Unas excavaciones en Puerto de Mazarrón sacan a la luz unas termas romanas
Las estructuras del sistema de calefacción de época altoimperial encontradas junto a la playa de El Alamillo se conservarán en el futuro paseo marítimo
La campaña arqueológica junto a la playa de El Alamillo (Puerto de Mazarrón), con motivo de las obras de ampliación del paseo marítimo, arroja otra ... sorpresa. Los trabajos enmarcados en la segunda fase han sacado a la luz los restos de unas termas romanas de época altoimperial. Aunque de momento las conclusiones son provisionales, se trataría de elementos constructivos datados entre los siglos I y II después de Cristo y se corresponderían con la zona del hipocausto, el sistema empleado para la circulación del aire caliente por el suelo de la estancia, según indica a LA VERDAD María del Carmen Martínez Mañogil, de la empresa CMM Arqueología, que junto a Alfredo Porrúa dirigen las excavaciones. Presentan «un buen estado de conservación», remarca.
El pasado romano de este enclave ya era conocido desde los años 80 del siglo pasado. Entonces se documentó la existencia de una villa romana con dos zonas bien diferenciadas: un área residencial, a un lado de la carretera y tras su estudio sepultada bajo una urbanización, y otra parte industrial, más próxima al frente marítimo, dedicada a la producción de salsas de pescado y salazones. Estos últimos vestigios (seis piletas cuadrangulares y estructuras murarias) se acondicionaron en su día para que fueran conocidos por vecinos y turistas Ahora, los trabajos en marcha confirman la potencia del yacimiento. De hecho, tras los primeros hallazgos a comienzos del pasado verano, la Dirección General de Patrimonio Cultural dio instrucciones para que se ampliasen las excavaciones. En esta segunda fase, además de las termas, también han aparecido más piletas, de forma semicircular y cuadrangula, aunque los expertos todavía deben aclarar cuál fue su uso industrial.
Tercera fase
Mañogil explica que los trabajos seguirán en las próximas semanas hasta alcanzar el nivel más bajo del yacimiento, por lo que los resultados todavía no son definitivos. Y aún queda por ejecutar una tercera fase, que incluirá seguir adelante con las excavaciones y, a la vez, proceder a la restauración y consolidación de las construcciones encontradas hasta ahora.
La intención es que el conjunto romano se conserve formando parte del futuro paseo marítimo que construye la Demarcación de Costas del Estado. Con la recuperación del yacimiento romano, la zona ganará un atractivo más. El diseño de la nueva infraestructura, con una inversión de 2,6 millones de euros, prevé un itinerario peatonal que conectará la playa del Rihuete y el mirador de la Punta del Alamillo, con un recorrido de casi 1,3 kilómetros. Contará también con un carril bici bidireccional y pasarelas de madera para salvar los cauces de las ramblas de Los Lorentes y Las Balsicas.
La Consejería de Cultura ya confirmó su interés de que se conserven los restos arqueológicos, algo en lo que también coincide el equipo de gobierno municipal que lidera Ginés Campillo.
Una extensa finca con un uso industrial y residencial
Las excavaciones del yacimiento del Alamillo realizadas en la década de los años 80 permitieron documentar una extensa finca formada por un área residencial y otra zona industrial. La actividad en dicho enclave tuvo que ser doble, porque además de la fabricación de salazones también se desarrolló una producción agrícola de regadío. Así lo atestiguan una balsa y un acueducto para transportar el agua de las sierras cercanas conservados al otro lado de la carretera. Con una capacidad superior a los 250 metros cúbicos, el depósito se dató en el siglo I después de Cristo. La urbanización de esta zona del litoral lo dejó encorsetado entre edificaciones.
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