben ser tenidos en cuenta en la evaluación de las alternativas con el objetivo de priorizar la seguridad y la no afección al medio ambiente».

En cuanto a las otras dos alternativas, una consiste en continuar los trabajos donde se quedaron «corrigiendo los problemas de estabilidad de la corta minera» mediante la construcción de un dique de refuerzo en su base. En cuanto al tratamiento de los estériles dragados, se propone «secarlos mediante hidrociclones antes de su traslado a la corta mediante cinta transportadora [el primer tramo ya está construido]». Para verter al mar las aguas de rechazo «resultantes de la decantación de lodos», se construiría una depuradora. Y con el fin de evitar la dilución de los materiales contaminantes de los estériles con la columna de agua durante su dragado, se propone instalar «una barrera de tablestacado». Esta alternativa también incluye ampliar la superficie de dragado para construir un puerto deportivo y de usos tradicionales. La inversión pasaría de los 32 millones del proyecto paralizado a 60 o 70 millones de euros.

Y la tercera opción propuesta por el Ministerio, que todos los agentes asumen como «inviable» por su elevadísimo coste, implicaría retirar todos los estériles y devolver la línea de costa a la original de 1957.

Desde la asociación Liga de Vecinos de Portmán, su presidente, Daniel Portero, prefirió no adelantar el contenido de las alegaciones que en los próximos días van a hacer llegar al Ministerio. Mientras, el alcalde, Pedro López Milán, dijo que siempre estará «con lo que decidan los vecinos, que es regenerar todo lo que se pueda la bahía», aunque reconoció que en los momentos actuales «a nadie se le escapa la complicación de sacar adelante la ampliación del proyecto paralizado, tramitar una nueva Declaración de Impacto Ambiental y contar con la financiación suficiente».

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