Lanzan 8.000 pitanzas bendecidas a los vecinos de Librilla

Librilla se encuentra inmersa en la celebración de sus fiestas patronales en honor a San Bartolomé. Los vecinos viven con gran intensidad los festejos programados, como es el caso de Las Pitanzas, que este martes por la noche, por segundo año, se celebraron con el distintivo de Interés Turístico Regional.

Las Pitanzas son una tradición consistente en lanzar panecillos, con una cruz en su parte superior y bendecidos, desde el balcón del Ayuntamiento a la multitud enfervorizada que abarrota la plaza. Un evento datado en el año 1877.

Son varias las teorías sobre su origen. Según el cronista oficial de Librilla, el profesor Fernando José Barquero, unos panaderos procedentes de Mallorca se instalaron en la localidad en el siglo XIX, siendo posiblemente los introductores del término, ya que «en Mallorca el reparto de pan se denomina pitanza», asegura. Y explica Barquero que «aquel que guarde un panecillo en su casa no pasará falta alguna en el año».

Antes del lanzamiento de las 8.000 pitanzas, la talla del patrón fue portada a hombros desde la casa de los Herederos de Roldán, hasta la iglesia. A continuación, los invitados por la Corporación y pitanceros de honor se afanaron en lanzar los panecillos a las miles de personas que abarrotan cada año la plaza y calles aledañas. La figura del Pitancero de Honor ha recaído en las dos familias de panaderos de la localidad, Hermanos Palma y Hermanos Almagro.

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