«Menos mal que viene el chico de La Almudema a por las recetas»

«La vida en las pedanías es muy tranquila –comenta Pedro–, si la gente supiera lo bien que se vive en estos pueblos, habría más población». No todos están de acuerdo con esta afirmación. «Vivimos tranquilos, nos apañamos, pero hay que reconocer que la gente joven quiere y necesita tener todos los servicios de los que aquí no disponemos», señala uno de los presentes. En Singla, por ejemplo, no hay ninguna sucursal bancaria, ni farmacia. «Y menos mal –dice otro de los vecinos– que viene el chico de la farmacia de La Almudema (una pedanía cercana) y cada semana se lleva las recetas para traer los medicamentos que necesitamos». «No es suficiente», afirma otra vecina.

Julio explica que para ir al ayuntamiento o acudir al juzgado, donde mucha gente mayor tiene que ir a pedir una fe de vida para cobrar la pensión por haber trabajado en otros tiempos en el extranjero, se tienen que poner de acuerdo para bajar con algún vecino o aprovechar el viaje de algún familiar para ir con él a Caravaca y volver a Singla en el mismo día». «Hay otros vecinos –añade– que tienen casa en las pedanías y también tienen vivienda en Caravaca y ellos notan menos la ausencia de transporte público».

En las últimas dos décadas la población ha disminuido mucho. «Hay que reconocer que se hacen esfuerzos, pero no son suficientes. Hay consultorio médico, eso sí, pero en las escuelas cada vez hay menos críos», se lamenta Julio, que también echa de menos la intensa actividad que en otros tiempos había en el bar.

José Marín, ingeniero agrónomo, es el alcalde pedáneo de Singla. Hablamos con él por teléfono, ya que se encuentra realizando un trabajo en otro lugar del amplio término municipal de Caravaca. «Me parece una buena iniciativa», comenta sobre el nuevo servicio.

A su juicio, la principal causa de la pérdida de población de pedanías como Singla «no es que no haya trabajo, hay trabajos pero no son muy cualificados y los jóvenes deciden irse a Caravaca o a otras ciudades en busca de otro tipo de empleos; es una pena, pero las pedanías pierden población y es necesario poner en marcha iniciativas como esta para intentar asentar a la población y que familias jóvenes decidan quedarse a vivir aquí».

Para el alcalde de Caravaca de la Cruz, José Francisco García, el nuevo servicio de transporte viene a atender una demanda que tenían las pedanías, donde muchas veces «ven pasar un transporte escolar que no pueden utilizar, aunque esto parece que también se está solucionando», comenta.

El alcalde celebra la próxima puesta en marcha de esta medida. «Un transporte a demanda para que los vecinos de nuestras pedanías puedan desplazarse a realizar gestiones, para actividades extraescolares de los niños, para participar en actividades deportivas siempre que lo necesiten y no depender de un familiar o de un vecino» es una «muy buena medida que, junto a la de los cajeros rurales que se están instalando ya pueden ayudar a fijar la población y dar más servicios a las pedanías».