El negocio de la Navidad desafía a la inflación

En una calle del centro de Murcia, dos balcones vecinos centellean uno frente al otro en la competición anual por ver quién llega antes a la Navidad. Sus luces capitanean la avanzadilla de las fiestas que los más impacientes repiten en cada localidad de la Región y que dan inicio a unas semanas donde el consumo se permite, de forma excepcional, vivir de espaldas a las cuentas corrientes. Según el último estudio navideño de Deloitte, el gasto extra por persona durante la Navidad se sitúa en cerca de 630 euros, que cada vez comienzan a gastarse antes.

Aunque la hoja de noviembre no se haya desprendido todavía del calendario, la Navidad se ha abierto paso ya en varios frentes en la Región de Murcia, desde las luminarias de las ciudades, que en la capital se han adelantado a este mes por primera vez en la historia, a las decoraciones en los escaparates, centros comerciales y las reservas de los restaurantes que van colgando el cartel de completo en los días más demandados para las cenas de amigos y empresas.

Las previsiones varían según el sector entre leves mejoras en las ventas y el mantenimiento de las cifras del año pasado. Todo pese a una subida de precios, que acumula un 3,5% desde enero y amplía el desgaste que causaron en los bolsillos los dos incrementos consecutivos de 2021 y 2022, con subidas del 6,3% en ambos casos. La Federación del Comercio de la Región de Murcia (Coremur), así como los hosteleros y las jugueterías esperan que el año sea «un poco mejor que el anterior», mientras que las discotecas, las empresas de cestas de Navidad y los placeros esperan igualar lo conseguido en las fiestas anteriores.

Consumur augura un crecimiento del gasto por habitante, fundamentalmente por la subida del coste de la vida y el factor emocional que rodea al consumo navideño pese la situación económica. Su presidente, Roberto Barceló, alerta de la posibilidad de que los hogares con economías más ajustadas puedan adoptar actitudes de riesgo para mantener el consumo de años anteriores, como la firma de «créditos rápidos y préstamos».

Por otra parte, la creación de empleo, otro de los indicadores claves para anticipar el comportamiento del negocio navideño, ofrece previsiones contradictorias que añaden incertidumbre al desarrollo del próximo mes y medio. Mientras Randstad anuncia una caída de la contratación en la Región del 15,9% por el aumento de los precios de bienes y servicios, Adecco anticipa una Navidad más pujante que la anterior, con «un incremento de contrataciones de en torno al 10%». Así lo afirma Rosa Mulero, directora de la empresa de recursos humanos en Murcia, que recuerda que el pasado año se celebraron en la Región cerca de 150.000 contratos relacionados de forma directa o indirecta con este periodo festivo. Donde más se nota su llegada este año es en la demanda de teleoperadores. «Es un perfil que está despuntando este año. Ocurre con todo lo que tiene que ver con el marketing telefónico y la venta en gran consumo, como los dependientes, o perfiles empleos para el sector logístico, como mozos y carretilleros», asegura.

Los otros grandes polos de atracción de empleo serán, como cada año, la hostelería, la restauración y la alimentación «de cara a los refuerzos necesarios para las cenas de empresas».

El presidente de la Asociación de Cafés, Bares y Afines de la Región de Murcia, José María Rubiales, se muestra optimista: «El año pasado fue el primero que tuvimos a pleno rendimiento desde 2019, y tuvimos una subida importante de negocio. Y este se espera incluso un poco mejor en cuanto a trabajo y ocupación».

Eso sí, las buenas perspectivas de ventas no significan «que haya más beneficios», alerta Rubiales. «Tenemos un aumento de precios de compra de la materia prima, de los costes de personal, de la energía, de los alquileres y de los créditos hipotecarios que no podemos repercutir y que nos obligan a perder margen», lamenta. Por eso, los menús de las comidas de Navidad, donde los murcianos gastarán, según las estimaciones de la patronal hostelera HoyTú, una media de 60 euros, serán cerca de un 10% más caros este año. «O subimos el precio de venta o no podemos mantenernos», dice Rubiales. La subida va en línea con el encarecimiento de la materia prima que HoyTú calcula en el mismo porcentaje. «Dependiendo de la carta del restaurante, los hosteleros pueden estar pagando incluso un 13% o un 14% más en sus compras», afirma Rubiales, quien destaca la situación de la aceituna y sus derivados. «Ha subido tanto que algunos platos tradicionalmente económicos como la ensalada se ven condicionados. Y lo mismo sucede con las conservas vegetales en aceite».

Pese a todo, las reservas van «a buen ritmo», asevera Juan José Nicolás, presidente de la Asociación de Restaurantes de la Región y propietario del establecimiento El Churra de Murcia. «Ya hay ciertos días de diciembre prácticamente completos en todos sitios», apunta.

