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Terreno que sufre los efectos de la sequía en una zona de olivares.
Terreno que sufre los efectos de la sequía en una zona de olivares. A. D.

Más de la mitad de la superficie regional sufre procesos de erosión y desertificación

Medio Natural alerta de la pérdida de 25 toneladas de suelo por hectárea y año, y del peligro de derrumbamientos

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Martes, 12 de marzo 2019, 01:37

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Cerca de 700.000 hectáreas, que representan más de la mitad de la superficie de la Región de Murcia, se encuentran bajo un clima desértico, sufren procesos de erosión y desertificación, y tienen una alta exposición a la salinización de los suelos, la sequía y los incendios forestales. Estos efectos se verán amplificados, según advierte la Dirección General de Medio Natural de la Comunidad Autónoma, que está intensificando las medidas del Plan de Gestión para la Adaptación al Cambio Climático, junto con la Consejería de Agricultura y Agua. En la parte positiva, el plan de Acción Forestal ha incrementando la masa vegetal en un 5%.

Murcia y Almería son las provincias más expuestas al avance del desierto y a la degradación del suelo, un fenómeno que afecta al 6% del territorio nacional. Otros informes más severos elevan ese riesgo al 18% en el caso de España, y hasta el 90% en la Región, Canarias y zonas de la Comunidad Valenciana y Andalucía.

Gran parte de la Región ya tiene muchos días con temperaturas medias superiores a los 35 grados

Los estudios indican que el territorio regional sufre el riesgo potencial de perder hasta 25 toneladas de suelo por hectárea y año. Estos impactos se hacen más evidentes con las elevadas temperaturas que está experimentando la Región durante este invierno 'oficial' a punto de finalizar, junto con la casi nula presencia de lluvias desde el pasado mes de octubre. El Día Mundial del Agua que se celebra el 22 de marzo pondrá el foco sobre el cambio climático y sus efectos. El fenómeno de la desertificación está sometido a diversas lecturas en la cuenca del Segura: los que piden reducir el estrés hídrico y la superficie regable por la falta de agua; y los que abogan por mantener la superficie de cultivos como una barrera verde contra el avance del desierto.

Cubiertas vegetales

El consejero de Agricultura y Agua, Miguel Ángel del Amor, explica que llevan a cabo proyectos para captar las aguas de escorrentías y ponerlas a disposición de los regantes. Asimismo, estudian nuevas variedades con bajas necesidades hídricas, lo cual fomenta el mantenimiento de cubiertas vegetales y evita la erosión del terreno. En el secano, apuestan por plantaciones que mantengan la cubierta vegetal, como almendros en el Cagitán con siembra de leguminosas, o las plantaciones de aromáticas en La Paca con aguas reutilizadas.

La Dirección General de Medio Natural informó ayer de que, en la cuenca del Segura, los períodos de sequía son más intensos y duraderos, que coinciden con fases de precipitaciones cada vez más cortas. Las predicciones de la Aemet apuntan a una disminución de precipitaciones del 10% para el año 2050 y del 20% para finales del siglo.

En cuanto a los suelos, el riesgo potencial de erosión eólica es muy bajo, aunque hay algunas zonas donde aparece un peligro medio: noroeste de la comarca Altiplano, zona sur del área metropolitana de Murcia, oeste del Campo de Cartagena, sur del Bajo Guadalentín y centro de la comarca de Lorca. Asimismo, existe otro riesgo de erosión laminar potencial en la superficie de la Región.

Los periodos de intensas lluvias, que serán más frecuentes, alternados con épocas de extrema sequía, pueden provocar una inestabilidad en los materiales que conforman las laderas, pudiendo producirse en algunas zonas serios riesgos de derrumbamientos o caídas de grandes rocas, advierte la Consejería.

Aumentará la superficie afectada debido al cambio climático

Las variables climáticas en la Región llevan a la conclusión de que las heladas, con diferente intensidad, no sobrepasan los 25 días al año; y que las zonas con un número mayor de días con temperaturas máximas superiores a 35 grados se encuentra principalmente en la Vega del Segura, en el sureste del Altiplano, el este de la comarca del Noroeste y en el centro y este del área metropolitana de Murcia.

Los datos de precipitación y temperatura media anual permiten concluir que más de la mitad de la superficie de la Región se encuentra bajo un clima desértico (gran parte de las comarcas de Lorca, Bajo Guadalentín, Campo de Cartagena, área metropolitana de Murcia, Vega del Segura y cuenca de Abanilla-Fortuna). Casi la otra mitad de la Región está bajo la influencia de un clima árido, siendo más generalizado en el Noroeste, Altiplano, cuenca del río Mula y parte de las comarcas de Lorca y Bajo Guadalentín.

Greenpeace señala que el Segura es una de las cuencas con menos robos de agua

La leyenda negra que han forjado diversos colectivos sobre los robos de agua en la cuenca del Segura se ha venido abajo, a la vista del informe presentado ayer por Greenpeace, según el cual solo se tramitaron 113 denuncias entre los años 2013 y 2017. La demarcación del Segura es la séptima en el 'ranking' de robos de agua y pozos ilegales, frente a los mensajes que lanzaron quienes la pusieron como ejemplo de mala gestión.

Greenpeace denunció que el robo de agua en pozos ilegales puede suponer al menos 77 millones de euros en daños al patrimonio natural y pidió a los ciudadanos que denuncien todos los casos de extracciones que conozcan. La ONG ha investigado durante más de un año el número de pozos ilegales de agua y asegura que los datos estimados son muy conservadores. Entre 2013 y 2017 las confederaciones recibieron 2.866 denuncias por pozos ilegales, de los que solamente se clausuró una decena.

Por confederaciones, la del Guadalquivir es la que cuenta con mayor número de denuncias. Le siguen la demarcación del Tajo (703); Ebro (608); Guadiana (583); Duero (385); Miño (114); Segura (113) y Cantábrico (0). En cuanto al resto de extracciones ilegales, encabeza el 'ranking' la Confederación Hidrográfica del Duero, con 1.305 denuncias tramitadas, y le siguen el Guadalquivir (974), Tajo (607), Guadiana (540), Miño (265), Júcar (147), Cantábrico (136) y Segura (109). Greenpeace estima que estas denuncias han provocado en el Segura un daño al patrimonio natural de al menos 3.651.985 euros.

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