Mariano Menor: «Aena está totalmente interesada en seguir con el aeropuerto de Corvera; nos estamos recuperando»

-Usted ha gestionado muchos aeropuertos, y más grandes. ¿Este se lleva el premio en obstáculos, contratiempos y problemas?

-Este aeropuerto tenía desde el principio una particularidad: no había operado nunca. En el año 2018 se hizo un trabajo muy importante para abrir un aeropuerto nuevo con tráfico. Fue un hito en este sentido. En 2019 funcionó muy bien, con un tráfico por encima de lo previsto. El año 2020 era el de la consolidación y despegue definitivo, pero se torció todo, como en el resto del mundo, y tomamos medidas y decisiones para adaptar la capacidad a la demanda, como en los demás aeropuertos de la red de Aena.

- Cuando empezaban a remontar llegó la pandemia. Peor coincidencia no podía existir.

-Sí, es cierto. Cuando habíamos probado todos los sistemas y el tráfico funcionaba muy bien, vino la pandemia y hubo que recomponerse y mirar el aeropuerto desde otro punto de vista.

-¿Es un milagro que el aeropuerto regional siga abierto? ¿Ha pensado Aena en algún momento renunciar a la concesión, arrojar la toalla?

-No. He oído decir muchas veces a los responsables de la Comunidad Autónoma que es una instalación muy importante para la Región, y somos todos muy conscientes de ello. Además, Aena está totalmente interesada en seguir. Tenga en cuenta que esta es la única concesión que tiene en España. Con las dificultades que hemos tenido, se ha creado un clima de confianza mutua entre Aena y la Comunidad y tenemos claro que debemos seguir con este aeropuerto, salir de esta pandemia y tirar para adelante. El hecho de tener el respaldo de una empresa tan importante como Aena, digamos que facilita, o que tenemos menos dificultades que otras empresas, para tirar hacia adelante porque la capacidad de financiación es importante.

-Aena anotó el año pasado un deterioro de la concesión del aeropuerto de 47,5 millones de euros. ¿Cómo se lleva esto en la cuenta de resultados?

-Son apuntes contables como consecuencia de la situación de los activos, que reflejan que se ha producido cierto deterioro. No se traduce en ningún pago. Hombre, impacta en la concesión. Nosotros estamos pasando unos años muy difíciles, como muchas empresas de aeropuertos del mundo. En este caso, y desde el punto de vista de Aena, existe una concesión de 25 años y cualquier impacto positivo o negativo lo intentamos llevar a nuestro modelo económico para ver cómo va a repercutir.

-El año pasado reclamaron 2,5 millones de euros de la Comunidad para compensar las pérdidas del primer estado de alarma. ¿Han pensado en solicitar otro pago o reequilibrio por las pérdidas posteriores?

-Lo del año pasado estaba muy especificado en las normas. Presentamos una petición de reequilibrio que nos aceptó el Gobierno regional y ese tema quedó cerrado. Bien es verdad que la pandemia ha hecho saltar por los aires las condiciones de la oferta que presentó Aena y las bases con las que se elaboraron los pliegos de la licitación. Sí se ha planteado, siempre de la mano de la Consejería de Fomento, la posibilidad de una modificación de las condiciones iniciales que pudiera recoger todo lo que ha supuesto la pandemia. En esas conversaciones estamos, y seguro que al final llegaremos a un acuerdo.

-¿Puede precisar cómo están esas negociaciones, de las que se lleva hablando varios meses?

-Se hizo ese primer reequilibrio, y ahora se está viendo una modificación que abarque todo el periodo concesional. Se trata de poder ajustar los cánones que tenemos que pagar, ya que la prognosis de tráfico sobre la que se calculó todo el esquema económico del aeropuerto ha cambiado. No le puede decir cómo acabará. Por el tipo de contrato, no se puede ampliar legalmente el periodo de concesión. Ojalá. Con lo cual todo va a girar, espero, en una flexibilización de los cánones que Aena tiene que pagar a la Comunidad en los 22 años que nos quedan de concesión. En 2019 pagamos el canon correspondiente al superar el millón de pasajeros. Aunque repito, estamos en ese periodo de negociación en un clima de absoluta confianza. Pero no se va a pedir otro pago como el del primer estado de alarma.

-En cualquier caso, el Gobierno regional habrá asumido que con la actual concesión no podrá recuperar los 200 millones que pagó por el aeropuerto.

-Eso sí que no lo sé. Lo que tenemos claro es que es un aeropuerto esencial. La Comunidad está muy interesada en que esto siga, ha confiado en Aena y estamos respondiendo. Lo importante es que esto siga. Habrá un antes y un después de la pandemia para casi todos los sectores. Eso supone que hay que darle la vuelta completa a algunas cuestiones que estaban muy claras en el año 2019, ya que la situación es ahora totalmente diferente.

- La zona logística del aeropuerto no despega. ¿Qué problema hay para el asentamiento de empresas? ¿El aeropuerto aún no tiene atractivo? ¿Les perjudica la zona logística contigua?