Hay dos cambios que se consolidan este año. «Por un lado, las cenas se han cambiado por comidas, que permiten tomar una copa y estirar la tarde; y por otro, la Navidad se ha alargado. Ya estamos empezando a dar comidas de grupos». Esas reuniones conllevarán más gasto, sobre todo por el incremento de precio, pero también por el derroche que estos días llega con las celebraciones. «La cuenta media de los comensales puede subir fácilmente hasta un 30% respecto a otros momentos del año», explica el representante de los restaurantes.

En casa también gastaremos más. El 80% de los consumidores admite añadir más productos a la cesta en su visita a los supermercados durante las fiestas, según el informe sobre la compra de alimentos para las celebraciones navideñas de Aldi 2023, que señala que casi la mitad de los españoles destinará 200 euros a alimentación estas navidades. Además, cuatro de cada diez prevén anticipar sus compras para las comidas y cenas de las celebraciones con la intención de esquivar las subidas de precio.

«La gente que no tiene una economía boyante procura comprar ahora congelado o comprar fresco y congelarlo para tenerlo en esa fecha pero a mejor precio», señala el vicepresidente de los placeros del mercado de Verónicas de Murcia, Pedro Cerezo, que avisa de que hay productos cuya subida no habrá forma de evitar. «El cordero estaba ya en julio un 30% más caro que el año pasado, y en Navidad se va a ir al 40%, pero porque no hay, porque se está vendiendo mucho fuera del país».

Pero donde más se notará la inflación, será en el tipo de productos elegidos. «Antes los clientes llegaban y te decían: 'Ponme un cordero, a como vaya'. Ahora te preguntan el precio y acaban por decirte que mejor se llevan pollo. En Navidad el marisco y el cordero serán los reyes, pero muchos clientes pueden apostar por llevarse otras cosas. El pavo, por ejemplo, lleva ya cinco o seis años que no sube en Navidad por el cambio de tradiciones».

En cuanto a las previsiones, Cerezo quiere ser optimista, aunque reconoce que las ventas de Navidad son cada vez más flojas en las plazas de abastos. «Hay un cambio generacional y de hábitos, y los supermercados hacen una competencia que acierta por comodidad y por precio –reconoce–. Aunque nosotros contamos con la calidad y la profesionalidad para distinguirnos».

En la empresa cartagenera RamonCestas, que lleva 30 años dedicada a confeccionar y vender cestas de Navidad, el asunto de la inflación ha obligado a realizar algunos ajustes. «Hemos tenido que cambiar algunos productos, y en algunos casos reducir lo que se incluye y los márgenes de beneficios, para contener los precios, aunque hemos preparado un catálogo compensado para dar opciones a los clientes», asegura el responsable de la empresa, Santi Giménez.

El aceite, que había ganado protagonismo como producto 'gourmet' en las cestas en los últimos años es, como en hostelería, uno de los que más se han encarecido, «y en el jamón también lo hemos notado mucho», apunta. «Pese a todo, soy optimista. En este negocio no puedes saber cómo va a ir el año porque muchos clientes esperan al último momento para hacer los pedidos, pero en esta época la gente hace una excepción y gasta lo que viene siendo habitual. Así que espero que las ventas sean como las de 2022».

En cuestión de regalos, son los más pequeños los que marcan el paso. En las jugueterías han comenzado ya las compras apresuradas en busca de los productos más demandados. Ana Belén Bernabéu, responsable de Juguettos en Murcia, cree que este año se superarán «ligeramente» las ventas de 2022, en concreto, los cálculos de esta cooperativa juguetera, que cuenta con casi 300 establecimientos en toda España, 16 de ellos en la Región de Murcia, estima que la subida puede ser de cerca de «un 2,5%». El principal problema, como ocurre con las cestas, es una demanda «cada vez más tardía». «Al año siguiente de la pandemia, las compras se adelantaron mucho, pero ahora se espera hasta el último momento», afirma.

Otro gremio que echa el resto estos meses es el de los artesanos dedicados a la tradición belenística. José Griñán, que lleva décadas dando forma a figuras en arcilla en la empresa familiar ubicada en Puente Tocinos, reconoce que esta labor ha ido decayendo con el cambio de costumbres, pero cuenta con que 2023 sea «similar» al año pasado, con un gasto medio por cliente que sitúa entre los 100 y 150 euros. «Las ventas van incluso un poquito por encima», celebra.

El perfil del cliente, según explica, es el de una persona «de más de 40 años y cada vez más selectiva, aunque estamos notando también que crece el interés en gente joven, que para nosotros es muy importante porque es la que puede garantizar que este oficio no se pierda».

Con el gasto navideño disparado, hay quien volverá a apostar por la ilusión a la espera de que un improbable golpe de suerte salve los excesos. Según las previsiones de la Sociedad Estatal de Lotería, los ciudadanos de la Región destinarán 69,02 euros de media a décimos de Navidad. Dos euros más que en 2022, y casi 20 más que en 2020, un año desde el que la compra de boletos no ha dejado de subir.

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