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Salvador, junto a la ermita donde salvó la vida a un hombre. LV
Un ángel llamado Salvador

Un ángel llamado Salvador

Un ordenanza, vecino de Las Torres de Cotillas, salva la vida a un senderista que sufrió un infarto cuando visitaba la ermita de San Antonio el Pobre

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Viernes, 13 de abril 2018, 04:38

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Lo último que se le pasó por la cabeza a Salvador Martínez, ordenanza del centro de visitantes San Antonio el Pobre, de Santo Ángel, en Murcia, era que iba a salvar la vida al primer hombre, de 67 años, que se tropezó en su lugar de trabajo, después de que este sufriera un ataque al corazón.

Todo ocurrió después de que Martínez, vecino de Las Torres de Cotillas, consiguiera, mediante una bolsa de empleo del Ayuntamiento de Murcia, un puesto de trabajo como ordenanza en dicho centro de visitantes. «Fue el Domingo de Resurrección. Apareció un hombre jubilado. Lo curioso es que me contó la historia de la ermita de San Antonio el Pobre, que se levantó sobre una cueva porque en el siglo XVIII hubo una epidemia de peste y murieron casi todos los ermitaños. Uno de ellos encomendó sus oraciones a San Antonio Abad, y la peste remitió», relata Salvador, quien también ejerce como coordinador de fútbol del Ciudad de las Torres. «En ese momento sufrió un ataque al corazón y se desplomó. Llamé a Emergencias y, como tengo el curso de primeros auxilios, comencé a hacerle la reanimación. Estuve reanimándolo durante quince minutos hasta que llegaron las ambulancias», recuerda.

Los sanitarios le dijeron a Salvador que había salvado la vida al visitante porque había conseguido reanimarlo. «Yo no soy creyente. Pero no dejo de pensar en la casualidad, en lo que me contó el hombre, que además se llama Antonio, en la fecha que pasó...».

Salvador visitó el pasado sábado a Antonio, que aún se encuentra ingresado en un hospital. «Está estable, aunque aún inconsciente. Le han hecho un cateterismo y todo ha ido bien», confiesa el torreño. «Localicé a su familia, que es de Mallorca, y no paran de decirme que soy el ángel de Antonio», cuenta con algo de timidez este vecino de Las Torres de Cotillas, que para muchos ya se ha convertido en un héroe.

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