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Manuel Quirante, trabajando en un dispositivo en el laboratorio de su empresa. Nacho García/AGM
Los nuevos detectives digitales

Los nuevos detectives digitales

La firma murciana Quilare realiza análisis forenses homologados a partir de la recuperación de datos. Fundada en 2011, ha desarrollado un método propio para extraer información oculta de dispositivos

MARÍA JOSÉ MORENO

Murcia

Domingo, 22 de julio 2018, 08:08

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Trabajan con guantes de látex, bata blanca y mascarilla; lo hacen en entornos ignífugos y 'cámaras limpias'. Son forenses, pero no practican la medicina. Sus 'pacientes' son teléfonos móviles, tabletas y discos duros, y, en general, cualquier dispositivo electrónico.

Todo tipo de archivos y datos se encuentran almacenados en estos dispositivos que, además, suelen estar conectados a Internet o a algún satélite y permiten a los usuarios multitud de beneficios: GPS, cámaras de fotos y vídeo, mensajería instantánea... un sin fin de posibilidades en elementos que habitualmente caben en un bolsillo. Pero todas esas prestaciones no son de utilidad solamente para quienes los poseen sino que la Policía ha encontrado en estos avances uno de sus grandes aliados. Recientemente, el caso de la desaparición de Diana Quer en el que el análisis de su teléfono móvil, hallado en una ría y cubierto de fango, fue clave para dar con su asesino, es un claro ejemplo.

En esa ocasión los investigadores lo enviaron a una compañía Israelí, pero ya en España existen varias empresas que se dedican al análisis forense de datos. En concreto, en la Región de Murcia tiene su sede Quilare (reconocida recientemente con el Premio Emprendedor del Mes -Abril- por el Instituto de Fomento de la Región de Murcia) cuyos responsables están acreditados como peritos informáticos forenses. Su formación les permite llevar a cabo análisis forenses digitales, es decir, extraer información de dispositivos físicos como discos duros, memorias USB, teléfonos móviles, etc. sin alterarlos y pudiendo, además, generar pruebas informáticas a partir de evidencias, así como investigarlas y extraer conclusiones que, tras ser incluidas en un informe, les permitirán defenderlas ante cualquier Tribunal y ayudar a que los jueces dispongan de toda la información necesaria para dictar su sentencia.

Los responsables de la compañía están acreditados como peritos informáticos forenses. Su trabajo consiste en construir evidencias y extraer conclusiones que puedan ser presentadas ante un tribunal

Alberto Marín-Barnuevo, CEO de Quilare, explica que «este tipo de técnicas han sido usadas en situaciones muy mediáticas como la supuesta destrucción de datos de los ordenadores de Bárcenas, en el caso Noos u otros similares; pero no son las únicas sino que es algo más habitual de lo que parece. En situaciones de divorcio, despidos,' bullying' o acoso digital, etc. También se suele tener en cuenta esta vía de investigación».

Cualquiera que tenga acceso a un dispositivo electrónico en buen estado puede acceder con facilidad a los archivos almacenado en el sistema, inspeccionar los documentos, imágenes, vídeos y todo lo que en él se encuentre. No obstante, si no se dispone de los conocimientos suficientes habrá una gran cantidad de información que pasará desapercibida y que en una investigación policial puede ser determinante. Asegura Marín- Barnuevo, que «un experto podrá recuperar archivos borrados y ocultos, guardados en zonas especiales del disco duro. Del mismo modo, podrá acceder a correos electrónicos, historiales de navegación por Internet, geoposicionamiento, horas de conexión, comunicaciones a través de aplicaciones de mensajería e incluso determinar si el dispositivo ha sido formateado, cuántas veces o si se han extraído datos en memorias 'flash', entre otras muchas cosas».

Visto así parece el trabajo de un 'hacker' pero lo cierto es que la sociedad avanza y con ella también lo hacen quienes velan por la seguridad de la misma. Aunque no siempre es posible obtener buenos resultados. «Nosotros trabajamos con una garantía de efectividad del 85%. A veces se dan casos en los que nos resulta imposible recuperarlos. Suelen ser situaciones en las que el dispositivo está dañado de manera muy importante o cuando previamente ha sido manipulado por alguien sin conocimientos y esa mala praxis destruye el contenido de manera irreversible», explica el experto.

Pero Quilare ha ido más allá: la empresa murciana ha desarrollado un método de recuperación de datos que le permite aumentar su porcentaje de efectividad por encima de sus competidores y que, actualmente, está en proceso de ser patentado.

El laboratorio

Evidentemente las instalaciones necesarias para llevar a cabo estos trabajos de forma efectiva y de acuerdo a las normas establecidas, con el objetivo de que sus resultados sean de calidad y puedan ser tenidos en cuenta a la hora de dictar resoluciones fiables, cumplen unos requisitos muy concretos. Deben disponer de una caja fuerte ignífuga donde puedan conservar el material a estudiar sin riego de ser destruido, también cuentan con una cámara limpia en la que se desarrolla el proceso de extracción de datos sin alterar los dispositivos y tienen un banco de discos duros, útil a la hora de reutilizar piezas en reparaciones, entre otras características.

No obstante, existen situaciones en las que con el objetivo de no romper la cadena de custodia de los elementos a analizar es necesario trabajar fuera del laboratorio. A tal fin, Quilare está desarrollando un maletín tecnológico en el que se incluyen prácticamente todas las herramientas que necesitan para trabajar con garantías y que, una vez acabado, serán los únicos en disponer de él.

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