El acusado de agredir a su mujer en Fortuna cuando se iba a separar se enfrenta a 13 años de cárcel
El sospechoso niega la versión de la fiscal y mantiene en el juicio que las relaciones sexuales siempre fueron consentidas
El acusado de agredir sexualmente a su mujer en junio de 2020 en su casa de Fortuna negó ayer en el juicio que la forzara ... y aseguró que las relaciones sexuales que mantuvo con su esposa siempre fueron «a gusto y siempre de acuerdo». Además, rechazó las acusaciones de la fiscal acerca de los presuntos malos tratos y las amenazas a los que sometió a su pareja entre febrero y julio de 2020. «Nunca le he pegado» y «no le he mandado audio alguno con amenazas».
La representante del Ministerio Público le preguntó también si había intentado arrastrar a su esposa por la carretera cuando, estando él en el interior de su vehículo, cogió de un brazo a su pareja, que se encontraba en el exterior, y avanzó con el coche. «Le di un golpe en la mano y continué la marcha», afirmó. A pesar de las negativas del acusado, la fiscal pide una pena de 11 años de prisión por un delito de agresión sexual y otros dos por maltratar y amenazar a su mujer entre febrero y julio de 2020 en Fortuna. Además, solicita una orden de alejamiento de 200 metros de su pareja durante una década.
La víctima no ha denunciado la agresión sexual y argumentó en el juicio de ayer que esta «se produjo en el contexto de una pelea entre los dos». No obstante, sí reafirmó la demanda por malos tratos, aunque rechazó indemnización alguna. «Solo quiero que esto acabe ya», resolvió.
«Le rompió el pijama»
Según la fiscal, las agresiones físicas y verbales del hombre hacia su esposa comenzaron cuando ella le informó en febrero que había presentado una demanda de separación. A raíz de conocer las intenciones de su pareja, comenzaron las amenazas del procesado tales como «te voy a matar, voy a amortajar a tus hijos, voy a mandarte con tu madre, tu madre murió con 42 y tú con 43».
El hecho más grave se produjo el 26 de junio de 2020, sobre 16.00 horas, cuando tras una discusión del matrimonio en una casa de campo de Fortuna, el acusado rompió el pijama y las bragas que llevaba su mujer, la subió encima de una mesa y la agredió sexualmente, introduciéndole los dedos en la vagina. La víctima logró zafarse, propinándole una patada en la entrepierna, expone el escrito de la Fiscalía.
Tras la agresión sexual, ella se marchó definitivamente de la vivienda familiar y diez días después, acudió a la casa a la que se había trasladado a vivir la denunciante e intentó darle un puñetazo en la cabeza, golpeándola el brazo, con el que la denunciante se protegió. Finalmente, el día 16 de julio, el procesado se acercó, a bordo de su vehículo, a un parque de la localidad de Fortuna, en el que se encontraba la denunciante junto a su hijo menor y sus hermanos. Una vez a su altura, la agarró fuertemente de un brazo, disponiéndose a acelerar el vehículo, para así arrastrarla, pero no lo logró, ya que su familiar consiguió que el procesado la soltara.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
