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Un maestro imparte una clase en una imagen de archivo. LV
La burocracia se reducirá en las aulas para dedicar más tiempo a los alumnos

La burocracia se reducirá en las aulas para dedicar más tiempo a los alumnos

El plan incluye la simplificación en Primaria de los estándares de aprendizaje y menos carga administrativa también en los IES

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Sábado, 9 de febrero 2019, 01:50

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Un maestro de Lengua de sexto de Primaria tiene en la actualidad que realizar 2.000 anotaciones para calificar a sus 25 alumnos de los ochenta estándares (objetivos o competencias conseguidos) de aprendizaje que incluye la materia. Una tarea que, desde que entró en vigor ese sistema de calificación implantado con la Lomce, ha complicado y multiplicado el trabajo burocrático y administrativo de los docentes, que tienen que calificar en decenas de objetivos ('lee con fluidez', 'utiliza palabras complejas'... por ejemplo) a cada uno de sus alumnos para evaluarle.

La Comunidad pretende facilitar esa tarea burocrática y otras muchas gestiones administrativas que se han ido sumando a la lista de tareas de los docentes de Primaria y Secundaria desde el próximo curso con un plan de simplificación administrativa, que ayer fue esbozado por el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, y la consejera de Educación, Adela Martínez-Cachá. La orden incluye treinta medidas, basadas la mayoría en la modificación normativa, la homogeneización de documentos y el desarrollo de aplicaciones informáticas, pero en principio, la reducción de los estándares de aprendizaje será una de las más destacadas, ya que el sistema de evaluación desató las quejas y el malestar entre los maestros desde que entró en vigor hace cinco años.

La sintetización de esos criterios de evaluación afectará solo a los maestros de Infantil y Primaria, ya que los institutos de Secundaria adoptaron desde el principio el modelo abreviado de calificación. Los estándares de aprendizaje son pequeñas descripciones de los logros esperados de los estudiantes, y suponen referentes comunes que deben alcanzar a lo largo de su trayectoria escolar los alumnos. Aunque el modelo de calificación es valorado por los docentes, que consideran más justo evaluar todas las competencias de sus alumnos en lugar de limitarse a la calificación de un examen, su aplicación se ha convertido en una losa burocrática para los maestros. «Es complicadísimo, y más cuando se tienen 25 alumnos. Hay asignaturas que tienen ochenta estándares en un curso, y tienes que evaluar a 25 alumnos, lo que hace un total de 2.000 rúbricas», denuncia Mariola Sanz, presidenta de la a Asociación de Directivos de Centros Públicos de Primaria, quien además lamenta que el sistema esté «plagado de incongruencias», como que los estándares se repitan, o que asignaturas con solo dos horas de clase semanales tengan más que otras troncales con cinco sesiones. «Generan estrés y desasosiego entre los docentes», resumen Sanz.

Educación modificará pues la orden de evaluación, de manera que se puedan agrupar, como en Secundaria, los estándares en criterios de evaluación, reduciendo así hasta en dos tercios, calcula la Comunidad, la tarea evaluadora de los maestros. «Entendemos que para la mejora de la educación es imprescindible simplificar la carga burocrática de los docentes. Una racionalización del trabajo administrativo se hace indispensable para que maestros y profesores puedan destinar más tiempo a la preparación de las clases y a la búsqueda de mejores recursos educativos para sus alumnos», destacó ayer López Miras, quien insistió en que el plan ha sido elaborado y consensuado con los docentes.

El programa incluye otras medidas destinadas a rebajar la carga administrativa de los docentes que repercutirán también en los profesores de Secundaria, como la modificación de los planes de trabajo individualizado o el reparto de las tareas de los planes de lectura y lógica matemática entre todos los profesores de cada centro. Para el presidente de la Asociación de Directivos, Raimundo de los Reyes, el peso de la burocracia «es proporcional al número de alumnos, por lo que la reducción de las ratios sería la medida definitiva», pidió.

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