El Ministerio no autorizará el colector norte hasta que se corrija «la actividad que genera el exceso de agua y nutrientes»

Ni el colector norte ni otras infraestructuras de ingeniería recibirán autorización del Ministerio para la Transición Ecológica hasta que se determinen «los procesos de gestión de la actividad que genera el problema de exceso de nutrientes y de agua» sobre el acuífero y, por extensión, sobre el Mar Menor. Así lo transmitió este martes por la mañana el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, tras el encuentro con el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, en Lo Pagán.

O más claramente: no emprenderá obras de ingeniería hasta que se corte el grifo sobre «las 8.500 hectáreas con regadío fuera de ordenación, que equivalen a 25 hectómetros cúbicos al año» de aportes a la bolsa subterránea de agua que presiona a la laguna desde abajo. Morán aseguró que «una vez que tengamos claro que hemos actuado en origen y sepamos cuál es el alcance del problema, sabremos si son necesarias medidas de ingeniería y con qué dimensión, pero no al revés».

El proyecto del colector norte, que estaría destinado a captar caudales para la desalobración y el vertido de salmueras al Mediterráneo por un emisario submarino, ha superado ya la fase de exposición pública y de alegaciones. «Ahora retorna a la evaluación del Ministerio y se verá si sí, si no, y con qué volúmenes a tratar», advirtió Morán, quien precisó que el colector norte «fue una idea planteada cuando se pensaba que el acuífero drenaba 68 hectómetros cúbicos al año al Mar Menor, pero ahora se sabe que entran entre 8,5 y 12 hectómetros cúbicos».

Como medida incluida en el Plan Vertido Cero, el secretario de Estado apuntó que «no es verdad que este Plan tuviera consenso total, ya que la medida central, que es la declaración del acuífero en riesgo químico, contó con el voto en contra de la Comunidad y de los regantes».

El secretario de Estado destacó que «hay un compromiso de inversión, que supera los 30 millones en los últimos dos años, y ahora se cifra en 300 millones de euros». Ante las reivindicaciones del Gobierno regional para que el Estado actúe a corto plazo en la recuperación del Mar Menor, Morán responde que «todas las intervenciones tienen que ser sometidas a procesos de evaluación ambiental». Remitió a «la experiencia de la Comunidad Autónoma, que ha tenido hasta ahora obras al margen de la evaluación de impacto ambiental que han acabado en los tribunales y, en algunos casos, están pendientes de sentencia, y ese no es el procedimiento adecuado».

«Si el origen del problema del Mar Menor es ambiental, no podemos prescindir del estudio de impacto ambiental», aseguró. Morán insistió en que «pretender ponerse a hacer ahora un colector, ya sabemos cómo acaba. Hay una consejera del Gobierno de Murcia que está la pobre pendiente de sentencia».

Sobre la presión del Gobierno regional con las «actuaciones inmediatas», aclaró que «algunas infraestructuras que se proponen nos colocan a 5 años para superar el proceso de diseño, evaluación y ejecución de obras».

Sobre la medida que propuso la Comunidad, a instancias del Comité Científico, para extraer agua del acuífero para aminorar la entrada difusa de agua dulce con nitratos del subsuelo, Morán recordó que «el problema es un exceso de aportaciones de agua, que hace inviable que el acuífero recupere sus niveles». «Si rebajamos la presión forzada al acuífero, tenderá a recuperar los niveles piezométricos -la altura libre de agua sobre el nivel del mar- razonables», indicó el segundo responsable ministerial sobre Medio Ambiente.

El consejero de Agriculura, Antonio Luengo, dijo no entender las palabras de Hugo Morán sobre el Colector Norte. Señaló que el proyecto lo elaboró la CHS y lo sacó a información pública el año pasado, «iniciando la tramitación ambiental aun sabiendo que saldría negativa porque el proyecto está incompleto». «Nos ofrecimos en febrero de 2020 a hacer la desnitrificadora y elaboramos el anteproyecto», apuntó. «Ahora, dos años después, dicen que no lo van a hacer ni a autorizar, y todo después de haberles pedido por escrito, a través de un convenio, que nos den el proyecto, que nosotros lo evaluaremos y lo construiremos todo. Da la sensación de que llevan dos años dando vueltas para finalmente no hacer nada».

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