«Ningún político nos ha llamado ni para apoyarnos»

A las extraordinarias pérdidas que va a sufrir durante esta Semana Santa se suman las que ya acumula de otras fechas importantes, como la de San José y Día del Padre, una jornada en la que se consumen muchos dulces. Y eso, admite, por no hablar de las que tendrá como consecuencia de la suspensión de comuniones, bautizos, cumpleaños y bodas.

Joaquín Ramos tiene dos negocios en Cieza y ve muy difícil poder mantenerlos abiertos cuando termine esta crisis provocada por el Covid-19. «Ya estoy haciendo gestiones para dejar el otro local, puesto que está claro que no voy a poder mantener los dos. Considero que las administraciones, incluyendo nuestro propio ayuntamiento, no han estado a la altura. Nadie se ha puesto en contacto conmigo para conocer nuestras inquietudes y necesidades. No nos han llamado ni para apoyarnos».

Este pastelero también elabora las tradicionales monas de pascua y las autóctonas tortas de 'pan dormido' de Cieza. «Va a ser un desastre, porque van a ser miles de euros los que vamos a dejar de ingresar durante la Semana Santa y en los días posteriores. Hay que tener en cuenta que son estos los días de todo el año en los que los clientes más consumen, y de ello vamos a tardar meses e incluso años en recuperarnos», se lamenta Joaquín Ramos.

Otra de las grandes pérdidas que este tipo de negocios va a tener se deriva de la ausencia de comuniones, bautizos, fiestas cumpleaños y bodas, ya que, según Ramos, «es precisamente en esta época donde más celebraciones hay. Todo eso también lo perdemos y nadie nos ha dicho si lo vamos a poder recuperar de alguna forma».

Sobre las medidas que algunos ayuntamientos, incluyendo el de Cieza, han tomado para, por ejemplo, suprimir las tasas de ocupación de la vía pública, Ramos las agradece, pero matiza que «en realidad, no nos están perdonando nada, porque es un espacio que no estamos utilizando. Las verdaderas medidas deben de ir encaminadas a establecer un plan de ayudas para paliar las pérdidas que estamos teniendo, como también procurar que podamos volver a retomar nuestra actividad, de forma que no tengamos que prescindir de nuestros actuales trabajadores. Así, nos ayudarán a nosotros y también a cientos de personas que ven peligrar su puesto de trabajo y otras que, desgraciadamente, lo han perdido ya».

Como recuerda Joaquín Ramos, en Cieza hay una decena de pasteleros que se encuentran en la misma situación y cientos en toda la Región de Murcia.