Miguel Ángel Sola, abanderado de las energías renovables

«El futuro es verde o no será, no hay punto medio. Debemos cambiar la mentalidad en todos los sectores» para implantar medidas de ahorro y eficiencia energética. Así de contundente se muestra Miguel Ángel Sola, (Lorca, 1982), flamante decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de la Región de Murcia (Coitirm), que representa a más de 3.000 colegiados, lo que lo convierte en el colectivo de profesionales más numeroso de la Comunidad Autónoma. Es uno de los de mayor peso y actividad y moviliza recursos millonarios. En los últimos cuatro años, los ingenieros técnicos industriales murcianos han gestionado 45.000 expedientes empresariales con una inversión de 4.000 millones de euros.

El principal reto de Sola al frente de la institución es dar el empujón definitivo al desarrollo de las renovables y el hidrógeno verde, para que la Región se sitúe a la vanguardia energética europea. «El colegio tiene que ser punta de lanza porque va a ser la tecnología del futuro», ya que este combustible combinado con la fotovoltaica es «ideal como fuente energética totalmente renovable». Confirma que el colegio ha recibido una subvención para crear un aula de formación en hidrógeno verde para los ingenieros y el resto de profesionales involucrados en su desarrollo y se muestra entusiasmado porque «dentro de nuestro ADN está la formación». Es consciente del papel transformador de la mentalidad de la sociedad que tiene por delante la institución que representa y aboga por la implantación de las comunidades energéticas en la Región donde «suena poco», pero se impone ya en territorios próximos, como Valencia.

Con este fin se ha creado una oficina de transformación comunitaria con fondos europeos que funcionará hasta 2025 en las instalaciones del colegio profesional para formar y divulgar las ventajas de crear cooperativas energéticas para ahorrar en la factura de la luz, «un modelo que impera ya en Europa».

Entre sus retos también está «acercar el colegio a la Universidad», porque «aunque parezca algo obvio, los alumnos no lo conocen». Para estar presentes en la vida de los estudiantes desarrollarán un plan de acción con la Politécnica de Cartagena e impartirán parte de las asignaturas de Proyectos y Economía.

El aprendizaje ara los ingenieros también está en constante evolución, la «normativa cambia continuamente» y el departamento de formación del colegio es «muy potente, está a la vanguardia, debe ser una herramienta al servicio del colegiado para que esté al día».

Sola es empresario, ingeniero técnico industrial por la UPCT e ingeniero químico superior por la UMU. Vocal de la Cámara de Comercio de Lorca, fue presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios del Guadalentín. Actualmente dirige GTM-Ingeniería y Desarrollos, empresa de ingeniería industrial, civil y de obra pública con oficinas en Lorca y Madrid. Tiene además experiencia internacional con proyectos realizados en Argelia para el sector residencial e industrial.

Casado y con dos hijos, intenta inculcarles la pasión por la ingeniería, hasta el punto de que le ha regalado a la pequeña el cuento 'Voy a ser... Ingeniera'. Comenzó a estudiar la carrera no por vocación sino por las salidas profesionales que le ofrecía. «Tenía ganas de trabajar, de ser empresario y he encontrado mi vocación, tengo mi empresa con los estudios que he realizado». La tasa de paro es residual, hay una alta demanda y en ciudades como Lorca es «muy complicado» encontrar profesionales porque ejercen su carrera fuera, donde les ofrecen mejores oportunidades de trabajo y «no sopesan la idea de regresar».