- Es un tema que queremos relanzar con la Comunidad Autónoma, para que podamos entrar en el mercado. Intentar conseguir entre todos un polo económico alrededor del aeropuerto es uno de los objetivos, con lo cual las sinergias van a funcionar, y una empresa puede atraer a otra. La zona logística contigua no nos perjudica, somos totalmente complementarios. Estoy seguro de que con el paso de los años vamos a ver un aeropuerto y un entorno que no se van a parecer en nada a lo que tenemos ahora.

-¿Han realizado una revisión de las previsiones de tráfico para los próximos años?

-Hemos realizado algunos cálculos, aunque es tremendamente complicado por la volatilidad que tiene ahora mismo el tráfico aéreo. Es verdad que la pérdida de tráfico que estiman los organismos internacionales es muy alta. Son cautos. Prevén que en el año 2024 recuperaremos el tráfico que había en 2019. Hacer previsiones a largo plazo es muy complicado, porque hay que ver cuándo salimos de la pandemia. Le recuerdo que en julio del año pasado parecía que todo había acabado, y mire cómo estamos ahora, con la quinta ola y la variante Delta. Nuestra previsión de crecimiento sigue siendo la misma que en la oferta inicial, pero partimos de una escalón más bajo. En los 25 años de concesión puede producirse una pérdida del orden de un 20% o 30% del tráfico que habíamos previsto hasta el final del contrato. Es como si hubiéramos bajado la curva de prognosis de tráfico. Ese porcentaje se basa en la situación del momento, sin tener datos de lo que va a pasar el mes que viene o el año próximo.

-¿Cuál era la previsión inicial de tráfico?

- El número estimado de pasajeros totales de la oferta, para todo el período concesional de 25 años, era del orden de 60 millones. De ahí habría que restar ese 20% o 30%.

- ¿Cuándo prevén dejar los números rojos y entrar en beneficios?

- Miramos nuestras cuentas desde el punto de vista de toda la concesión. Tardaremos unos años en entrar, porque también tuvimos unos gastos extras para el arranque. No tiene la rentabilidad de la oferta que presentamos, porque todo ha cambiado, pero creemos que vamos a ser capaces entre todos de sacar esto para adelante. Si el tráfico cae, todo cambia. Somos conscientes de que las condiciones han cambiado completamente. Si lo miramos desde el punto de vista de la concesión, el aeropuerto sale para adelante, seguro.

- ¿Cuál es la situación actual del tráfico en el aeropuerto?

-El año pasado fue duro para todo el mundo. Los resultados finales fueron peores de lo que pronosticaron los organismos internacionales y bajamos un 80% de tráfico, similar al resto de los sectores de Europa. Este año hubo unos primeros meses muy complicados, ya que entre marzo y abril solo tuvimos la operación de Canarias. En abril empezamos con Bélgica, y el 21 de mayo tuvimos el primer vuelo de Gran Bretaña desde el Día de Reyes. Ahí empezamos esta recuperación, que esperemos que se mantenga con el paso de los meses. Nuestra dependencia británica es muy elevada. Ahora nos mantiene en el nivel de riesgo ámbar, lo cual es importante. Estamos creciendo, cerramos julio con el doble de pasajeros que el mismo mes del año pasado, aunque todavía por debajo de 2019. Las propias compañías aéreas dicen que hay una demanda latente muy importante y que cuando las restricciones se vayan levantando y la vacunación siga adelante, creemos que cristalizará en una demanda real, y que para la segunda parte de la temporada de verano, que acaba finales de octubre, podamos tener un repunte.

-La estadística de Aena de junio indicó que este aeropuerto cayó mucho más que la media.

-Por nuestra enorme dependencia del mercado británico, que es un 80% del tráfico de este aeropuerto. Y si hay restricciones a la movilidad, nosotros lo notamos algo más. No obstante, tenemos la novedad de las rutas domésticas. Le recuerdo que en el último año del aeropuerto de San Javier no había ninguna, y ahora tenemos siete destinos nacionales. Es una tendencia, y trabajamos de forma coordinada con la Consejería de Turismo para tratar de conseguir nuevas rutas, y sobre todo, y muy importante, que las actuales puedan mantenerse e incrementarse.

-¿Qué otros destinos buscan?

-Está abierto todo. Aún no estamos conectados con Galicia y los países nórdicos, que son un buen mercado. Tocamos continuamente a todas las compañías que pensamos que pueden volar aquí.

-¿Cuál es el nivel de ocupación de las nuevas rutas nacionales, como Barcelona o Bilbao?

-Hace un mes era del 50%, y ahora tenemos varias rutas al 85%. Es importante que las compañías vean que son rentables. La de Canarias, de Binter, ronda el 85%. Como Volotea, con Asturias. Vueling está sobre el 55% con Barcelona, porque acaba de empezar. Estamos notando una mejoría muy importante.

-¿La sorpresa han sido los dos destinos a Marruecos, Oujda y Casablanca? ¿Es coyuntural, debido a las restricciones en el Paso del Estrecho?

-La compañía Air Arabia nos comenta que no tiene que ver con eso. Son dos destinos que quiere mantener; uno se corresponde con la zona de origen de la mayoría de marroquíes que trabajan en nuestra comunidad.