Miguel Sánchez considera que es una moción propia «de Pepe Gotera y Otilio»

Los aficionados al cómic de fabricación nacional recordarán sin mucho esfuerzo las andanzas de los obreros más desastrosos que pudo parir la mente del genial dibujante Francisco Ibáñez: 'Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio'. Unos auténticos especialistas a la hora de provocar catástrofes morrocotudas y galimatías disparatados partiendo de un encargo tan sencillo como colgar un cuadro en una pared de gotelé.

Los operarios más chapuceros de la historia del tebeo patrio parecen haber sido, también, los cerebros de una estrategia política gestada en los despachos de Ciudadanos y del PSOE y que ha desembocado en un histórico guirigay de consecuencias aún impredecibles. Así lo piensa al menos el senador de Cs por la Región de Murcia, Miguel Sánchez, quien critica que la moción de censura presentada en la Comunidad es propia «de Pepe Gotera y Otilio». Sánchez recuerda que siempre fue «partidario de un pacto entre Ciudadanos y PSOE, y así lo he manifestado muchas veces. Formar un gobierno moderado, de centro , transversal, pactista, posibilista y regenerador. Pero no así, ni en plena pandemia». El senador cree que «ahora debemos estar en salvar vidas y empleos, y no jugando al juego de las sillas. Y menos, siendo peones de una partida que se juega en Madrid». Lamenta además que la Región «se ha utilizado como laboratorio de operaciones, como un conejillo de Indias».

Miguel Sánchez se siente «apenado, muy triste y escandalizado» por todos los acontecimientos que se han sucedido en los últimos días con Ciudadanos como principal protagonista de la vorágine política nacional. Una retahíla de golpes «kafkianos» que le han dejado «en estado de 'shock'» mientras asiste al derribo de la formación naranja «como un castillo de naipes». Aunque insiste en que no hará declaraciones públicas «hasta que llegue el momento oportuno», el senador sí admite a LA VERDAD que la moción de censura «está ahora en manos de los tránsfugas de Vox, y pase lo que pase habrá sido una chapuza y habrá roto al partido». Eso sí, reconoce que todo este desbarajuste ha servido para que «mucha gente se haya retratado, en un sentido y en otro. Ya sabemos los motivos que guiaban a cada persona y que, desde luego y tristemente, no era la vocación de servicio público».

Miguel Sánchez se refirió este martes también a la cadena de comentarios que ha publicado en los últimos días en su cuenta personal de Twitter, sobre todo en referencia al concejal del Ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez: «Me quito el sombrero con Mario. De puertas afuera hay decenas de políticos mucho mejores, eso a él le da igual. Pero en lo interno, en la puerta cerrada, en la fontanería y en la conspiración (y ¿que es hoy la política, sino conspirar?), es el número uno». En otro tuit, Sánchez aplaude que Mario Gómez «ha esperado pacientemente hasta que Ballesta y los suyos patinaran. Han metido la pata hasta el fondo y le han dado un relato. Se la han puesto botando. Si a Mario se la dejas botando, te la mete por la escuadra. Es un 'killer' [en referencia al delantero centro rematador]. Mi sincera enhorabuena», escribió el sábado en la red social.

Sánchez negó este martes que sus palabras tuvieran ironía o sarcasmo alguno, y solo reconoció el «trabajo» del concejal precisamente en las labores de «fontanería política y conspiración», se reafirmó. «Esta es la política que hacen Teodoro García Egea (PP) o Iván Redondo (PSOE), y en eso Mario es muy bueno. De verdad, no hay ninguna ironía. Mi enhorabuena para Mario. Solo es un halago, pero a mí no me sale halagar mejor».

El senador, que también publicó el fin de semana una fotografía en la que posa con la camiseta del mítico portero de la Unión Soviética Lev Yashin -'la araña negra'-, despejó dudas al respecto de un posible desembarco en el PP. Al menos, por su parte: «Sí, soy crítico, cosa legítima en un partido liberal, y estoy abochornado por los últimos acontecimientos. Pero no me voy a ir al PP». Esta última frase ya la tuiteó en mayúsculas, como gritando mucho.