Más de 30 nacionalidades en el instituto de Los Alcázares
El centro reclama otra aula de acogida para poder atender a veinte estudiantes recién incorporados con desconocimiento total de español
Los listados con los nombres y apellidos de los estudiantes matriculados en el instituto Antonio Menárguez Costa de Los Alcázares atestiguan la diversidad de centro ... educativo, en el que conviven más de una treintena de nacionalidades, culturas, religiones y costumbres que los docentes del centro afrontan como un enriquecedor desafío.
En su entusiasmo se topan, curso tras curso, con el mismo obstáculo: la falta de recursos para ofrecer a los estudiantes la atención que requieren. Uno de los más complicados de resolver es la escasez de aulas de acogida para atender a las decenas de alumnos que aterrizan en el centro sin conocer el idioma español. El instituto dispone de una de esas aulas, pensada sobre el papel para atender a una veintena de los adolescentes que no hablan ni entienden el español. «El problema es que ahora mismo tenemos a cerca de cuarenta estudiantes que no hablan español, y sin aulas de acogida es muy complicado darles una respuesta adecuada», se queja el director del centro, Ángel Gómez. El instituto ha reclamado a la Consejería de Educación otra aula de acogida de urgencia, y confía en poder disponer de ese recurso en breve.
De los 980 estudiantes matriculados en el centro público, 526 son de origen extranjero, y la mitad de ellos tienen la nacionalidad española. En la inmensa mayoría de los casos, se trata de chavales nacidos, criados y escolarizados en la Región, con un dominio pleno del idioma.
No es el caso de los cuarenta alumnos que requieren aprender nociones de español en el aula de acogida. El curso arrancó con unos veinte alumnos en esas condiciones, pero desde septiembre se han incorporado otros veinte. En el instituto hacen equilibrios para atenderlos a todos y exprimen el recurso, pero entienden que es insuficiente para que los chavales puedan seguir el ritmo de las clases sin problemas. «Aprenden muy rápido, pero necesitan un par de meses para entender el idioma, y algo más para tener la capacidad de leer y escribir», explica el director del instituto, que escolariza a una colonia numerosa de casi medio centenar de estudiantes hindúes de familias establecidas en el municipio.
Las aulas de acogida, donde los estudiantes dedican unas horas de su jornada lectiva diaria a mejorar su destreza con el idioma y a ponerse al día en los contenidos con docentes de apoyo, fueron un recurso muy utilizado en la Región y pionero en España hace 15 años, en pleno 'boom' de la inmigración, pero con los años terminó reduciéndose su uso.
Este curso, Educación ha autorizado doce de esas aulas, pero la creciente demanda de los institutos ha obligado a poner en marcha otras 19 durante los próximos meses.
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