Medio Ambiente estudia las alegaciones al cese del vertido hacia Calblanque

La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente está estudiando las alegaciones de la Comunidad de Regantes Arco Sur a su orden de suspensión temporal del vertido de salmueras al Mediterráneo, tras haber detectado niveles elevados de ocho metales pesados, plaguicidas y nitratos en el agua en distintas mediciones en 2018 y 2019.

Fuentes del Gobierno regional confirmaron que sigue vigente la orden dictada en noviembre por la Dirección General de Medio Ambiente, pero afirmaron que no hay un vertido de metales sino «un vertido del agua del rechazo de la desaladora, en cuyas analíticas se detectó que había parámetros por encima de lo permitido». «Se está en vías de responder en los próximos días» a los regantes, añadieron.

Entre tanto, el Ayuntamiento de Cartagena prepara la reparación del emisario submarino de la depuradora Mar Menor Sur, conducción que usa Arco Sur para arrojar la salmuera. Los regantes reciben en su desaladora agua tratada en la depuradora municipal y arrojan la salmuera a la «masa de agua Cabo de Palos-Punta de la Espada», frente al litoral de Calblanque.

La edil de Infraestructuras, María Casajús, dijo a LA VERDAD que habrá un vuelo con «drones e inmersiones para determinar con exactitud las dimensiones de los daños». La reparación será costeada por la entidad regional Esamur. Casajús agregó que el Consistorio cumple el plan de control del agua depurada que fijó Medio Ambiente y que aplicará las mejoras recomendadas para «aumentar las garantías de calidad de los efluentes».

La diputada del PSOE Carmina Fernández y los concejales Jesús Giménez y Pilar Marcos, de MC y Podemos, respectivamente, denunciaron «pasividad» en el control de las aguas y exigieron aplicar la ley para proteger la costa de Cabo de Palos y Calblanque y para hallar el origen de la contaminación y atajar ésta.