Una marea arcoíris por la diversidad recorre el centro de Murcia
La marcha del Orgullo LGTBI vuelve con fuerza tras la pandemia cargada de reivindicaciones y en un ambiente festivo
Después de dos años con el Orgullo a medio gas por la pandemia, la reivindicación festiva por los derechos LGTBI volvió este sábado a inundar el centro de Murcia. Lo hizo con más fuerza que nunca, y como colofón a una semana repleta de actividades y novedades con respecto a ediciones anteriores.
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Una marea de banderas arcoíris tomó las principales calles de la ciudad para desembocar en un multitudinario concierto en la nueva plaza de los Derechos LGTBI. Ocho grupos de carnaval y nueve carrozas de partidos, sindicatos, locales de ocio e instituciones llenaron de música y colorido el recorrido. La marcha avanzó bajo el lema «Contra el odio, ley LGTBI estatal ya».
El ambiente fue festivo y muy reivindicativo, con críticas a las políticas del Gobierno regional y, sobre todo, de la consejera María Isabel Campuzano, procedente de Vox. El llamado 'pin parental' y la anunciada revisión de la «neutralidad ideológica» de los libros de texto merecieron numerosas críticas.
La preocupación por los avances de los discursos de extrema derecha y sus posibles consecuencias sobre los derechos del colectivo LGTBI marcó la marcha de este año.
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«Hay riesgo de marcha atrás, de regresión», lamentó Rosa Peñalver, madre de un hijo trans que «tuvo que sufrir los incumplimientos de la ley regional de derechos LGTBI. Cuando quiso iniciar su transición, en la adolescencia, »se encontró con que no tenía acceso a tratamiento ni se le permitía cambiar el nombre«, denuncia. Peñalver advierte de los intentos de sacar las charlas de educación afectivo sexual en las aulas. »Mi hijo dio el paso de hablar con nosotros gracias a una de estas charlas« recuerda
«Mientras siga habiendo víctimas de agresiones homófobas o se sigan suicidando adolescentes LGTB, es más que necesaria la celebración del Orgullo. Pero al margen de este festejo reivindicativo, es vital que en el día a día se apueste por un sistema educativo normalizador y que todos contribuyamos socialmente a la visibilidad», reflexionaba Carlos Campos, quien acudió a la marcha acompañado de su hijo Miguel y de su marido, Luis Carlos Alzate. «Mi primer Orgullo fue hace 24 años -contaba Luis-; el espíritu entonces era de reivindicación, de pedir justicia. Queríamos que el mundo nos viera como iguales a las demás personas. Hoy, que tengo a mi pareja, que estamos casados y tenemos a un hijo adoptado al que adoramos, el Orgullo tiene un componente más: es una celebración de las nuevas familias, de los diferentes tipos de familia».
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Apoyo institucional
El Ayuntamiento de Murcia se ha empleado a fondo este año, con una implicación institucional inédita con la que pretende remarcar las diferencias con respecto a los anteriores equipos del PP. Se han celebrado actos institucionales, charlas y se han estrenado gestos, como los semáforos inclusivos, que llevaban años en otras grandes ciudades. El alcalde, José Antonio Serrano, se sumó a la marcha desde la carroza del Ayuntamiento. «Hoy es un día para celebrar el derecho a vivir en libertad, sin que nadie te estigmatice ni señale, y en eso trabajamos desde el Ayuntamiento», subrayó. Asistieron todos los partidos salvo PP y Vox.
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