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La Verdad
Martes, 5 de mayo 2020, 17:21
El teletrabajo y la sucesión de videoconferencias, sumadas a la falta de costumbre y la relajación que ofrece el ambiente y la comodidad del hogar, están jugando malas pasadas a los participantes en las reuniones y emisiones 'online' de todo tipo que se están llevando a cabo ante las medidas de confinamiento por la pandemia de Covid-19. Y si no que se lo digan al periodista molinense Alfonso Merlos.
Precisamente, en el Ayuntamiento de Molina de Segura, su patria chica, un pequeño descuido ha ocasionado una divertida anécdota en el transcurso del último Pleno municipal, celebrado este lunes por primera vez de manera telemática y que tenía como objetivo único la aprobación de medidas para paliar los efectos de la crisis del coronavirus. Y es que mientras la secretaria municipal daba lectura a varias mociones para lograr una enmienda transaccional, se coló una intervención inesperada. Fue la de la edil popular Juan Martínez Pérez, que se olvidó de cerrar el micrófono mientras no tenía el uso de la palabra.
«Que desayune algo», se escucha decir a Martínez Pérez inicialmente, al tiempo que la imagen de su propia webcam aparecía en pantalla. Al percatarse de este error, la secretaria municipal advierte de que alguien tiene conectado el micrófono y no debería. Martínez Pérez, que sigue sin darse cuenta de esta circunstancia, prosigue señalando a alguien de su familia que «ahí encima de la mesa tienes una barra de esas gordas». «Pártete un trozo; hazte una tostada», concluye antes de salir de imagen.
En ese momento, y tras estas indicaciones para preparar un desayuno, la emisión cambia a la cámara de otro concejal, con cierta cara de póker ante lo que estaba ocurriendo, para volver nuevamente a ofrecer la imagen de la secretaria municipal, que procede a pedir perdón a la alcaldesa por cerrarle el micro. «Se lo he silenciado por silenciar a quien estaba hablando», le aclara con media sonrisa. El Pleno fue transmitido en directo por la Televisión Municipal y sigue alojado en su web. Las nuevas tecnologías las carga el diablo.
La intervención de Martínez Pérez se produce a falta de 3 tres horas, 19 minutos y 25 segundos para la conclusión del vídeo.
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