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La gallina de los huevos de oro no parece ser lo que prometía. El proyecto de macroplanta solar que auguraba riqueza económica y empleo en Mula empieza a mostrar algunas aristas que siembran dudas sobre el impacto positivo que debía acarrear en el entorno comarcal y, por ende, en toda la Región. El modelo de gestión a través de distintas subcontratas está generando numerosos problemas que están poniendo al borde de la ruina a varias pequeñas firmas instaladoras murcianas y a cientos de trabajadores a los que estas últimas les deben importantes cantidades de dinero por los incumplimientos de pago con las certificaciones.
«Nos han puesto contra las cuerdas», reconoce a 'La Verdad' el director general de Talleres Buigues, Lorenzo Albaladejo. «Una de las empresas de ingeniería encargadas de desarrollar una de las zonas del parque, Esasolar, no nos ha pagado lo que nos corresponde, y carecemos de liquidez para poder abonar los salarios de diciembre y enero a los 160 operarios que han estado trabajando con nosotros en esos meses». En concreto, a esta empresa cartagenera le deben 400.000 euros, unas 25.000 horas trabajadas, previstos en la última certificación», indica.
Pero no es el único caso, ya que son algunas más las pymes murcianas y de otras regiones que se han visto perjudicadas con su participación en este proyecto. Incluso, con impagos superiores a la cantidad que se le adeuda a Buigues, que ha llegado a proponer a la promotora de la planta, el Grupo Cobra, propiedad de ACS -compañía presidida por Florentino Pérez-, que se haga cargo directamente de las nóminas de los trabajadores, el IRPF y los pagos a la Seguridad Social; «de esa forma nos desligaríamos directamente de todo, aunque tengamos que asumir nosotros las pérdidas con los proveedores», señala Albaladejo.
Las grandes dimensiones de este megaproyecto fotovoltaico -el mayor de Europa-, con un millar de hectáreas de paneles solares, llevó al Grupo Cobra a impulsar su creación a través de varias mercantiles como Esasolar, Axial y la UTE Alum. A su vez, estas subcontrataron la instalación de los equipos, una actividad en la que han llegado a participar más de sesenta pequeñas empresas, en una rotación excesiva como consecuencia de las duras condiciones impuestas.
«Todos los que hemos trabajado aquí hemos perdido dinero. Nos han ido engañando, prometiéndonos que conforme se avanzara en la ejecución se recuperaría, además de ponernos delante el caramelo de que habrá nuevos proyectos, pero no ha sucedido así. Salimos escaldados y arruinados», insiste el ejecutivo de Buigues, que en la actualidad tiene todavía 60 operarios en los trabajos para rematar la instalación.
Precisamente, los trabajadores que han estado manos a la obra colocando los paneles son los mayores damnificados. Ayer, una representación de estos, a los que se les deben entre dos y tres meses de salarios, volvieron a concentrarse antes las oficinas de la empresa promotora, ubicadas en el paraje de Retamosa, para exigir que les paguen.
Aunque desde el Grupo Cobra han optado por no pronunciarse oficialmente sobre la situación, según ha podido saber este periódico, representantes de la compañía se reunirá esta misma semana con su colaboradora Esasolar para clarificar el conflicto que mantiene con otras firmas subcontratadas, lo que afecta a alrededor de 200 empleados. Y es que responsables de la filial de ACS han informado al personal de que ellos han abonado el dinero comprometido, por lo que «no comprenden» lo que ocurre, señala Emilio Pallarés, portavoz de los trabajadores contratados por Talleres Buigues.
Pallarés concluye que los trabajadores están hartos y piden a Cobra que «solucione este problema, que eche a Esasolar, que nos pague a nosotros y se lo descuenten. Lo que tienen que hacer es abonarnos a los trabajadores, pues somos los máximos afectados». Además, añadió que se adeudan varias facturas a distintas empresas subcontratadas por Esasolar. Por último, señaló que «tengo claro que Esasolar son unos estafadores y están aprovechándose de todas las empresas que le trabajan». Mientras, desde esta mercantil, con sede en Sevilla, guardan silencio tras la petición de este diario sobre su versión de los hechos.
El alcalde de Mula, Juan Jesús Moreno, reconoció ayer a 'La Verdad' que «la Corporación municipal está preocupada e interesada por este situación que se ha producido, y se está mediando con la empresa Cobra para que se llegue a una solución pronta y los trabajadores puedan cobrar sus salarios». Así se lo pidieron los propios afectados al Ayuntamiento tras su primera protesta el pasado martes. Hay que tener en cuenta que el municipio se ha implicado agilizando los permisos para que el proyecto se hiciera realidad, por lo que supone de ingresos extras y para la creación de empleo.
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