«Ojalá seamos más generosos»
#CuandoTodoEstoAcabe... ·
Isabel Tovar Zapata. Presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos y de la Academia de Farmacia de la Región«Quizá en un cierto grado nos había podido la soberbia», reflexiona Isabel Tovar, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos y de la Academia de ... Farmacia de la Región, cuando repara en el daño que el coronavirus ha causado a escala planetaria en apenas unos meses: «Afortunadamente, las ciencias médicas han avanzado muchísimo, pero no somos inmortales, ni seres superiores, y este virus ha venido a poner de manifiesto la fragilidad de la especie humana y de nuestro mundo en general».
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Lleva semanas enganchada al teléfono y al ordenador. El sector al que representa es uno de los que lucha en primera línea contra la pandemia. Estos días, sobre todo, dispensando mascarillas, aunque el trabajo de los farmacéuticos, subraya Tovar, va mucho más allá. «La semana de hibernación de la economía, en muchos pueblos pequeños o pedanías solo estábamos nosotros atendiendo a la población. Éramos el único profesional sanitario cercano, abierto día y noche, atendiendo en materia sanitaria a cualquier ciudadano». La farmacia, añade, no solo ha dispensado medicamentos, también «ha formado e informado a quien lo ha solicitado, aportando, además, consuelo y esperanza». Y es por eso, cree, que la labor de estos profesionales se verá ahora reforzada; «y es triste», confiesa, porque «siempre hemos estado ahí».
Ayudar a los investigadores
Resalta Tovar que esta crisis ha revelado «la importancia de la investigación en la vida de un país». «Debemos reconocer que no lo estábamos haciendo todo lo bien que debiéramos con la investigación y los investigadores». «Merecen que se apueste por ellos. Apostar por la ciencia, por el conocimiento, es apostar por la vida», defiende.
Sería un error, deja claro, «olvidar que solo unidos, con compromiso, anticipación y solidaridad se avanza, o incluso, como en este caso, se sobrevive». Y añade: «Para defenderse del virus es fundamental el 'tú me proteges a mí, yo te protejo a ti'. No es cómodo llevar una mascarilla, pero es una metáfora gráfica de la necesidad de convivir con un lema ético: 'Por ti, por mí, por todos'», subraya Tovar en referencia al uso de esta protección, ya obligatoria en aquellos lugares públicos en los que no se pueda garantizar la distancia de seguridad.
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La Covid-19 dejará en la sociedad, teme, «la huella del dolor. Tardarán en cerrar las heridas, algunas de muy difícil cicatrización, y también habrá que valorar las secuelas físicas y psíquicas en los enfermos que han sido afectados; si su estado de salud vuelve al estado de inicio o cuáles han sido sus consecuencias». «A nivel político, aunque no es el momento –añade–, habrá que valorar la gestión desarrollada por el 'mando único' durante el estado de alarma».
Dice Tovar, sorprendida porque «jamás pensé o imaginé que iba a vivir una situación tan dramática como esta, aunque sabíamos desde hace muchos años que podíamos ser víctimas de una pandemia», que «debemos reflexionar sobre nuestra vulnerabilidad y sobre lo mucho que nos necesitamos unos a otros. Ojalá seamos más generosos y recordemos lo tristes y solitarios que estábamos confinados».
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