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Fachada de la taberna El Saro, donde se han producido dos atracos en siete días. LA VERDAD
«¡Si te mueves, te mato!»

«¡Si te mueves, te mato!»

Tres encapuchados atracan por segunda vez en una semana un bar de Alquerías

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Sábado, 9 de marzo 2019, 03:32

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Antonio cumplió ayer 45 años, pero el día de su aniversario se torció demasiado pronto. A las 4.20 horas de la madrugada, un hombre, con el rostro encapuchado, ya le estaba encañonando con una pistola mientras le exigía todo el dinero de la caja registradora. «No fue la felicitación que me esperaba».

El dueño de la taberna El Saro, situada en la carretera de la estación de Alquerías, había levantado la persiana a las cuatro de la madrugada, tal y como hace todos los días. En la puerta ya esperaban tres de sus clientes habituales para tomarse su primer café.

La secuencia del atraco se inició veinte minutos después, cuando tres encapuchados aparcaron un coche en la puerta del local. El Seat Ibiza en el que se trasladaban había sido robado la tarde anterior en el barrio de San Andrés, según fuentes policiales. Se bajaron del vehículo e irrumpieron en el establecimiento. «¡Esto es un atraco!», gritaron. Uno de ellos saltó la barra y se situó junto a Antonio. «Pon las manos en la barra y no hagas nada. ¡Si te mueves, te mato!», le espetó el individuo al dueño de la taberna, mientras cogía los mil euros que había en ese momento en la caja.

En su huida, los ladrones robaron a otras dos personas que se encontraban en la calle

Mientras esto ocurría dentro del mostrador, del otro lado dos delincuentes más, también con el rostro cubierto, se dedicaron a desvalijar a los tres clientes que estaban desayunando. «A uno de ellos le quitaron 200 euros, porque el hombre venía a pagar la cuenta que tiene aquí en el bar», lamentaba el tabernero.

Los ladrones encañonaron al propietario para llevarse el dinero de la caja y desvalijaron a los clientes que se encontraban en el establecimiento

Los tres asaltantes salieron del local con el botín, pero antes de esfumarse corriendo por los bancales de huerta aún se detuvieron para saquear a otras dos personas que se disponían a entrar al bar. «Cuando se fueron pulsé el botón de socorro, pero no funcionaba. Habían inhabilitado la alarma con un inhibidor, que además me ha 'frito' el sistema de seguridad y la conexión a internet», indicó.

Segundo atraco en siete días

Para Antonio, por desgracia, esta situación no es nueva. Hace una semana sufrió otro atraco de características similares. Ocurrió el viernes 1 de marzo, hacia las cuatro de la madrugada, cuando el establecimiento estaba aún cerrado. Era también un grupo de tres personas, que llegaron en un Fiat Punto. Saltaron una tapia que da acceso al patio de la vivienda. Esta se comunica con el bar a través de una puerta, por la que entraron. En ese momento, el hostelero, que no sospechaba nada, se dispuso a cruzar el umbral para abrir la taberna, pero se topó con la sombra de una persona y se dio media vuelta a la carrera para tratar de escapar y refugiarse en su casa. No logró su objetivo.

«Me tiraron al suelo»

Los desconocidos le gritaron que se detuviera, salieron precipitadamente tras él y consiguieron darle alcance. «Me tiraron al suelo y me apuntaron con una pistola. El que me habló es el mismo que lo hizo esta madrugada pasada. De hecho, me dijo lo mismo. Que le diera el dinero y que no hiciera ninguna tontería o me pegaba un tiro». En aquel primer golpe se llevaron 800 euros, las llaves de su vehículo y un teléfono móvil. Con el botín en su poder, huyeron en el mismo coche en el que habían llegado.

«El atracador que me amenazó hablaba igual que el que me apuntó con la pistola el pasado día 1»

Tanto la Guardia Civil, que se hizo cargo de las investigaciones, como los agentes de la Policía Local de las pedanías más cercanas se encuentran en alerta y tras la pista del grupo de asaltantes. «Me dicen que hacen lo que pueden con los efectivos de los que disponen, que son pocos. Peinaron toda la zona, pero por ahora no hay ni rastro de los responsables», se lamenta el dueño del bar.

«Se han llevado jamones y lomos de bellota, quesos de los caros y mil euros»

Primero drogaron al perro, un pastor belga; luego inutilizaron la alarma. Y al cabo forzaron la cerradura del cuarto de las máquinas e hicieron un agujero en una plancha de diez centímetros de grosor usando para ello una 'pata de cabra'. Para abrir ese butrón, antes tuvieron que cortar un cable de 380 voltios. «Se podían haber quedado pegados». Antonio Tovar aún le da vueltas a la cabeza mirando el sitio por donde entró, en la madrugada del pasado jueves, un grupo de ladrones para robarle embutidos y dinero de su empresa, Javier Tovar Distribuciones, situada en la pedanía murciana de Santa Cruz. «Sabían muy bien a por lo que venían. Se han llevado jamones y lomos de bellota, quesos de los caros y mil euros. Hoy me ha pasado a mí, pero el otro día les tocó a dos supermercados, uno que está aquí al lado y otro en Llano de Brujas. La Guardia Civil me dijo que se trata del mismo grupo, porque han comparado las huellas que han ido dejando en los tres atracos. Estamos indefensos ante esta oleada de robos y lo peor es que cuando los pillen los volverán a soltar al día siguiente», se queja Tovar.

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