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Tres usuarios de uno de los pisos tutelados que gestiona Afesmo, hace unos días. j. l. vivas
Las personas con enfermedad mental denuncian en Molina que el copago les aboca a la «mendicidad»

Las personas con enfermedad mental denuncian en Molina que el copago les aboca a la «mendicidad»

Un centenar de usuarios de viviendas tuteladas tienen que pasar el mes con 106 euros porque el IMAS se queda con casi la totalidad de su pensión

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Martes, 22 de octubre 2019, 02:26

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Los copagos de la Dependencia en las personas con enfermedad mental abocan a los usuarios de pisos tutelados y compartidos a la «mendicidad». Así lo denuncian los inquilinos de varias viviendas que gestiona la Asociación de Salud Mental y Comarca (Afesmo), que afrontan con angustia los pagos de cada mes porque el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) se queda con casi la totalidad de las pensiones, salvo los 106,5 euros que les dejan para asumir sus gastos. Productos de higiene, una visita al dentista, una entrada de cine o la compra de unas gafas se resisten a sus bolsillos, teniendo que hacer verdaderos encajes de bolillos para llegar a fin de mes.

«Algunos compañeros han tenido que ir a Cáritas a pedir ropa porque no pueden comprarla», lamenta Pepi, inquilina de uno de los pisos que gestiona Afesmo en la calle San Francisco de Molina de Segura. En la misma vivienda reside desde 2009 María Dolores, que ha tenido que esperar varios meses para adquirir unas gafas. «Da igual la pensión; yo cobro 400 euros, pero hay una compañera que percibe mil euros también y le dejan 106 euros para pasar el mes», señala con resignación. «No es justa esta ley de Rajoy; no es justo el copago», apostilla con desesperación.

José, que también comparte piso con otros trece usuarios en la calle San Francisco, tiene una pensión de casi 600 euros. Está divorciado y debe pagar la manutención a su hijo. Se la restan de su sueldo y él se queda con los 106,5 euros que le concede el Gobierno regional.

Los usuarios sienten impotencia al comprobar las «dificultades» que les ponen para incorporarse al mercado laboral. Si trabajan a tiempo parcial, salen perdiendo. «La pensión la cancelan temporalmente y la mitad del salario se lo queda el IMAS. Con la otra mitad, por ejemplo 250 euros, tenemos que pagar el piso tutelado, por lo que aún queda menos y así es imposible trabajar, ya que emocionalmente no tienes ilusión alguna», expone María Dolores.

Los precios de las plazas de residencias y pisos tutelados se fijaron en la ley teniendo en cuenta a un perfil de persona dependiente que no se corresponde con los pacientes con enfermedad mental, en gran parte jóvenes que necesitan disponer de recursos económicos para poder llevar una vida social integrada, denuncian. La presidenta de la Federación de Salud Mental de la Región de Murcia (Feafes) y a su vez presidenta de Afesmo, Delia Topham, ha vuelto a reclamar la reducción progresiva del copago. Critica que es una «auténtica vergüenza» la situación que están padeciendo los usuarios de estos servicios, haciendo hincapié en que en otras comunidades autónomas no existe este sistema de copago.

«¿Cuántas personas se han quedado fuera de estos servicios por culpa del copago?», se pregunta, con indignación, Delia Topham. A su juicio, «la Administración no ayuda a normalizar la vida de estas personas que, a través de los pisos tutelados y compartidos, aspiran a gozar de una autonomía que les impide el copago».

En la Región, un total de 83 personas con enfermedad mental residen en ocho pisos tutelados, la mitad de ellos en Molina de Segura. Es el único municipio de la Comunidad Autónoma donde hay establecidas cuatro viviendas compartidas con doce usuarios. En Feafes, que agrupa a 1.700 familias y más de 8.000 personas, se apuesta por las viviendas tuteladas, en contraposición a las 'macrorresidencias', con más de 400 plazas en la Comunidad. Rechazan que se institucionalice a las personas con problemas de salud mental, ya que consideran que es un regreso «al modelo de manicomio», indica Topham.

Franco estudia la retirada

'La Verdad' se puso en contacto con la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, cuya titular es la vicepresidenta de la Comunidad, Isabel Franco. Una portavoz de este departamento dijo que «se está estudiando la propuesta» que les trasladó la Federación de Salud Mental de la Región en una reciente reunión, «en el sentido de retirar progresivamente el copago a las personas con enfermedad mental que residen en viviendas tuteladas».

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