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Jueves, 27 de agosto 2020, 02:20
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«Me he encontrado con la sorpresa de que en la pared rocosa hay instaladas hasta 14 líneas –vías de escalada–, equipadas por escaladores que entran a la finca a practicar esta modalidad de montaña, sin autorización, ni permiso alguno, con la consiguiente responsabilidad que eso supone si se produjera un accidente», denuncia Asensio Vicente, dueño de El Calvillo, una propiedad de suelo agrícola y forestal de 320 hectáreas enel término municipal de Mula, en la pedanía de Casas Nuevas.
Unos hechos que ha puesto ya en conocimiento de la Guardia Civil, mientras prepara la denuncia formal con las pruebas que ha recabado de testimonios, vídeos y fotografías subidos a portales y blogs especializados en internet, así como a las redes sociales, por parte de algunos de estos escaladores, en los que con sus propias palabras detallan con todo lujo de detalles su incursión y los anclajes colocados en la roca.
Una situación sobre la que ha tenido conocimiento este reconocido empresario de la Vega Baja, pero que viene de lejos, tal como se constata en esas mismas publicaciones. De hecho, ha comprobado cómo han llegado hasta sus tierras practicantes no solo de la Región y de otras zonas de España, «sino también de distintos países, como Alemania y Suiza», resalta, «por lo que no sería de extrañar que, incluso, detrás de todo pudiera existir una actividad lucrativa».
Y es que la popularidad alcanzada por esta zona rocosa, denominada 'Santuario' por estos escaladores que han ascendido hasta la parte más elevada, ha llevado a bautizar a las distintas vías de ascensión con los clavos con títulos como 'La Catedral de los Narcos', 'Cojonuda', entre otros.
Próxima a la zona de Sierra de Espuña, aunque no pertenece al parque natural, la finca de El Calvillo está vallada por la propia orografía y vegetación, cuenta con seis lagos naturales y un manantial. Además, está dentro de una zona de especial protección para las aves (Zepa), una circunstancia que limita también las actividades, ya que en la referida montaña hay un nido de águila calzada.
Por ello, precisamente, ha advertido a la Dirección General del Medio Natural de la Comunidad Autónoma sobre lo que está ocurriendo a la hora de que se pueda extremar también la vigilancia.
Asensio Vicente deja claro que «ya he puesto el caso en manos de los abogados, porque si ocurriera un accidente podrían llegar a alegar que es una ocupación consentida por mi, algo que no he hecho ni haré nunca; así que no descarto pedir responsabilidades civiles y penales si hubiera lugar».
Desde la Federación de Montañismo de la Región Javier Corral reconoce que «es muy comprensible el temor de los propietarios de fincas de que les puedan hacer responsables en caso de que ocurriera un accidente». Por eso considera que en este caso «hace bien en dejar claro su negativa para que haya constancia», aparte de que pueda existir «un posible delito de allanamiento de propiedad». Asimismo, admite de que «hay una mayoría de escaladores que van por libre y ni están federados».
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